· Habitar departamentos reducidos provoca situaciones de estrés, y agudiza los episodios de violencia, alcoholismo, adicciones, embarazo adolescente o pandillerismo, dijo
· Hay una demanda aproximada de entre un millón y un millón cien mil casas, aunque las cifras oficiales calculen 800 mil, indicó Ernesto Alva, de la Facultad de Arquitectura
· La mayor demanda, aún sin atender, se ubica entre quienes ganan un salario mínimo o menos, sostuvo
La proliferación de conjuntos habitacionales en la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM), en especial en los municipios conurbados del Distrito Federal, ha crecido de manera acelerada en los últimos años y podría generar diversos conflictos en el mediano plazo, sobre todo por la insuficiencia de servicios básicos y también afectaría la salud de quienes los habitan, señalaron académicos de la UNAM.
Rosario Campos Beltrán, profesora de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón, aseguró que la gran cantidad de desarrollos se traducirá en una falta de satisfactores esenciales, como el agua.
El líquido potable tiene los días contados, pero el incremento de licencias para construir departamentos de interés social no ha reparado en ese riesgo. No se han adoptado medidas ecológicas para que cada unidad cuente con plantas de tratamiento que capten y reciclen el recurso.
La proliferación de estos conjuntos, según explicó Ernesto Alva Martínez, de la Facultad de Arquitectura (FA), obedece al crecimiento urbano en la ZMVM, y a un fenómeno migratorio, pero no de quienes vienen del interior de la República, sino de las ciudades circundantes al Valle.
En la actualidad, como resultado de ese aumento poblacional y de la cantidad de matrimonios registrados en el territorio, hay una demanda aproximada de entre un millón y un millón cien mil casas, aunque las cifras oficiales calculen 800 mil, informó.
El Estado se ha comprometido a promover la construcción de 700 mil cada año, a través de los organismos gubernamentales, el sector privado y la banca. Las restantes son edificadas por la propia gente, que adquiere un terreno y cimienta poco a poco, añadió.
No obstante, de acuerdo con la Comisión Nacional de Vivienda, las tendencias demográficas a 25 años (2005-2030) apuntan a que cada doce meses se integrará un promedio de 650 mil nuevos hogares. A ese ritmo, la demanda estará cercana a 3.9 millones durante el presente sexenio que, sumados a las 2.1 millones de familias que requieren de habitación independiente, representa impulsar 6 millones de moradas, reveló.
Salud mental y estrés
Habitar departamentos reducidos provoca estrés. Si en una familia hay episodios de violencia, alcoholismo, adicciones, embarazo adolescente o pandillerismo de alguno de sus integrantes, en un espacio tan pequeño se puede agudizar la ocurrencia de estos fenómenos, advirtió Campos Beltrán.
Estos riesgos representan un serio problema porque el hacinamiento puede propiciar relaciones promiscuas. También, se genera tensión cuando no se tiene el espacio suficiente para que cada quien realice sus actividades, niños por un lado, y adultos por el otro, apuntó.