ÍNDICE POLÍTICO FRANCISCO RODRÍGUEZ
Si quieres la paz, lucha por la justicia
Pablo VI
MARTÍN ESPARZA FLORES, dirigente del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), debe saber bien de lo que habla en materia de energía. Tiene muchos años sirviendo no sólo a la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, también a su gremio y a no pocos grupos emergentes que reclaman la atención de la que al parecer es una inalcanzable justicia social, ahora trastocada por un ambiguo bien común.
Por eso es que me ha llamado la atención el juicio sumarísimo que hace unos días llevó a cabo, y del cual –ufff, ¡qué bueno!— han resultado inocentes el satélite terráqueo, las formaciones de vapor de agua y los océanos.
Y es que usted sabe, durante largos y muy húmedos días, los habitantes de Tabasco, concretamente quienes hoy son náufragos en Villahermosa, escucharon un machacante y poco creíble discurso oficial, en el cual se inculpaba ex-clu-si-va-men-te a las fuerzas de la naturaleza del mayor desastre civil que en nuestro país ha provocado la corrupción gubernamental.
"La luna, las estrellas, las nubes y las mareas quedan absueltas de toda culpabilidad y ésta recae con todo su peso sobre funcionarios que deben explicar a la Nación en general, y a los tabasqueños en particular, las razones de su conducta", reza la primera parte de la sentencia en este juicio sumarísimo conducido por don Martín Esparza Flores.
Togado por la experiencia, el juzgador apuntó con índice flamígero a quienes, desde su perspectiva, "son culpables del quebranto de miles de familias tabasqueñas": Felipe Calderón, Georgina Kessel, José Luis Luege y Alfredo Elías Ayub…, aunque desde mi personal perspectiva, se ha quedado corto, pues en la condena debió incluir a los más recientes mandatarios estatales tabasqueños –Madrazo, Andrade y Granier--, lo mismo que a los ex Presidentes Zedillo y Fox, junto con su caterva de irresponsables –pero eso sí, bien pagados—colaboradores.
¿Qué llevó a don Martín a dictar tal sentencia? Él mismo lo expone en los considerandos de la minuta que tendrá que ejecutar el pueblo:
"Lo ocurrido se explica de manera sencilla. La presa Peñitas de CFE fue puesta en funcionamiento de espera en octubre. Prácticamente la planta generadora fue puesta en inactividad. El agua no utilizada se elevó sobre el nivel máximo operativo hasta hacerse necesario un desfogue de emergencia. La inevitable orden de abrir las compuertas se dio en el momento más inoportuno, cuando en la región caían intensas lluvias desde hacía varios días. El torrente vertido en el ya saturado cauce del Río Carrizales, de alrededor de 2 millones de litros por segundo durante tres días, lo desbordó e inundó Villahermosa..."
Confirma, pues, la irresponsabilidad en el manejo del agua y de la generación de energía eléctrica: "Salta a la vista que la planta hidroeléctrica Peñitas no estaba en funcionamiento, de otra manera no se hubiera acumulado tanta agua, hasta el grado poner la cortina en peligro de ruptura…". Y todo para favorecer los negocios de los productores privados de energía.
El juez sabe lo que dice, ¿no cree usted?