Lo que sigue lo escribe el Sr.Lopez en los grillonautas. Por favor cópienlo y envíenselo por e-mail a cuantas personas puedan:
¿Crees tú que la gente vale más por tener la piel de color claro? ¿Sientes que nuestro México está habitado por gente de primera, de segunda, tercera y hasta cuarta categoría?
¿Es el dinero razón para decir que una persona es mejor que otra?¿Los nacidos en Chiapas son menos humanos y menos mexicanos, mexicanas que los nacidos en Sonora? ¿Vale más un Nayarita que un Yucateco?
¿Sientes tú que sea motivo que se te niegue un trabajo por tu físico? ¿Es admisible que en algunos lugares no se permita la entrada a la gente por su rostro, por su estatura, por su apariencia?
¿Estás de acuerdo con aquellos que piensan que los mexicanos, mexicanas con problemas de discapacidad o de enfermedades limitantes son un problema?
Sin duda alguna, nada de lo anterior tiene espacios en el México del siglo XXI. Expresiones como "Naco", "frijolero", "patarrajada", "pinche indio" y otras cosas absurdas que las mentes perezosas han inventado no pueden ser comprendidas en el marco de un país moderno, buscando su verdadero lugar en la geografía del planeta.
No podemos salir a competir contra los demás países si dentro del nuestro aún no podemos dejar atrás odios entre nosotros. No podemos, no debemos permitir que con la excusa de una pelea política se ofenda a toda una población, a toda una región tan solo por su forma de hablar, por el color de su piel o por su estatura.
Hace más de 500 años, los conquistadores españoles encontraron una región dividida, en constante lucha interna. Fue por eso que con un puñado de soldados conquistaron todo un país. Hoy, a más de medio milenio de distancia aún seguimos divididos. Seguimos creyendo en aquellos que alimentan el odio, la separación, el distanciamiento entre mexicanos. Aún escuchamos a hombres y mujeres que se sienten superiores a los demás. Que creen que alguien sin estudios es menos mexicano, mexicana.
Aún los hay. Y lo peor: nos quieren convencer del absurdo. Nos quieren convencer de que en este país hay gente bien y gente mal. Que hay gente correcta y que hay nacos. Que hay ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda.
¡Mentira! Un mexicano, mexicana puede ser más preparado que otro, pero por eso no es MEJOR PERSONA, y en ocasiones es al contrario: LA SOBERBIA Y LA ARROGANCIA DE SENTIRSE SUPERIOR TE HACE PEOR SER HUMANO. Medir 1.85 o medir 1.58 no te hace más o menos importante ante los ojos de los demás, excepto en los de aquellos que usan su odio en forma de discriminación.
Tú mamá es morena, es blanca, es alta o es bajita. ¿Crees tú que la querrías más si ella tuviera los ojos azules? ¿O sentirías más amor por tu pareja si hubiera estudiado en una universidad privada? Por supuesto que no. Los valores fundamentales del ser humano no se basan en aspectos tan superficiales y fortuitos. Nadie escoge el color de su piel, o el lugar donde nace. La gran mayoría estudia hasta donde sus recursos economicos alcanzan. Si Benito Juarez en lugar de nacer en Oaxaca hubiera nacido en Michoacán, ¿Sus acciones valdrían menos? ¿O más? ¿Fue problema que Emiliano Zapata no tuviera siquiera la primaria?
Muchos dirán que eso no aplica en el México de hoy, en la nueva economía mundial. Habría que invitarlos a que recorrieran la lista de los hombres más ricos del mundo y que vean cuantos hicieron estudios en el extranjero, cuantos de ellos tienen alguna carrera y cuantos de estos hombres tan ricos son altos y blancos.
Imagina una situación: tienes problemas con tu negocio. Algún equipo importante falló y solo hay un técnico que puede repararlo, al menos en el país. Y cuando llega a tu negocio es un Ingeniero de origen indígena, baja estatura y piel morena. ¿Dejarías que reparara tú equipo? Claro que sí. El aspecto en ese momento no te importaría. ¿Por qué entonces tendría que importarte para otras cosas? ¿Dejarías que te operara el mejor cardiólogo, aun si este fuera negro? ¿O que te defendiera el mejor abogado, auque tuviera acento Yucateco?
Imaginemos que alguna razón Juan Pablo Segundo al tratar de hablar en español, su acento hubiese sonado completamente chilango, de lo más profundo de tepito. ¿Sus palabras tendrían menos valor? ¿Sus ideas serían menos profundas y apreciables? ¿Crees tú que el acento o la forma de hablar le importa a los demás habitantes de este planeta? ¿Podrías decir que acento tiene un habitante del norte de Francia? ¿Y del sur? No, para ti es francés a secas. ¿Y por qué el español no puede ser español a secas? Por odio.
No olvides nunca que los rencores más profundos siempre comienzan con chistes. De los chistes se pasa a los desplegados, de los desplegados a las calles, de las calles a los golpes y de los golpes a la muerte y a la separación de un pueblo. Así ocurrió con Los judíos en Alemania, Así le ocurrió los americanos en su guerra civil.
¿Eso quieres en México? ¿Un país que esté dividido por los intereses de unos cuantos arrogantes que se dicen mejores que los otros? ¿Eres parte de eso? No lo creo. Y no lo creo porque México es un lugar donde los rencores están erradicándose. Ha costado trabajo, ha costado esfuerzo. Pero se está logrando. Y ciertos sectores quieren revivir esos odios, esa segregación. Ese país de los indios y los blancos. Quieren que decidas, no por México, por ellos, por un México con rangos.
¿Has pensado en cambiar tu voto porque te dicen que tu candidato es naco? ¿Te da miedo expresar tu preferencia política por el temor al qué dirán? ¿Ocultas tu verdadero interés por no levantar ventisca entre tus amigos o familiares? Estarás entonces dando tu voto al odio. Estarás dejando que el odio que tienen algunos hacia otros -No tú- te invada y te lleve a votar por ALGUIEN QUE NO QUIERES PARA PRESIDENTE, PERO QUE PREFIERES ANTES DE SENTIR EL ODIO DE LOS PODEROSOS.
Eso nos han hecho pensar: Que existen candidatos correctos y que existen candidatos incorrectos. En la democracia, en la libertad, eso no existe. Aún el peor de los candidatos tiene algo que ofrecer al alguien. Y si votas por el por convicción estarás haciendo lo correcto.
Si votas por alguien para hacer perder a otro, estás votando con odio. En alguno de sus niveles, en alguna de sus expresiones, pero odio al fin. Si votas porque te están diciendo que aquel no sirve, estás votando sin convicción. No dejes que compren tu voto con odio, no dejes que el odio se quede con tu voto.
El mejor de los candidatos es aquel que realmente representa lo que tú quieres para ti, para tu familia y para tú país, independientemente del color de sus ojos, de su estatura o de dónde llevó a cabo sus estudios.
Votar por la izquierda no es de intelectuales, de ser así todos en España lo serían. Votar por la izquierda no es de nacos, de ser así todos en Francia lo serían. Votar por la derecha no es signo de poder, si así fuera Haití, Filipinas y muchos países en África serían potencias mundiales. Votar por la derecha no es de signo de educación.
Un voto se debe emitir por convicción, sin rencores y sin odios. Se debe votar siempre por quien queremos que gane, no por aquel que está en contra de la persona que nos han dicho que tenemos que odiar.
En una democracia no se escupe a nadie, no se vomita ninguna idea. En una democracia no hay espacios para corajes. No hay espacios para pleitos personales. Hay espacio para la confrontación de ideas, no para los ataques cobardes. Hay espacio para el diálogo, no para la política del odio.
No dejes que los cobardes usen tu voto, no dejes que los cobardes te usen, te manipulen haciéndote a ti la herramienta para sus odios, para sus rencores.
Vota, y haz que tus amigos y familiares voten por aquel que realmente representa lo que quieren. No uses tu voto como un arma de ataque. Esta es una votación, no una guerra. Si lo comenzamos a ver como una confrontación, terminaremos hundidos, separados y con odio.
No, esto no es una guerra. Es una consulta entre mexicanos y mexicanas para decidir lo que le conviene a nuestro país. No dejes que te digan qué te conviene: tú sabes PERFECTAMENTE. No cambies por odio. No cambies tu voto por el qué dirán. No compres su odio. Perder el poder hace también perder la razón.
No hay bandos. No dejes que te vendan esa idea, No es una pelea de box. En una democracia o ganamos todos o perdemos todos. En libertad, se vota por el mejor, más allá de colores, de acentos, de lugares de estudios o de estatus social.
No compres su odio. No compres sus rencores. Vota por el que más soluciones te dé, no por aquel que quiera destruir a sus contrincantes a base de COBARDES ataques de odio.
NO VOTES POR EL ODIO! NO VOTES POR EL MIEDO!