No está de más repetirlo: el pasado viernes arrancó Epigmenio Ibarra un nuevo blog, del que se reproducen la entrada principal y sus respuestas a comentarios de los lectores.
VAMOS SOBRE FOX.COM
Si Vicente Fox no quiso ni pudo, menos va a querer y menos va a poder Felipe Calderón. Si ni con el aval de haber ganado con tan amplio margen, ni con la fuerza histórica de haber sido el primer presidente electo por los ciudadanos y no por su antecesor, luego de un proceso limpio y democrático, Fox se atrevió a cumplir con el mandato de conducir al país a la democracia liberándose de los cómplices y amigos que le ayudaron en su campaña, ¿cómo va a librarse Calderón -con su pobrísimo 0.58% de ventaja y luego de un proceso tan cuestionado- de compromisos inconfesables con aquellos que le regalaron la victoria? ¿Cómo va a querer actuar con la ley en la mano, porque puede hacerlo, contra Vicente Fox, quien por algo más que su proverbial incontinencia verbal o su tozudez crónica, predica a los cuatro vientos que a él le debe Calderón –convertido en mero instrumento de desquite personal- su victoria?
Que Felipe Calderón lograra acortar la enorme ventaja que López Obrador le llevaba y terminara por superarlo en el proceso electoral no puede adjudicarse sólo a los enormes errores –que fueron muchos- de este último y de su equipo de colaboradores. Quien esto sostiene falta a la verdad y comulga y pretende hacer comulgar, a quien se lo dice, con enormes ruedas de molino. Calderón debe su victoria –por ese margen estrechísimo y que muchos consideran resultado de una adulteración de los sufragios- a la acción ilegal de Vicente Fox y del gobierno federal que desplegaron un aparato propagandístico nunca antes visto y cuyo impacto (no son mitos, mi querido Ciro) no puede desdeñarse en absoluto. Calderón se impuso en la contienda presidencial gracias a la intromisión –también ilegal y hasta ahora impune- de la cúpula empresarial y al apoyo de dignatarios de la iglesia católica. Por eso, aunque le moleste, afecte su imagen, acote su margen de maniobra ya de por sí escaso, y debilite a su administración, Felipe Calderón no puede actuar como lo hizo Lázaro Cárdenas en su tiempo contra Plutarco Elías Calles y sus pretensiones de mandar sobre el presidente en turno. No puede callar a Vicente Fox ni puede, mucho menos, perseguirlo; quizás no haya sido su candidato pero está sentado en la silla gracias a él y Fox, en el colmo del cinismo, no cesa de recordárselo.
La impunidad – esa certeza que hace a Fox sentirse tan libre y deslenguado- es, hasta ahora, la garantía de continuidad del sistema político mexicano. Así y por eso funcionó el régimen en los tiempos del PRI; así funciona –a contrapelo de los ideales de sus fundadores- en los tiempos del PAN. Fox sacó al PRI de Los Pinos pero hizo suyas, además de la política económica, las peores prácticas del sistema. La transición a la democracia; la transformación del país no habrá de producirse en tanto quienes delinquen –sobre todo quienes lo hacen desde el poder- no sean llevados ante la justicia y se rompa este ciclo sexenal pernicioso de un hombre y su corte que endiosados por el manejo absoluto del poder se corrompen y corrompen, por el sólo hecho de designarlo de la manera en que lo hacen, al que habrá de ser su sucesor.
Los mecanismos de trasmisión del poder descansan en nuestro país en un sistema de complicidades y culpas compartidas. Uno a otro los presidentes priistas se ataban las manos sucias y compraban para sí y los suyos un futuro seguro. Cómplice el uno del otro terminaron rigiéndose por leyes del silencio propias de la mafia. Así heredó el poder Fox a Calderón; con candados, intereses ajenos al servicio público y profundas limitaciones nacidas de la sumisión y la complicidad. De nada le sirve pues a Calderón vestirse de verde olivo; presentarse como un adalid de la ley y el orden; está manchado de origen, el suyo es un pecado original que no puede borrarse.
Y como el no lo va a hacer, como no va a poner a Fox en su lugar. Como tampoco las instituciones de procuración de justicia, ni la corte, ni la autoridad electoral que reconoció la intromisión presidencial sin hacer nada al respecto, actuarán contra Fox para cobrarle la deuda que tiene con el país la tarea nos corresponde a nosotros; los ciudadanos. Vamos sobre Fox; porque ir sobre él, romper la burbuja de impunidad que lo protege, no es sólo hacerse eco de la pelea de camarillas –que se esta librando y la súbita recuperación de la memoria de Moreira es un ejemplo- sino algo mucho más grave, más urgente. Asumamos un compromiso con la democracia, discutamos el asunto; nos vemos si usted quiere, aquí, en este blog.
Los dos comentarios adicionales por Epigmenio:
1.-(Respuesta a un calderonista) Agradezco a todos sus comentarios. De eso se trata finalmente de hablar, de debatir, de construir con un ideas un futuro distinto. No importan el grado o la profundidad de las diferencias que existan entre nosotros si todavia podemos hablar. La construccion de la democracia pasa por la construccion de instituciones solidas y respetables, en las que los ciudadanos podamos confiar. Si cuando una guerra termina es preciso hacer concesiones, si entonces se aplica la maxima de perdon y olvido, cuando se trata de dar un salto definitivo a la democracia, es preciso tener memoria de elefante y aplicar rigurosamente la justicia. No se trata de hacerle el trabajo sucio a nadie, tampoco de desaar (sic) una campaña de resentimiento y odio, sino de una conviccion firme de que para que las cosas cambien en este pais quienes infringen la ley, sobre todo aquellos que lo hacen desde el poder, deben responder por sus delitos.
2.-(Respuesta a otro calderonista que dicho sea de paso, aunque no estoy de acuerdo con todo lo que dice, se expresó con un respeto excepcional, mis respetos al señor Leopoldo Gutiérrez Sánchez, de Tampico)
No pertenezco a ningun partido. Simpatizo con AMLO y vote por el pero no soy un seguidor incondicional. Tampoco creo que todos los que votaron por Calderon o por Madrazo son hombres o mujeres de la derecha ms irracional, traidores a la patria o algo similar. Nadie tiene la verdad absoluta. En la guerra aprendi que las banderas ideologicas se destiñen con la sangre y que el valor esencial del ser humano es la capacidad de tolerar y convivir con los distintos. Es, sobre todo y mas que eso la capacidad de enriquecerse gracias precisamente a esa diferencia. Mi maestro Nicol nos hacia notar en la escuela como en latin no existe una palabra para designar al otro; que se le dice el "otro yo"; el "alter ego". me parece sin embargo y mas alla de consideraciones partidarias de ningun tipo que en este pais se necesitan nuevos vientos y esos no habran de soplar mientras solapemos con el olvido a quienes han traicionado a la democracia y ese es el caso de Vicente Fox. No se trata de ensañarse con un personaje tan pintoresco como perverso; creo que la estupidez proverbial de la que hace gala es solo su coartada. Se aferra al poder y para hacerlo, desde el poder mismo, delinque impunemente. Con eso es con lo que hay que acabar. esto pasa necesariamente por una autocritica severa de los que nos consideramos de izquierda; hay Bejaranos y Rosarios Robles y desgraciadamente muchos de los politicos que se dicen de izquierda al nada mas asumir el poder hacer como Fox; sacan al PRI a patadas solo para copiar de inmediato sus usos y costumbres. Ademas de combatir la impunidad es preciso devolver majestad a la politica; encontrar en la izquierda un nuevo lenguaje mas alla de los estereotipos ideologicos, redefinir su campo de accion y encontrar ese aliento moral que hizo que grandes luchadores sociales jugaran un papel determinante en la historia de nuestro pais. A veces, la lucha por la decencia, es decir contra la corrupcion y la impunidad, y asi lo demostro Eduardo Chivas en la Cuba prerevolucionaria, es mas importante incluso que la lucha politica tradicional.
Es especialmente lo importante la experiencia como corresponsal de guerra de Epigmenio Ibarra, puesto que Calderón y sus partidarios son afectos a la violencia y a la militarización, en tanto las balas y los golpes los reciban otros; el discurso de odio polarizante que utilizaron en la campaña electoral a propuesta de sus asesores extranjeros, si bien es efectivo para tratar de cambiar las simpatías electorales de los incautos, no permiten un gobierno ni convivencia en paz, y para muestra tenemos los botones de Irak, el golpe de estado en Venezuela en abril del 2002, la segunda Intifada y la guerra de Israel contra el Líbano en el verano del 2006.VAMOS SOBRE FOX.COM
Si Vicente Fox no quiso ni pudo, menos va a querer y menos va a poder Felipe Calderón. Si ni con el aval de haber ganado con tan amplio margen, ni con la fuerza histórica de haber sido el primer presidente electo por los ciudadanos y no por su antecesor, luego de un proceso limpio y democrático, Fox se atrevió a cumplir con el mandato de conducir al país a la democracia liberándose de los cómplices y amigos que le ayudaron en su campaña, ¿cómo va a librarse Calderón -con su pobrísimo 0.58% de ventaja y luego de un proceso tan cuestionado- de compromisos inconfesables con aquellos que le regalaron la victoria? ¿Cómo va a querer actuar con la ley en la mano, porque puede hacerlo, contra Vicente Fox, quien por algo más que su proverbial incontinencia verbal o su tozudez crónica, predica a los cuatro vientos que a él le debe Calderón –convertido en mero instrumento de desquite personal- su victoria?
Que Felipe Calderón lograra acortar la enorme ventaja que López Obrador le llevaba y terminara por superarlo en el proceso electoral no puede adjudicarse sólo a los enormes errores –que fueron muchos- de este último y de su equipo de colaboradores. Quien esto sostiene falta a la verdad y comulga y pretende hacer comulgar, a quien se lo dice, con enormes ruedas de molino. Calderón debe su victoria –por ese margen estrechísimo y que muchos consideran resultado de una adulteración de los sufragios- a la acción ilegal de Vicente Fox y del gobierno federal que desplegaron un aparato propagandístico nunca antes visto y cuyo impacto (no son mitos, mi querido Ciro) no puede desdeñarse en absoluto. Calderón se impuso en la contienda presidencial gracias a la intromisión –también ilegal y hasta ahora impune- de la cúpula empresarial y al apoyo de dignatarios de la iglesia católica. Por eso, aunque le moleste, afecte su imagen, acote su margen de maniobra ya de por sí escaso, y debilite a su administración, Felipe Calderón no puede actuar como lo hizo Lázaro Cárdenas en su tiempo contra Plutarco Elías Calles y sus pretensiones de mandar sobre el presidente en turno. No puede callar a Vicente Fox ni puede, mucho menos, perseguirlo; quizás no haya sido su candidato pero está sentado en la silla gracias a él y Fox, en el colmo del cinismo, no cesa de recordárselo.
La impunidad – esa certeza que hace a Fox sentirse tan libre y deslenguado- es, hasta ahora, la garantía de continuidad del sistema político mexicano. Así y por eso funcionó el régimen en los tiempos del PRI; así funciona –a contrapelo de los ideales de sus fundadores- en los tiempos del PAN. Fox sacó al PRI de Los Pinos pero hizo suyas, además de la política económica, las peores prácticas del sistema. La transición a la democracia; la transformación del país no habrá de producirse en tanto quienes delinquen –sobre todo quienes lo hacen desde el poder- no sean llevados ante la justicia y se rompa este ciclo sexenal pernicioso de un hombre y su corte que endiosados por el manejo absoluto del poder se corrompen y corrompen, por el sólo hecho de designarlo de la manera en que lo hacen, al que habrá de ser su sucesor.
Los mecanismos de trasmisión del poder descansan en nuestro país en un sistema de complicidades y culpas compartidas. Uno a otro los presidentes priistas se ataban las manos sucias y compraban para sí y los suyos un futuro seguro. Cómplice el uno del otro terminaron rigiéndose por leyes del silencio propias de la mafia. Así heredó el poder Fox a Calderón; con candados, intereses ajenos al servicio público y profundas limitaciones nacidas de la sumisión y la complicidad. De nada le sirve pues a Calderón vestirse de verde olivo; presentarse como un adalid de la ley y el orden; está manchado de origen, el suyo es un pecado original que no puede borrarse.
Y como el no lo va a hacer, como no va a poner a Fox en su lugar. Como tampoco las instituciones de procuración de justicia, ni la corte, ni la autoridad electoral que reconoció la intromisión presidencial sin hacer nada al respecto, actuarán contra Fox para cobrarle la deuda que tiene con el país la tarea nos corresponde a nosotros; los ciudadanos. Vamos sobre Fox; porque ir sobre él, romper la burbuja de impunidad que lo protege, no es sólo hacerse eco de la pelea de camarillas –que se esta librando y la súbita recuperación de la memoria de Moreira es un ejemplo- sino algo mucho más grave, más urgente. Asumamos un compromiso con la democracia, discutamos el asunto; nos vemos si usted quiere, aquí, en este blog.
Los dos comentarios adicionales por Epigmenio:
1.-(Respuesta a un calderonista) Agradezco a todos sus comentarios. De eso se trata finalmente de hablar, de debatir, de construir con un ideas un futuro distinto. No importan el grado o la profundidad de las diferencias que existan entre nosotros si todavia podemos hablar. La construccion de la democracia pasa por la construccion de instituciones solidas y respetables, en las que los ciudadanos podamos confiar. Si cuando una guerra termina es preciso hacer concesiones, si entonces se aplica la maxima de perdon y olvido, cuando se trata de dar un salto definitivo a la democracia, es preciso tener memoria de elefante y aplicar rigurosamente la justicia. No se trata de hacerle el trabajo sucio a nadie, tampoco de desaar (sic) una campaña de resentimiento y odio, sino de una conviccion firme de que para que las cosas cambien en este pais quienes infringen la ley, sobre todo aquellos que lo hacen desde el poder, deben responder por sus delitos.
2.-(Respuesta a otro calderonista que dicho sea de paso, aunque no estoy de acuerdo con todo lo que dice, se expresó con un respeto excepcional, mis respetos al señor Leopoldo Gutiérrez Sánchez, de Tampico)
No pertenezco a ningun partido. Simpatizo con AMLO y vote por el pero no soy un seguidor incondicional. Tampoco creo que todos los que votaron por Calderon o por Madrazo son hombres o mujeres de la derecha ms irracional, traidores a la patria o algo similar. Nadie tiene la verdad absoluta. En la guerra aprendi que las banderas ideologicas se destiñen con la sangre y que el valor esencial del ser humano es la capacidad de tolerar y convivir con los distintos. Es, sobre todo y mas que eso la capacidad de enriquecerse gracias precisamente a esa diferencia. Mi maestro Nicol nos hacia notar en la escuela como en latin no existe una palabra para designar al otro; que se le dice el "otro yo"; el "alter ego". me parece sin embargo y mas alla de consideraciones partidarias de ningun tipo que en este pais se necesitan nuevos vientos y esos no habran de soplar mientras solapemos con el olvido a quienes han traicionado a la democracia y ese es el caso de Vicente Fox. No se trata de ensañarse con un personaje tan pintoresco como perverso; creo que la estupidez proverbial de la que hace gala es solo su coartada. Se aferra al poder y para hacerlo, desde el poder mismo, delinque impunemente. Con eso es con lo que hay que acabar. esto pasa necesariamente por una autocritica severa de los que nos consideramos de izquierda; hay Bejaranos y Rosarios Robles y desgraciadamente muchos de los politicos que se dicen de izquierda al nada mas asumir el poder hacer como Fox; sacan al PRI a patadas solo para copiar de inmediato sus usos y costumbres. Ademas de combatir la impunidad es preciso devolver majestad a la politica; encontrar en la izquierda un nuevo lenguaje mas alla de los estereotipos ideologicos, redefinir su campo de accion y encontrar ese aliento moral que hizo que grandes luchadores sociales jugaran un papel determinante en la historia de nuestro pais. A veces, la lucha por la decencia, es decir contra la corrupcion y la impunidad, y asi lo demostro Eduardo Chivas en la Cuba prerevolucionaria, es mas importante incluso que la lucha politica tradicional.
Es muy fácil empezar con la bola de nieve del odio, pero es muy difícil pararla; ojalá que las lamentaciones por la campaña de odio panista no pasen del ambiente político y lleguen a los muertos como ocurrió en Oaxaca, porque entonces, no sólo los obradoristas seremos los únicos que tendremos algo que lamentar.
A continuación va el comentario de un servidor en el sitio de Epigmenio Ibarra:
Felicidades Epigmenio por su nuevo blog. Da gusto saber que aún hay periodistas valientes como usted en México, especialmente considerando lo negros que han sido los últimos años en nuestro país para los que practican su profesión.
También felicito al señor Leopoldo Gutiérrez que a pesar de su evidente desacuerdo con los obradoristas, no ha llegado al uso y abuso de los insultos, que muchos en ambos bandos no dejan de usar y nos arrastran a un diálogo de sordos.
Respecto al primer párrafo del comentario del señor Leopoldo, tal vez en Tampico la intervención de la Iglesia y los empresarios fue nula, pero en Guadalajara, se llegó al extremo de amenazar a los empleados que portaran propaganda a favor de Obrador con el despido, además que en un número significativo de los más de 300 templos católicos con los que cuenta la ciudad, los sacerdotes se dedicaron en las semanas previas a las elecciones a hacer un descarado e insultante activismo político a favor del PAN, aún en misas de cuerpo presente, además de que se hicieron circular pasquines atacando a López Obrador sin responsables de publicación, así como volantes en los que se asociaba al candidato perredista con el candidato del PRI Arturo Zamora, quien de ser el favorito en las elecciones locales perdió al ser asociado con el narcotráfico en una costosa campaña de desprestigio orquestada por el PAN con la total complicidad de la PGR, para después dejarlo en paz y hasta hacer reconocimientos a su calidad moral pasadas las elecciones. Como resultado de estas acciones, el PAN logró conservar la gubernatura y hacer de Jalisco el estado que más votos aportara a Calderón.
Discúlpeme pero eso no puede pasar por elecciones libres y justas. Vicente Fox y el PAN, como víctimas de la simulación democrática del PRI, tenían la obligación moral y política de poner punto final a esas prácticas nefastas, una vez que llegaron al poder, en lugar de dejarse corromper y repetir los mismos vicios que el PAN denunciara por tantas décadas. La traición, la ineptitud y el engaño deben ser castigados.
También felicito al señor Leopoldo Gutiérrez que a pesar de su evidente desacuerdo con los obradoristas, no ha llegado al uso y abuso de los insultos, que muchos en ambos bandos no dejan de usar y nos arrastran a un diálogo de sordos.
Respecto al primer párrafo del comentario del señor Leopoldo, tal vez en Tampico la intervención de la Iglesia y los empresarios fue nula, pero en Guadalajara, se llegó al extremo de amenazar a los empleados que portaran propaganda a favor de Obrador con el despido, además que en un número significativo de los más de 300 templos católicos con los que cuenta la ciudad, los sacerdotes se dedicaron en las semanas previas a las elecciones a hacer un descarado e insultante activismo político a favor del PAN, aún en misas de cuerpo presente, además de que se hicieron circular pasquines atacando a López Obrador sin responsables de publicación, así como volantes en los que se asociaba al candidato perredista con el candidato del PRI Arturo Zamora, quien de ser el favorito en las elecciones locales perdió al ser asociado con el narcotráfico en una costosa campaña de desprestigio orquestada por el PAN con la total complicidad de la PGR, para después dejarlo en paz y hasta hacer reconocimientos a su calidad moral pasadas las elecciones. Como resultado de estas acciones, el PAN logró conservar la gubernatura y hacer de Jalisco el estado que más votos aportara a Calderón.
Discúlpeme pero eso no puede pasar por elecciones libres y justas. Vicente Fox y el PAN, como víctimas de la simulación democrática del PRI, tenían la obligación moral y política de poner punto final a esas prácticas nefastas, una vez que llegaron al poder, en lugar de dejarse corromper y repetir los mismos vicios que el PAN denunciara por tantas décadas. La traición, la ineptitud y el engaño deben ser castigados.
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