Abascal, responsable de la masacre

Abascal es responsable de la masacre que está perpetrando la PFP en Oaxaca. Es además el ejecutor de una política represiva no sólo contra la izquierda propiamente sino contra quienes defienden el estado laico. Fue, asimismo,el operador de una estrategia neoliberal para golpear los intereses de los trabajadores, cuando estuvo al frente de la STPS.
En la siguiente entrevista él mismo muestra su hipocresía y sus ambiciones, que llegan nada menos que hasta las esferas celestiales.



29/oct/2006 6:39 PM
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Entrevista a Carlos Abascal
Entrevistas - Lunes 23 de octubre (16:42 hrs.)


(Foto: El Financiero/Braulio Tenorio)

Amplia remembranza que va de su paso por el Seminario Conciliar de México a sus relaciones con el presidente electo, Felipe Calderón
Una conversación con Rogelio Cárdenas Estandía



El Financiero en línea

México, 23 de octubre.- En un periplo que tiene como punto de partida la infancia futbolera vivida en el DF de los años cincuenta, el secretario de Gobernación hace para los lectores una amplia remembranza que va de su paso por el Seminario Conciliar de México a sus relaciones con el presidente electo, Felipe Calderón; de sus años en la escuela de derecho a su compromiso como funcionario público; de sus aspiraciones en la vida a los problemas más difíciles que ha tenido que afrontar. Todos ellos ángulos que, sin duda, han coadyuvado a su formación como el ser humano que es hoy.

Carlos María Abascal Carranza nació en México, DF, el 14 de junio de 1949. Es egresado de la Escuela Libre de Derecho (1973). Su vida laboral inició en Editorial Jus, al lado de su padre, donde se desempeñó como obrero y secretario de la gerencia. Posteriormente trabajó en Afianzadora Insurgentes, donde comenzó como mensajero y luego de más de 30 años de servicio se jubiló, en agosto de 2000, como CEO y director general.
Además, ha sido presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), y entre sus logros destaca el haber firmado en 1995, junto con la CTM, el compromiso Hacia una Nueva Cultura Laboral. También ha presidido la Fundación para el Desarrollo Sostenible en México (Fundes) y el consejo de administración de Proliber, así como la vicepresidencia del Instituto Mexicano de Doctrina Social Cristiana.
En 2000 se unió al gabinete del presidente Vicente Fox, donde encabezó la Secretaría de Trabajo y Previsión Social, y a partir de junio de 2005 la Secretaría de Gobernación. En ambas dependencias del Ejecutivo federal ha mostrado sus habilidades para la negociación.
En el ámbito académico ha sido conferencista sobre temas filosóficos, laborales, educativos, económicos, históricos, políticos, empresariales y religiosos; profesor en el curso de formación social de la Unión Social de Empresarios de México (USEM) y de diversos diplomados en diferentes instituciones universitarias.

--¿Cuál es su primer pensamiento del día?
--Mi primer pensamiento es, invariablemente, mi Dios. Me despierto orando, inmediatamente viene a la mente mi familia. El siguiente pensamiento es mi México. Casi nunca mis razonamientos fluyen en un orden diferente.

--¿Cómo fue su infancia?
--Mi infancia fue muy hermosa, porque ni fue sobreprotegida ni distante. Tengo la dicha de haber tenido dos papás muy equilibrados que me dieron la atención adecuada. Recuerdo mi infancia como la de cualquier niño sano que hizo las cosas propias de su edad y a quien, desde muy pequeño, le encantó el futbol. Gracias al futbol perdí un diente y otro me salió chueco. Son esas cosas que suceden en la infancia, pero que son los accidentes que se recuerdan con cariño porque formaban parte de ese gusto por un deporte que todavía me fascina.

--¿Alguna aspiración?
--Me ha tocado ser una persona que combina lo que es el realismo con la esperanza. El realismo que me ayuda a anclarme mucho en mi mundo, conocer mis posibilidades, mis limitaciones, pero con una dosis de esperanza por tener confianza en Dios, en los demás, en mí mismo, de poder ir avanzando en la vida para construir cosas que sean útiles para los demás y para mí. Esa mezcla me hace no ser un soñador, sino un realista con esperanza, que es muy diferente. Y, por supuesto, tengo ideales; éstos me presentan un horizonte de muy largo plazo que culminará, Dios mediante, el día en que concluya mis días en esta Tierra; aspiro a la eternidad.

--Al terminar la primaria usted intentó seguir la carrera de sacerdote y luego de tres años en el Seminario Conciliar de México decidió suspender sus estudios, ¿por qué abandonó el seminario?
--Lo que pasa es que yo tenía tíos sacerdotes a quienes admiraba intensamente, tanto del lado de mi papá como de mi mamá. Te puedo platicar del padre Juan Carranza Chávez, tío de mi mamá, un sacerdote que dejó en esta Tierra una huella de caridad y de amor a los demás, particularmente a los más pobres. Ese sacerdote me generaba una imagen muy bella de lo que para mí era el sacerdocio.
"Por otra parte, el padre Juan Manuel Abascal Infante, hermano menor de mi papá, me deslumbraba porque tenía una inteligencia verdaderamente privilegiada, era doctor en sagradas escrituras. Esa imagen del sacerdote que se dedica al conocimiento de Dios, para poder transmitirlo a los demás, también me seducía. Juntar ambas figuras en mi imaginación, en mi ideal de sacerdote, era muy importante.
"Entonces entré al seminario para saber si era mi vocación, pero el sacerdocio, como todas las vocaciones, son un llamado, y a los tres años dudé de la solidez de mi llamado y me salí con la disposición de probarme y ver si regresaría algún día. Sin embargo, conforme pasaron los meses y los años fuera del seminario, confirmé que mi vocación no era esa, sino la de un hombre casado; además, me gustó el derecho y me encaucé definitivamente por este lado."

--¿Por qué optó por el derecho?
--Hice el bachillerato de administración y contabilidad; sin embargo, no me llenaba el gusto. Además, me gustaba el enfoque humanista del pensamiento de mi padre. Un día, platicando con él, le pregunté qué era el derecho, mi papá me explicó que para él el derecho era, más que las leyes, la justicia. Para él todo lo que había estudiado en derecho le había servido muchísimo para ir construyendo todo un criterio, toda una mentalidad, toda una escritura alrededor de lo justo. Leí algo, platiqué con algunos maestros y decidí inscribirme en la escuela de derecho.

--Los organismos empresariales han pasado de una etapa en la cual sólo buscaban el cabildeo con el Estado y ahora promueven la colocación de cuadros en el gobierno para promover su agenda. Como expresidente de la Coparmex, ¿qué opina usted al respecto?
--Te garantizo que nadie del sector privado promovió mi acceso al gobierno del presidente Fox. Cuando me tocó ser secretario del Trabajo jamás fui parcial en favor de los intereses de uno u otro de los factores de la producción. Siempre me ocupó la justicia y la protección de los más débiles. De hecho, cuando adopté actitudes de exigencia en favor de la justicia social, si con alguien tuve roces fue con empresarios. De manera que me parece que es un error pensar en que los organismos empresariales están incrustando empresarios en el gobierno para que se protejan sus intereses.
"Así como no admito que desde el gobierno un miembro de un partido gobierne sólo para su gente, tampoco admito por ningún motivo, tajantemente, que desde el gobierno un funcionario público tutele o proteja los intereses de clase o de sector. El compromiso es con todos, si no se entiende de esta manera mejor hay que regresarse a hacer dinero y a disfrutar de la vida desde la perspectiva de la generación de riqueza, porque no se está comprendiendo que la función del servidor público es la construcción de la justicia social y del bien común."

--En sus 54 meses al frente de la Secretaría del Trabajo sólo se registraron 194 huelgas, una cifra récord, pues en ese mismo periodo con Ernesto Zedillo hubo 240 huelgas; con Carlos Salinas, 624, y con Miguel de la Madrid, 976, ¿a qué atribuye este gran logro?
--Creo que es un logro de los sectores de la producción donde el secretario, junto con su equipo de trabajo, hicieron su parte. Pero ni duda cabe que aquí hay que reconocerle un enorme mérito al movimiento obrero en su conjunto y, por otro lado, también a los empresarios por su capacidad de entender que había que mejorar la remuneración de las y los trabajadores de manera gradual, compartiendo la productividad y el aumento de riqueza generado por las y los trabajadores. Me parece que el mérito es compartido.

--¿Qué es más difícil, negociar con maestros, sindicatos o grupos guerrilleros?
--Todos son personas y todos tienen al final un lado sensible que tiene que ver con el amor a México. Siempre apelo al lado sensible de las personas; a mí me parece que todos son dignos de ser escuchados y de sentarse a la mesa. Ojalá y todos tengan esa misma motivación de amar a México porque entonces siempre se podrán encontrar salidas dialogadas.

--¿De qué manera le cambió su vida la oportunidad de participar en el gobierno foxista? ¿Podemos hablar de un antes y un después?
--El desarrollo de las personas es gradual, proporcional. No creo en los antes y después, no creo en los grandes parteaguas. La formación de un ser humano es continua, y hay que aprovechar cada día, cada instante que se te presenta para tratar de ser una persona menos incompleta, menos limitada, para tratar de lograr que tu inteligencia y tu voluntad se desarrollen en plenitud para ser una persona más completa, más integral.
"Entonces, la oportunidad de trabajar con el presidente Fox ha sido una oportunidad de oro para seguir avanzando, para tratar ser una mejor persona. Lo que esta administración me deja en mi estructura como persona es una gran experiencia, un gran aprendizaje, y de mi parte una enorme gratitud con Dios y con el presidente que me dio la oportunidad de servir a mi patria desde esta responsabilidad."

--¿Cuál es el consejo más difícil que le ha tocado darle al presidente?
--Ahí me metería en un asunto de Estado que no sería prudente comentar hoy en día, pero sí te puedo decir los que están en el ámbito de la opinión pública. Una tarea muy difícil, por hablar de algo reciente, fue justamente el tema del 15 de septiembre por la noche.

--¿Cómo es su relación con el presidente electo Felipe Calderón?
--Es buena, es un hombre con el que he tratado desde hace algunos años; es respetuosa, y la de un mexicano que espera que el presidente electo haga un gran papel por México.

--¿Si el presidente electo lo invitara a formar parte de su gabinete, aceptaría?
--No me he hecho esa pregunta, y te lo digo con absoluta honestidad intelectual. Mi responsabilidad hoy es con Vicente Fox, y me debo plenamente a mi México y a mi presidente con todas mis energías, con toda mi concentración, de manera que no estoy perdiendo el tiempo en el oficio que muchos ejercen de ser gabinetólogos ni suspirantes.

--El presidente de Estados Unidos, George Bush, se manifestó en favor de torturar a terroristas para obtener información. ¿Qué opinión le merece este pronunciamiento?
--No creo en ningún caso en la tortura, creo en el respeto irrestricto de la dignidad de la persona y en el fortalecimiento de la ley y las instituciones, de los sistemas de inteligencia preventivos, de la educación, de la recuperación de los valores esenciales del ser humano para corregir este tipo de desviaciones. No acepto la tortura.

--¿La inteligencia es necesaria para un país?
--La inteligencia es indispensable para un país.

--¿Se ha hecho inteligencia en el país?
--Tenemos inteligencia en el país, y buena.

--¿Qué le quita el sueño?
--La paz.

--¿Cuál ha sido el problema más difícil que le ha tocado resolver?
--Muchos. Todavía estoy mirando hacia delante los días de responsabilidad que aún me quedan, y lo que tengo que hacer es enfocarme a resolver el problema de Oaxaca.

--¿Cuándo y por qué fue la primera vez que leyó EL FINANCIERO?
--Leía EL FINANCIERO cuando estaba en Afianzadora Insurgentes, cuando me hice cargo de la gerencia, una gerencia que abarcaba precisamente los aspectos financieros de la empresa. Te estoy hablando de los años ochenta. Al ser responsable de esa área necesitaba tener referentes. En aquel entonces consultaba las secciones financieras de los periódicos El Heraldo y Excélsior, las cuales no estaban mal, sin embargo no eran especializadas.
"Empecé a buscar y a buscar, y un día, no recuerdo si en el 82, cayó en mis manos EL FINANCIERO. Me di cuenta de que toda la información que contenía tenía una orientación, un enfoque en finanzas, me gustó. Seguí leyendo otros periódicos por información diversa, pero me gustó mucho el enfoque de EL FINANCIERO que, además, traía información más detallada, más pormenorizada, más especializada. EL FINANCIERO fue creciendo, fue siendo cada vez mejor periódico y me convertí en un asiduo lector."

--¿Qué le ha aportado?
--Me ha aportado sensibilidad en el conocimiento del mercado financiero; me ha aportado un enfoque especializado y objetividad. A veces no he estado de acuerdo con enfoques de EL FINANCIERO, porque no se puede estar de acuerdo con todo absolutamente y gracias a Dios, y qué bueno. Sí me parece que su enfoque tiene que ser mucho más exacto, por ser justamente desde el ángulo de las finanzas. Ni modo de que se ponga a decir que alguna acción va muy bien cuando cayó en el mercado de valores; sin duda tiene que reconocer que cayó y tiene que decirte las causas por las que cayó. Ese ejercicio, siempre alrededor de datos duros, obliga a un periódico especializado en finanzas a ser más objetivo en el enfoque de los temas.

(Con información de El Financiero/Rogelio Cárdenas Estandía/GCE)





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