A finales del sexenio de Ernesto Zedillo fué cuando se aprobó el FOBAPROA en el congreso. Basicamente, el FOBAPROA eran una serie de deudas contraídas por bancos, casas de crédito, empresarios e individuos que habían cometido fraudes multimillonarios, se habían auto-prestado dinero sin pagar, y en general habían ROBADO a manos llenas. El gobierno de Zedillo en vez de investigar los fraudes y castigar a quienes habían robado, lo que hizo fué poner a los diputados del PRI a aprobar que el FOBAPROA se convirtiera en deuda pública. Es decir; que se tuviera que pagar de los impuestos que pagamos todos los mexicanos. Se trataba de el peor atraco en la historia de México. 3 generaciones de mexicanos tendrían que pagar esa deuda de BILLONES de pesos.
Al principio, el PAN se opuso a la aprobación del FOBAPROA y, de hecho, cabildearon con el PRD para convencer a los pocos diputados perredistas que había en ese entonces en el congreso de que votaran CONTRA el FOBAPROA. Como en ese entonces el PRI ya no tenía mayoría absoluta en el congreso, el voto del PRD y del PAN en contra del FOBAPROA hubiera significado que esos fraudes, robos y demás marranadas de empresarios y banqueros (muchos de ellos panistas, por cierto, como los hermanos Fox) no se hubieran tenido que pagar con los impuestos de los mexicanos.
Pero a la mera hora, cuando ya había un acuerdo entre el PRD y el PAN para impedir el FOBAPROA, Zedillo invitó "a desayunar" a puerta cerrada a los diputados del PAN a los pinos. Luego de este "desayuno" en lo oscurito, misteriosa y milagrosamente los panistas decidieron cambiar de opinión y votar A FAVOR del FOBAPROA.
Quien era dirigente nacional del PAN en ese entonces era Felipe Calderón. Y según la revista Proceso, su participación fue "clave" en lograr la aprobación del FOBAPROA. Chequen lo que dice la página de PROCESO sobre su reportaje sobre Calderón:
El candidato “de Fox”
Colmado de elogios luego de aplastar a sus rivales en la contienda interna del Partido Acción Nacional (PAN), a la que apenas concurrió una tercera parte de la militancia formal, el candidato presidencial Felipe Calderón arrastra una cauda de actuaciones oscuras, como su papel clave en la aprobación del Fobaproa, la voracidad como miembro de la alta burocracia durante 15 meses y su reciente pacto con la priista Elba Esther Gordillo, publica Proceso en su edición de este domingo 30 de octubre.
Y ahora, también, Calderón se evidencia a sí mismo luego de su pretendido distanciamiento del Presidente de la República, iniciado aun antes de las elecciones del 2000 --cuando en plena campaña foxista se fue a estudiar a Harvard--, al asumir: “Yo soy el candidato de Vicente Fox.”
En una reunión con industriales de la radio y la televisión, el pasado 4 de octubre, Calderón se refirió a su ventaja en el sentido de poder defender al mandatario sin tener que cargar él con el costo político del foxismo o la “vibra negativa” hacia la actual administración, marcada por las denuncias e investigaciones que rodean a la familia presidencial.
El pasado político de Calderón tiene episodios polémicos. Como dirigente de su partido en el sexenio zedillista, su pragmatismo político lo llevó a negociar con el poder en turno y avalar la consumación del llamado “fraude del siglo”, es decir, la conversión en deuda pública de los pasivos del Fobaproa, destaca Proceso en su edición 1513 que circula a partir de este domingo 30 de octubre.
Esto quiere decir que si Calderón fuera presidente, todo seguiría igual que con Zedillo o que con Fox; con el FOBAPROA intacto, con el modelo económico neoliberal intacto PERO además con mas rapiña y mas voracidad para robar. Igual que si el PRI estuviera en el poder, pues. Nomás que hacíendose pasar por devoto moralista católico.
Una razón mas para votar por el peje.