Es el grito con el que los ciudadanos argentinos respondieron al corralito y la crisis argentina en 2001 causada por el FMI. Lo mismo le decimos al gobierno espurio, ahora que se avecina un enero difícil con la "terapia de shock" que le quiere implementar a México Agustín Carstens -esto de terapia de shock no es ironía, así le llaman los partidarios del ultra-liberalismo al programa de aplicar todas las reformas neoliberales de una sola vez-.
Carstens, el empleado del FMI, es el principal operador del gobierno espurio, manipula a los legisladores en las Cámaras y ahora también tiene influencia directa en la Suprema Corte de Justicia. Pero él no es más que un operador, personero de los intereses del sector financiero. Una vez, nos dijo una compañera que lo vieron caminando en el Zócalo y que la Resistencia Civil Pacífica le organizó una protesta y que su rostro se pintó de colores y que parecía que se iba a infartar porque así como en lo económico Carstens no puede frenar la compulsión especulativa de los inversiores extranjeros, Carstens también es incapaz de cuidar su propia salud y en esto se parece al economista liberal inglés David Hume quien por cierto falleció de una congestión digestiva pues padecía de bulimia...
Dicen que cuando Marx escribió "Un fantasma recorre Europa...", en El Manifiesto Comunista, se inspiró en el primer acto de Hamlet de Shakespeare. Tal parece que el mismo miedo impensable se les aparece con otro espectro a los banqueros que Carstens representa, pues aquí se ve como sigue la denostación contra J.L.P., a pesar de haber muerto desde hace mucho.
La nacionalización bancaria abre controversias, pero no discusiones
La expropiación de la banca privada, decretada por el entonces presidente José López Portillo el primero de septiembre de 1982, sigue siendo objeto de controversia 25 años después. Un error, admite Jesús Silva Herzog, secretario de Hacienda en el momento del hecho. Un acto autoritario, tercia Amparo Espinosa Rugarcía, hija del, en aquel momento, todopoderoso dueño de Bancomer, Manuel Espinosa Yglesias, ya fallecido. No fue el verdadero problema que afectó al país, de acuerdo con José Ramón López Portillo, hijo del mandatario y uno de los artífices de la medida.
Se trata de una serie de testimonios, presentados el 7 de septiembre pasado en un seminario a puerta cerrada organizado por el Centro de Estudios Espinosa Yglesias y la Fundación Espinoza Rugarcía, que fueron recogidos en la obra en dos tomos presentada en público este jueves.
La nacionalización de la banca, 25 años después, obra que recoge esos testimonios, pretende abonar en una discusión que “no se ha abierto, aun cuando se trata de un hecho que constituye un parteaguas en la historia reciente del país”, comentó el historiador Enrique Cárdenas, director ejecutivo del CEEY, y coordinador del documento editorial.
Amparo Espinoza Rugarcía, presidenta de la ESRU, planteó que la nacionalización de la banca “fue un acto de contenido autoritario, una actitud del sistema político que aún está presente”. Heredera de Espinosa Yglesias, añade: “el fantasma del autoritarismo ha sido acotado desde que ocurrió la nacionalización bancaria, pero no ha sido erradicado”.
La nacionalización de la banca, anunciada en medio del llanto por el entonces presidente López Portillo –“ya nos saquearon, no nos volverán a saquear”, dijo durante su sexto Informe de gobierno– fue acompañada de un decreto de control de cambios, que pretendía contener la fuga de divisas en un entorno de crisis económica y financiera. El entonces mandatario ofreció hacer pública una lista de sacadólares.
Uno de los testimonios recogidos en la obra presentada ayer, de Gustavo Romero Kolbeck, director del Banco de México de diciembre de 1976 a marzo de 1982, aborda el tema. “Hacia finales de 1981 –dice Romero Kolbeck– al enfrentar la disminución de ingresos por exportaciones de petróleo, López Portillo mostró cada vez más su malestar hacia el desempeño de los banqueros, particularmente en el manejo de las escasas divisas…Me pidió que me acercara a Agustín Legorreta y Espinosa Yglesias, directores generales de Banamex y de Bancomer, respectivamente, para solicitar la lista de personas que habían hecho las mayores compras de divisas en las últimas semanas.
“Agustín Legorreta se negó tajantemente a hacerlo. Espinosa Yglesias, muy a su pesar…, elaboró una relación que solicitó fuera recogida de su escritorio por algún miembro de la Comisión Nacional Bancaria, enviado por mí en su ausencia. Esa relación contenía una lista de personas, algunas bien conocidas en el medio político, lo que detonó el enojo del mandatario, tanto con los mencionados como con los banqueros, a quienes consideraba responsables de la salida de capitales del país…”.
José Ramón López Portillo, quien el 7 de septiembre, al participar en el seminario a puerta cerrada organizado por Amparo Espinoza, declaró sentirse “la piñata de la fiesta”, dice en el testimonio recogido en la obra: “la nacionalización de la banca no fue el verdadero problema que afectó al país, sino la ausencia de reformas y medidas tanto económicas como políticas que desmantelaran ordenada, competitiva y justamente, al viejo sistema”.
¿Cómo dice un amigo en Monterrey, será por envidia de todas sus mujeres o será por qué algo más se traen entre mános, como lo deja ver el siguiente artículo?
Sacaron mexicanos del país en nueve meses 11 mil 800.34 mdd
Esa transferencia de recursos hacia el exterior es la mayor ocurrida en los recientes 10 años
Las remesas de julio a septiembre fueron por 6 mil 339 millones de dólares, reporta el instituto
Entre enero y septiembre de este año, empresas y ciudadanos mexicanos transfirieron a sus cuentas en bancos del exterior recursos por un monto equivalente a 11 mil 800.34 millones de dólares, reveló este viernes el Banco de México. La cantidad fue superior, para efectos comparativos, al ingreso de divisas por concepto de nueva inversión extranjera durante el mismo periodo, indicó el banco central, que también dio cuenta de una nueva disminución en el dinamismo de las remesas familiares que llegan desde Estados Unidos.
La salida de divisas desde México hacia cuentas de particulares, personas y empresas, en el exterior durante los tres primeros trimestres de 2007 es la de mayor cuantía en los últimos 10 años, de acuerdo con la información del banco central.
Sólo en el tercer trimestre de 2007, los “activos” financieros de mexicanos en bancos fuera de México aumentaron en seis mil 464.8 millones de dólares una cifra que contrasta con la reportada en el mismo periodo de 2006, cuando lo ocurrido fue exactamente lo contrario: ciudadanos y empresas mexicanas trajeron al país desde sus cuentas bancarias en el exterior tres mil 561.9 millones de dólares, reportó el banco central.
Así, en los tres primeros trimestres de 2007 las salidas de divisas hacia cuentas bancarias fuera de México, un renglón en que también se incluyen las operaciones que realiza el gobierno federal, sumaron 11 mil 880.33 millones de dólares, cantidad que superó en 62 por ciento a la registrada entre enero y septiembre de 2006, cuando la transferencia alcanzó 7 mil 263.6 millones de dólares.
En los tres primeros trimestres del año, por contraste, el ingreso de divisas al país por el rubro de “nuevas inversiones extranjeras” fue de 7 mil 307.06 millones de dólares, cantidad inferior a lo que los residentes mexicanos enviaron durante el mismo lapso a cuentas bancarias en el exterior.
La información del banco central sólo ofrece los datos del flujo de divisas y no abunda en explicar la causa de esa transferencia de recursos desde México hacia cuentas bancarias en el exterior. De manera no oficial, una fuente de la institución comentó que el movimiento refleja el dinamismo del comercio exterior del país y también el mayor valor de las operaciones de firmas mexicanas en otras naciones.
Los datos reportados por el banco central muestran que en lo que va de 2007 se ha incrementado la transferencia de recursos hacia cuentas bancarias del exterior, en comparación con años previos. Los 11 mil 800.33 millones de dólares que salieron entre enero y septiembre pasados superaron en 62 por ciento a los del mismo periodo de 2006 y en 71 por ciento a los 6 mil 880.9 millones de dólares que fueron transferidos a bancos del extranjero en los mismos meses de 2005.
Para efectos comparativos, el envío de divisas por parte de residentes en México fue de 7 mil 888.9 millones de dólares en todo 2006; de 4 mil 402.5 millones de dólares en 2005 y de 5 mil 579.3 millones de dólares en 2004.
Contrario a esa tendencia, en 2003 los residentes en México trajeron de sus cuentas bancarias en el exterior 7 mil 457.1 millones de dólares; algo similar ocurrió en 2002, cuando repatriaron 10 mil 773.3 millones de dólares.
Nuevamente en 2001 se registra una salida de recursos desde México hacia cuentas bancarias en el extranjero, en ese año por mil 511.7 millones de dólares. En 2000 ocurrió un regreso de fondos desde cuentas bancarias foráneas, por 3 mil 549.7 millones de dólares. En 1999 salieron hacia instituciones bancarias foráneas 3 mil 37 millones de dólares y en los dos años previos, 1998 y 1997 se reportan en los datos del banco central repatriaciones de recursos desde cuentas bancarias extranjeras, por 155 millones y 4 mil 859.6 millones de dólares.
Remesas: a paso lento
El Banco de México, al informar sobre la evolución de la balanza de pagos –una cuenta que registra el ingreso y salida de divisas por operaciones de comercio exterior, turismo, movimiento de viajeros, operaciones de deuda y transferencias– reportó un menor dinamismo en el movimiento de remesas, en línea con lo que ha venido ocurriendo desde finales de 2006.
En el tercer trimestre de 2007, las remesas familiares sumaron 6 mil 339 millones de dólares. Esta cantidad representó un incremento anual de 2.7 por ciento, luego de que en la primera mitad del año habían aumentado en 0.7 por ciento.
En una medición más amplia, el flujo de remesas ha ido más lento que en ejercicios previos.
Entre enero y septiembre ingresaron al país remesas por 18 mil 198 millones de dólares, lo que significó una alza de 1.4 por ciento en relación con la cifra reportada en el mismo periodo de 2006. Sin embargo, en septiembre del año pasado, la tasa de crecimiento anual de las remesas fue de 10.6 por ciento, añadió el banco central
Así las cosas...
Como lo dice nuestro Presidente Legítimo Andrés Manuel López Obrador, enero será un mes difícil en lo social con la triple impositiva del aumento de impuestos, el aumento de la gasolina y la entrada en vigor de la fase agropecuaria del TLCAN.
¿Por qué la derecha quiere causar una crisis de adrede? Pues es como los autoatentados del 11 de marzo por la derecha aznarista en España, quieren poner a la gente en fase de desesperación para ganar ellos, con el miedo de la gente. En el caso de nuestro país es crear descontento para que todo mundo dijera "Sí, que privaticen PEMEX, CFE y Luz y Fuerza del Centro", así de ingenuos y peligrosos son ellos.
Por éso no está de más recomendarle a todas las familias mexicanas que esta Navidad no hay que despilfarrar el aguinaldo, lo mejor sería invertirlo en comprar alimentos no perecederos, de preferencia de producción mexicana, para ahorrarnos algo ya que en enero es probable que todos los alimentos suban mínimo 20% más de lo que actualmente cuestan...
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