Milenio Diario publica hoy los comentarios de Maria de las Heras respecto a una encuesta telefonica conducida en Monterrey respecto a las preferencias electorales de los regiomontanos.
La encuesta se hizo preguntando por cual partido votarían teniendo solo DOS OPCIONES. Es decir: PAN vs. PRI, PRI vs. PRD, PRD vs. PAN. Los resultados, según la encuesta, es que en las opciones en las que aparece el PRD, la gente prefiere al PRD. En muchos casos no por convicción, sino para "castigar" o expresar su rechazo contra el PRI y contra el PAN:
El voto “útil” de los regiomontanos
Cualquier decisión en esta vida se puede tomar por dos vías: decidimos directamente lo que queremos y nos interesa, o decidimos primero que es lo que no nos conviene o de plano rechazamos, y a partir de ahí optamos entre lo que queda.
La decisión de por quien votar sigue también las dos vías: en principio los electores con una preferencia estable a favor de algún partido político toman la primera ruta, digamos que deciden por quién votar en positivo; mientras que quienes no tienen una preferencia política estable, y en este momento son la mayoría de los electores del país, lo que normalmente hacen es tomar una decisión siguiendo la segunda vía: primero deciden a quién o qué partido de plano no quieren que gane, y después deciden por quién van a votar, o simplemente deciden no hacerlo.
Si ustedes ponen un poco de atención en cuanta conversación se da en torno a las opciones para el 2006, lo mismo en las mesas de debate que en conversaciones de cafetería entre amigos, podrán notar como a estas alturas de la contienda la inmensa mayoría de las personas a lo mejor no tienen muy claro quién les gustaría que ganara la elección en el 2006, pero prácticamente todos saben quién no quieren que sea Presidente de México por ningún motivo, y además expresan con toda claridad las razones de por qué están en contra de esa opción.
Tratando de explorar precisamente este aspecto del comportamiento electoral, y por supuesto considerando las limitaciones metodológicas que nos impone una encuesta telefónica, esta semana nos enfocamos a medir cómo se distribuirían las preferencias de los electores si sólo tuvieran dos opciones para escoger en el 2006, y escogimos Monterrey y su zona conurbana no sólo por la importancia que tiene esta región en cuanto a su número de electores, sino también tratando de visualizar cómo se comportaría el rechazo por uno u otro candidato, tomando en cuenta que es euna zona en la que hasta ahora las contiendas electorales se han dado entre el PAN y el PRI, sin que el PRD haya mostrado avance electoral alguno.
Si observan los resultados en las gráficas, la marcada división de las preferencias electorales entre los partidos dominantes, lo que provoca es que ante una competencia de uno de ellos contra el PRD, los contrarios se suman a la opción del Sol Azteca elevando las posibilidades electorales de este partido a niveles que ni en su mejor momento han soñado tener.
Por favor al ver estos resultados tomen en cuenta que los entrevistados, para cada par de candidatos, siempre tuvieron como tercera opción responder que no votarían por ninguno de ellos, sin embargo la mayoría optó por alguno, los que están realmente a favor del que escogieron y quienes, sin tener como favorito al contrincante, dicen que votarían por él como una expresión de su posición contraria al otro.
Dado el ambiente político que nos rodea y la evolución de las preferencias electorales para el 2006, al final va a resultar más importante la polarización del rechazo que las preferencias en positivo. Algo similar fue lo que llevó a Fox y no a Cárdenas a la Presidencia en el 2000, la diferencia es que entonces los “odios” estaban enfocados en contra de una y sólo una opción, Labastida, y ahora ya nadie sabe como están repartidos los rechazos.
Nota metodológica.
Encuesta telefónica realizada el día 9 de julio, considerando 500 entrevistas a personas mayores de 18 años, seleccionadas mediante un muestreo aleatorio simple de los números telefónicos del municipio de Monterrey y su zona conurbana. Con el 95% de confianza, el error estadístico máximo que se tiene es de +/- 4.5%
Lo que mas me llama la atención de esta encuesta es que se llevó a cabo, como dice María de las Heras, en una ciudad que se supone que es muy conservadora y de derecha. Así de hartos del PRIAN deben de estar para preferir votar por un partido que, francamente, no se ha molestado en tener presencia en los estados del norte.
Al parecer el "efecto AMLO" es mas fuerte de lo que nos imaginábamos.