Andrés T. Morales, escribe en la Jornada:
Jalapa, Ver., 28 de mayo. "El Fobaproa no es cosa del PAN ni menos mía", sostuvo ante cientos de personas el candidato presidencial de ese partido, Felipe Calderón Hinojosa, en un intento por deslindarse del rescate bancario, cuyo costo al erario alcanza ya un billón 320 mil millones de pesos.
Respecto a los espots difundidos por la coalición Por el Bien de Todos (PRD-PT-Convergencia) en los que aparece avalando la aplicación del Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa), Felipe Calderón insistió en que es parte de una campaña de calumnias en contra suya.
Atribuyó al PRI la responsabilidad en el llamado fraude del siglo. Además, insistió en que el candidato de la coalición Por el Bien de Todos, Andrés Manuel López Obrador, puede llevar al país a una nueva crisis financiera, similar a la de diciembre de 1994, que obligó a la creación del Fobaproa.
En su gira "relámpago" por este estado, el abanderado panista encabezó este mediodía un mitin con ocho mil personas en la Plaza Miguel Lerdo de esta ciudad.
Aunque los panistas veracruzanos programaron una visita al mercado La Rotonda, de donde saldrían en caminata hasta el zócalo de la ciudad, Calderón Hinojosa no asistió al centro de abastos y se unió a la marcha tres cuadras antes de arribar al sitio de la concentración masiva.
Ahí estuvo acompañado por el ex fubolista Carlos Hermosillo, quien distribuyó balones entre los asistentes y prometió a Calderón "el apoyo de todos los deportistas del país".
Momentos antes de empezar el mitin, el fotógrafo Alberto Morales, del diario local Política, fue empujado y cayó del templete golpeándose contra el suelo, lo que distrajo al resto de los reporteros gráficos.
Al percatarse de esto, el candidato fue hasta el sitio donde el fotógrafo ya se incorporaba y aprovechó para posar frente a las cámaras extendiéndole la mano al reportero gráfico.
En el estrado también estuvo el ex alcalde de Jalapa y ex militante del partido Convergencia Rafael Hernández Villalpando -desaforado durante la administración estatal de Miguel Alemán por el delito de bigamia-, quien fue presentado como el "representante de Convergencia que se une a Calderón".
En su intervención, Hernández Villalpando aclaró: "vengo como ciudadano y no como representante de ningún partido", tras ofrecer su voto al michoacano.
Felipe Calderón se refirió a los espots televisivos en los que se le señala como uno de los que avalaron el Fobaproa: "Nos quieren calumniar y difamar; no permitimos que eso ocurra. No permitimos porque no es cierto; no es cierto, como dice el PRD, que yo haya firmado el Fobaproa con el PRI", aseguró.
Insistió en que "es una rotunda mentira", ya que, dijo, "el Fobaproa fue la crisis económica que el PRI provocó, pero no cosa del PAN ni menos mía".
Enseguida se lanzó contra López Obrador, al que describió como el abanderado de la ruptura de la ley y la inestabilidad económica.
"Lo que sí les digo es que frente al candidato que representa las crisis económicas, yo garantizo estabilidad económica, un gobierno que mantenga el orden y haga crecer la economía", expresó.
Al referirse al llamado que algunos priístas hicieron para "evitar que la ultraderecha arribe a la Presidencia", mediante el voto útil en favor de López Obrador, así como los que denucian una elección de Estado, Calderón Hinojosa sostuvo que quienes dicen eso son los que avalaron el fraude electoral de 1988, que llevó a Carlos Salinas al poder.
"Si se fijan, ahora hasta Manuel Bartlett, el autor de la caída del sistema en 1988, se ha juntado también a la campaña de López Obrador, y no me extraña, porque era el único de los operadores políticos de Carlos Salinas de Gortari que faltaba por unirse a la campaña del perredista", señaló.
Calderón insistió: "pues como dicen en la escuela, nos vemos a la salida, ya sea uno por uno o en bolita; ni juntos ni separados nos van a derrotar".
Y ESTO LE REVIRA HOY CARLOS FERNANDEZ-VEGA EN SU COLUMNA DE LA JORNADA:
Es hora de que Calderón pague el costo político del Fobaproa.
Especuladores sin escrúpulos financian campañas de los que dicen tener las manos limpias.
Que el estallido de la bronca bancaria fue un problema del gobierno tricolor y que él no tiene nada que ver en el asunto, grita un cada vez más nervioso Felipe Calderón por los certeros señalamientos sobre sus manos sucias en el Fobaproa.
Que el Fobaproa "fue la crisis económica que provocó el Partido Revolucionario Institucional, pero no fue cosa de Acción Nacional y mucho menos" del actual candidato blanquiazul a la Presidencia de la República.
Que, en resumidas cuentas, fueron ellos y nadie más los que hicieron estallar al país, y que quienes le endilgan responsabilidad en el "rescate" bancario de plano "mienten", suplica el cada vez más angustiado Felipillo.
Mala memoria la del michoacano, porque si en algo tiene metidas las manos el Partido Acción Nacional -junto con las tricolores- es en la reprivatización, "rescate" y extranjerización de la banca otrora nacional.
De las iniciativas que sobre el particular presentaron los gobiernos salinista y zedillista, el Partido Acción Nacional votó favorablemente por todas: desde la privatización, hasta la extranjerización de la banca, sin olvidar al Fobaproa-IPAB. Por acción u omisión, ni una sola fue rechazada por los blanquiazules, y en el proceso por allí estuvo presente y actuante el Felipillo, como comprometido militante, legislador o líder del partido.
Cuando Carlos Salinas de Gortari decidió privatizar la banca estatizada por José López Portillo, el Partido Acción Nacional aplaudió y avaló la iniciativa.
Su actual militante lo explica así: "los votos del PAN, indispensables;... hablé con el dirigente nacional del Partido Acción Nacional. Necesitábamos los votos de los representantes de su partido. Luego de la elección de 1988, el número de miembros del PRI en la Cámara de Diputados había alcanzado 260 diputados entre 500, una mayoría simple que podía esfumarse con la pérdida de 10 votos. Además, para la reforma constitucional no bastaba la mayoría simple del PRI: se requería la aprobación de las dos terceras partes de los legisladores.
"Sólo si contábamos con los votos del PAN podíamos llegar a la proporción requerida. Su dirigente, Luis H. Alvarez, mostró muchas reservas: si bien su partido estaba de acuerdo con la medida, iba a ser difícil convencer a todos sus diputados de que participaran en una votación al lado del PRI. Sin embargo, se sumó al propósito; más tarde también se incorporó a la iniciativa Diego Fernández de Cevallos, uno de los dirigentes panistas más lúcidos y de convicciones más firmes....
"La iniciativa fue aprobada el 12 de mayo de 1990 con la mayoría ordenada por la Constitución. Un diputado del PRI votó en contra: la facción de izquierda lo ovacionó. Uno de la izquierda votó a favor: los priístas lo aplaudieron. El apoyo de los diputados priístas fue excepcional. El dictamen fue avalado por 339 votos a favor, obtenidos entre diputados del PRI, el PAN y el PFCRN..." (Carlos Salinas de Gortari, México un paso difícil a la modernidad, octubre 2000).
Que fue el tricolor, que el PAN no tuvo nada que ver y que, en serio, se los prometo, no firmó el Fobaproa, asegura el Felipillo y las aves canoras que los acompañan, entre ellas Diego Fernández de Cevallos y Fauzi Hamdam, quienes también juran sobre la Biblia que no tienen responsabilidad alguna en el "rescate" bancario y en otros enjuagues.
Pobre Felipillo: como dirigente de Acción Nacional avaló el saqueo, a menos que esté dispuesto a reconocer que fue un líder partidista de pacotilla, que nunca tuvo control e influencia sobre sus bancadas en las Cámaras de Diputados y Senadores, y que, de plano, la "legalización" del Fobaproa-IPAB pasó sin su consentimiento.
El asunto es que con el Fobaproa les pegaron -al candidato y a su partido- en medio de las "manos limpias", y ya no saben ni por dónde salir de la barranca, porque en aquellos felices tiempos de la aprobación, junto con los tricolores (los únicos causantes del estercolero, según Calderón), de la reprivatización, "rescate" bancario, Fobaproa-IPAB y extranjerización de las instituciones financieras, los panistas a coro gritaban: "estamos dispuestos a pagar el costo político de estas decisiones".
Y ahora que llega el momento de pagar el costo político por el salvaje saqueo autorizado, la simple idea de cubrir la factura provoca terror en Felipillo y asociados, mientras los mexicanos llevan 12 años pagando -quiéranlo o no, por las decisiones de panistas y priístas- el atraco de un grupo de especuladores que hoy sin pudor alguno financian las campañas de los que -también sin pudor- juran que tienen "las manos limpias".
Las rebanadas del pastel:
A escasos 36 días, los banqueros también están nerviosos, y como no ha sido suficiente el respaldo propagandístico que, con recursos públicos (una vez más), les han otorgado la Secretaría de Hacienda y el IPAB ("el Fobaproa, la octava maravilla más limpia del mundo"), a punto están de difundir una campaña publicitaria para, dicen, "limpiarle la imagen a la banca", algo por demás imposible.
Nadamás quiero agregar a la primera nota que Rafael Hernandez Villalpando, el ex convergencista que le fue a ofrecer su voto a Fecal, efectivamente fue desaforado siendo alcalde de Xalapa, le armaron el delito de bigamia -que dicho sea de paso si había incurrido en ese ilícito- pero ese fue el pretexto para chingarlo, la verdadera razón fue que siendo alcalde y cuando Miguel Alemán tenía escaso un mes de haber tomado posesión de la gubernatura, Hernandez Villalpando ordenó que fueran a depositar varias camionadas de la basura recogida de las calles de Xalapa a las puertas del palacio de gobierno del Estado porque el tiradero que arrendaba el ayuntamiento se le había vencido el contrato. El alcalde le exigía al Gobernador que renegociara el contrato, Alemán le contestó que esa era función de él -del alcalde-. Pero el dueño del predio no quería nada con el alcalde por déspota y prepotente. Y como la ciudad y municipio Xalapeño no tenían donde depositar la basura, el alcalde para presionar al bizoño gobernador se le hizo facil mandar a tirarle la basura a Palacio de Gobierno Estatal. Obviamente esto incomodó tanto al Gobernador como a toda la ciudadanía Xalapeña, porque ese no era de ninguna manera un camino para resolver el conflicto. Finalmente el problema se solucionó y Villalpando tuvo que salir huyendo durante varios años para no caer al bote, hasta que el delito prescribió. Y ahora se presenta apoyando a Fecal. No cabe duda que Dios los hace y ellos se juntan. Fecal y basura, basura y Fecal.
Una razón mas para votar por AMLO y la mayoría perredista al Congreso.