Las vallas colocadas por elementos del Estado Mayor Presidencial en los alrededores de la residencia oficial de Los Pinos y el Auditorio Nacional. (UNIVERSAL) * Estrategia de terror prepa el Poder Ejecutivo Federal / Contención y detención masiva de personas / Utilización de "brigadas de disuasión" y guardias presidenciales infiltrados en la toma de posesión de Felipe Calderón MEXICO, D.F., 27 de noviembre (LA JORNADA).- El gabinete de seguridad que designará Felipe Calderón tiene previsto implementar el próximo viernes, durante la toma de protesta del michoacano ante el Congreso de la Unión, una estrategia de contención y detención masiva de personas "en caso de que sea necesario-, mediante la utilización de "brigadas de disuasión" y guardias presidenciales "infiltrados" entre la muchedumbre.
Lo anterior, debido a que los panistas cuentan con informes de inteligencia militar que advierten que ese día habrá miles de manifestantes en los alrededores de la Cámara de Diputados, los cuales pondrían en riesgo el desarrollo del acto.
Según fuentes gubernamentales de primer nivel, en el equipo de transición de Calderón suponen que el próximo primero de diciembre acudirán a las inmediaciones de San Lázaro miles de simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador, así como otro número indeterminado de integrantes de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) y de otras organizaciones sociales, con el propósito de "romper" el cerco de seguridad establecido en la zona por la Policía Federal Preventiva (PFP) y el Estado Mayor Presidencial (EMP).
Los manifestantes, según la información con la que dicen contar los panistas, buscarían por todos los medios, a sabiendas incluso de que pueden enfrentarse con los agentes policíacos, ingresar al recinto legislativo para impedir que Calderón tome posesión como presidente de la República.
En respuesta ante esa eventualidad, indicaron los informantes, el próximo gabinete de seguridad haría uso de la Fuerza Pública para contener a los manifestantes, y por ello emplearía al menos a cuatro mil policías federales (de la PFP y de la Agencia Federal de Investigación) y cerca de dos mil militares con equipo antimotines. El operativo de vigilancia lo encabezará el EMP, al tiempo que agentes del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) estarán a cargo de los reportes permanentes de información a las secretarías de Gobernación y Seguridad Pública federal, sobre el desarrollo de los acontecimientos.
Además, se prevé que elementos del EMP se encuentren en el interior del palacio legislativo para auxiliar, en caso de que sea necesario, al presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, el panista Jorge Zermeño, en cuestiones de seguridad interna del recinto.
Durante las horas previas al acto de toma de protesta se pretende incrementar las barricadas de las Fuerzas Federales y apostar en las casas aledañas a la Cámara de Diputados a francotiradores que mantengan vigilada el área perimetral del recinto legislativo.
Las fuentes consultadas precisaron que aún no está definido si Calderón llegará a la Cámara de Diputados en helicóptero o si será trasladado en algún vehículo blindado.
Lo que ya es un hecho es que el michoacano sí acudirá a San Lázaro el próximo viernes.
Su equipo de abogados y asesores jurídicos le han advertido que si no toma protesta ante el Congreso de la Unión -ya sea el primero de diciembre o algún otro día- podría haber complicaciones jurídicas que afectarían el inicio de su gestión presidencial. Calderón sabe perfectamente que está obligado a rendir protesta, pues así lo establece el artículo 85 de la Constitución, el cual señala: "Si al comenzar un periodo constitucional no se presentase el Presidente electo, o la elección no estuviera hecha o declarada el primero de diciembre, cesará sin embargo el presidente cuyo periodo haya concluido (el último día de noviembre), y se encargará desde luego del Poder Ejecutivo, en calidad de presidente interino, el que designe el Congreso de la Unión". Entre los "planes emergentes" que prepara el equipo calderonista ante la posibilidad de que no existan condiciones de seguridad necesarias para que el presidente electo proteste ante los legisladores "guardar y hacer guardar la Constitución", destaca la propuesta de que la sesión solemne se efectúe en una sede alterna al salón de plenos de la Cámara de Diputados. Dicha sede podría ser cualquier salón del Palacio Legislativo de San Lázaro o inclusive otro inmueble gubernamental o privado.
Finalmente, el equipo jurídico panista no descarta la posibilidad de que si Calderón no puede tomar protesta el próximo primero de diciembre, el acto se posponga varias horas o incluso días, hasta que hubiera las condiciones de seguridad suficientes para desarrollar el mismo. |
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