RESEÑA DE LA PAYASADA DEL ESPURIO Y SUS COMPINCHES, DESDE EL EXTERIOR

Calderón asume la presidencia ante el Congreso

Caldeada la ceremonia en el Congreso

Francisco Robles Nava
Corresponsal de La Opinión

30 de noviembre de 2006

MEXICO, D.F.- Ante el repudio de los legisladores perredistas y protegido por los panistas, en una ceremonia sin precedentes en la historia moderna de México, desde la tribuna del Congreso de la Unión, el ciudadano Felipe Calderón Hinojosa juramentó como presidente constitucional de este país.

“Protesto guardar y hacer guardar la constitución política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanen”, declaró, sin mayor preámbulo, el nuevo jefe de la nación, tan pronto se colocó en el pecho la banda presidencial que le entregó el líder del Congreso.

Justo en ese momento se desataron los gritos de “¡Presidente espurio!”, y “¡Obrador, Obrador, Obrador…!”, entre otros de similar tonalidad, provenientes de las fracciones parlamentarias del Partido de la Revolución Democrática (PRD), del Partido del Trabajo (PT) y Convergencia.

Frente a las protestas de los militantes del partido del ‘sol azteca’, los del Partido Acción Nacional (PAN) comenzaron a arengar “¡México, México, México…!”. Los del Partido Revolucionario Institucional (PRI) ondeaban, de pie, banderitas tricolores desde sus respectivos curules. Calderón llegó a bordo de un helicóptero militar, y fue conducido al interior por decenas de guardianes presidenciales. Vicente Fox, a su lado, lo hizo por tierra en una caravana motorizada.

En medio de este ambiente de crispación política, Calderón Hinojosa levantó la voz para complementar la frase de rigor de su toma de protesta: “… desempeñar leal y patrióticamente el cargo de presidente de la república que el pueblo me ha conferido, mirando en todo por el bien y la prosperidad de la unión…”.

Los panistas optaron entonces por aplaudir estruendosamente, junto con los miembros del nuevo y pasado gabinete presidencial.

Los perredistas respondieron con una rechifla que estremeció las paredes del majestuoso inmueble, al tiempo que levantaban mantas y cartelones con leyendas como “Se ha consumado la usurpación”, “Calderón, eres un espurio”, y “López Obrador es el presidente legítimo”.

La sala de sesiones era un auténtico caos, frente a las miradas atónitas de decenas de invitados especiales, incluyendo jefes de Estado de diversos países, diplomáticos extranjeros, gobernadores, empresarios y líderes religiosos.

Desde una de las más altas gradas del auditorio, George H. Bush, quien representó al presidente de Estados Unidos en el evento, miraba a su alrededor evidentemente impresionado.

Fue entonces que Calderón Hinojosa, siempre rodeado de panistas y elementos del Estado Mayor Presidencial (EMP), apresuró su declaratoria para afirmar que “…y sí así no lo hiciere, que la nación me lo demande”.

“¡Calderón, Calderón, Calderón…!”, se escuchó en un extremo de la sala. “¡Obrador, Obrador, Obrador…!”, en el otro.

El presidente de la mesa directiva del Congreso rápidamente ordenó que se entonara el himno nacional mexicano. La banda militar, con su música, acompañó el coro generalizado de “Mexicanos al grito de guerra…”. Fue el único momento en el que todos los presentes se sometieron al orden, mostrando absoluto respeto por la insignia nacional.

Terminado el himno, los panistas reanudaron el encono verbal con gritos de “¡Sí se pudo, sí se pudo, sí se pudo... ¡”, mientras que Calderón Hinojosa abandonaba la tribuna, tomada por los diputados del ‘blanquiazul’, y salía por una de las puertas laterales, resguardado por decenas de elementos del EMP.

Fue así como el nuevo presidente de México, en un lapso de diez minutos y frente a un rechazo legislativo sin precedentes, asumió el mando del país.

NOTA:Carambas esta reseña, nos da pena, los medios nacionales (la mayoria) solo supieron bajarse los calzones y mostrar el lado bonito, es necesario que del extranjero se les de el ejemplo de como hacer una cronica valiosa como esta.Se nota que aqui no hay chayote.