Estados Unidos: ¿en el umbral de una agresión contra Irán? |
lunes, 26 de marzo de 2007 | |
Por Pedro Díaz Arcia El pasado sábado, el Papa Benedicto XVI, en su mensaje a obispos del viejo continente, criticó fuertemente a la Unión Europea por excluir una mención a Dios y a sus raíces cristianas en las declaraciones por el 50 aniversario de la fundación de la UE.
En esencia, las nuevas medidas adoptadas siguen el camino de la resolución del 23 de diciembre, que prohíbe el comercio de materiales sensible y misiles balísticos, así como congelar los activos de los individuos y las instituciones asociadas con programas atómicos. La asistencia del presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad, a la reunión no fue posible; según fuentes iraníes por no llegar a tiempo las visas para que el avión privado del mandatario viajara a New York. Algo que es negado por EE.UU. Según informa la agencia IRNA el Presidente iraní declaró lo siguiente: "Por nuestras creencias, nosotros no vamos en pos de la bomba atómica". El canciller iraní, Manouchehr Mottaki asistió a la reunión, para defender los derechos incuestionables de la nación persa. Los cinco miembros del Consejo de Seguridad más Alemania, obtuvieron el respaldo de Sudáfrica, Indonesia y Qatar, que forman parte de los 10 miembros no permanentes del alto órgano de la ONU, al agregar al documento la importancia de que el Medio Oriente esté libre de armas de destrucción masiva y subrayaron al respecto la importancia de la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA). ¡Es algo realmente impresionante que sancionen a Irán y no a Israel, que sí posee armas de destrucción masiva en la convulsa región! El vicepresidente norteamericano, Richard Cheney, declaró hace algún tiempo que Israel podría actuar unilateralmente, tanto con el apoyo de Estados Unidos como sin él". Se ha conocido que el Consejo suspendería las sanciones si Irán renunciara al enriquecimiento de uranio. El embajador en funciones de Estados Unidos, Alejandro Wolf, expresó cínicamente: "Es suspensión a cambio de suspensión". La agresión contra Irán forma parte de los planes estratégicos de expansión y dominio de George Bush desde su ascenso a la Presidencia de los Estados Unidos. En el año 2000, en el documento "Proyecto para un Nuevo Siglo Norteamericano: los peligros actuales", se insistió en el apoyo de Irán al terrorismo. Estos objetivos agresivos fueron reiterados en el año 2004, en el informe titulado: "El Fin del Mal", en el cual se plantea que la política nuclear de Irán constituye una amenaza para Washington; y según un viejo halcón: "El factor petróleo ocupa cada vez más espacio en la política internacional norteamericana". El viernes 23 de marzo, precisamente el día anterior al acuerdo tomado por el Consejo de Seguridad contra Irán, 15 marinos de la Royal Navy Británica fueron capturados en aguas del Golfo Pérsico y transferidos a Teherán. El actual presidente de la Unión Europea, el ministro de Asuntos Exteriores de Alemania, Frank Walter Steinmeier, exigió: "La liberación inmediata de los soldados". ¿Por qué no exige el distinguido personaje la retirada inmediata de las tropas británicas y estadounidenses de Afganistán e Irak? ¿Es pura coincidencia el incidente con los marinos británicos y la votación en el órgano ejecutivo de la ONU? ¡Esto huele a queso! No hay dudas que Irán está en el colimador de los Estados Unidos y sus principales aliados occidentales. ¡Sólo una pujante movilización de los pueblos del mundo, agotados de tanto desprecio por sus sentimientos y anhelos de paz, podrá evitar una agresión contra el noble pueblo persa! |
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