¿DEMOCRACIA… O demoDESGRACIA?

De la serie

Somos todos imbéciles ?

Por Bruno Van Cauwelaert

Hoy vuelvo al tema de la situación política de México, comprobando que nuevamente Einstein tenía razón: … la estupidez humana no tiene límite!

México continúa en su camino de autodestrucción:

• una vez más se pierde una oportunidad de rescatar algo para el país de lo que aún le queda de fortuna petrolera y gasera (desde hace 25 años no se invierte en términos reales en PEMEX y por eso importamos gasolina, diesel y gas),
• una vez más se pierde una oportunidad de modificar la política de seres humanos baratos (en los últimos 6 años los salarios reales perdieron un 22% de su valor),
• una vez más se pierde una oportunidad de creación de empleos al ritmo necesario (se crearon en los últimos 6 años 240,000 empleos formales promedio por año… la población crece a +/- 1,000,000 por año),
• una vez más se pierde una oportunidad de pelear condiciones competitivas reales en el intercambio comercial con los otros países (remember Fox en Mar del Plata y la posición de México en la OMC, en el NAFTA, etc.),
• una vez más se pierde una oportunidad de recuperar algo de los de más de 100 mil millones de dólares del fraude demostrado y comprobado llamado Fobrapoa o Ipab,
• una vez más se pierde una oportunidad de reiniciar una política económica con resultados positivos en términos de economía real y dejar de tener que soportar el vanagloriarse de los resultados macroeconómicos que sólo reflejan los resultados del circuito financiero (destructor constante y como mínimo… asesino),
• una vez más se pierde una oportunidad de consolidar instituciones de gobierno sólidas y transparentes,
• una vez más se pierde la oportunidad de empezar a cortar con la corrupción institucionalizada, que desangra día a día los recursos del país,
• una vez más se pierde la oportunidad de demostrar que la democracia es un camino conveniente y adecuado, porque nuevamente se convirtió en demodesgracia.

Festéjese entonces el triunfo electoral de Felipe Calderón.




Una razón más para apoyar al Peje en el 2006.