Cuentan los historiadores qué, en su lecho de muerte, el emperador Romano Septimio Severo reunió a sus dos hijos y herederos al trono imperial, Geta y Caracalla y les dió dos consejos: el primero, que gobernaran juntos como Césares y el segundo, la cual se convirtió en una frase legendaria que perdura hasta nuestros días, qué se preocuparan por pagar bien a los soldados y que no se preocuparan de nada más.
No es un secreto que nuestro presidente constitucional Andrés Manuel López Obrador fue el amplio ganador en el sector demógrafico que abarca a las fuerzas armadas de Méjico. Las tropas, los soldados rasos -y esto es un secreto a voces entre politólogos y sociólogos no chayoteados- no votaron por FeCal. Ahora, los titiriteros del pelele, llaménse Washington, Espino, El Yunque, El Clero, Mouriño, Rámirez Acuña -futuro verdugo de bloggeros- o "Inserte un Nombre Aquí", ante la debilidad extrema con la que el usurpador ha "asumido" el mando, le han dado orden directa de satisfacer totalmente las necesidades e incluso los caprichos de los cuerpos armados Mexicanos para mantenerlos leales y tranquilos. No vaya a ser que se les ocurra ponerse del lado del pueblo...
Cuando se anuncian recortes y "austeridad" en otros rubros, se incrementan los ingresos de los miembros de las fuerzas armadas. Esto no es casualidad. A pesar de lo que los "spin doctors" que no tardan en lanzar loas desmedidas y ridículas a la medida y los traidores PANazis afirmen, esto es tan solo el primer paso de aquella estrategia militarista, oligárquica y totalitaria que el viejo y experimentado emperador transmitió a sus hijos: una vez controladas las fuerzas armadas de una nación (y los medios), poco importa la inconformidad del pueblo.
Esto es tan solo el primer paso. Felicidades clasemedieros, nazis prietos y sicofantes. La suerte está echada.
No es un secreto que nuestro presidente constitucional Andrés Manuel López Obrador fue el amplio ganador en el sector demógrafico que abarca a las fuerzas armadas de Méjico. Las tropas, los soldados rasos -y esto es un secreto a voces entre politólogos y sociólogos no chayoteados- no votaron por FeCal. Ahora, los titiriteros del pelele, llaménse Washington, Espino, El Yunque, El Clero, Mouriño, Rámirez Acuña -futuro verdugo de bloggeros- o "Inserte un Nombre Aquí", ante la debilidad extrema con la que el usurpador ha "asumido" el mando, le han dado orden directa de satisfacer totalmente las necesidades e incluso los caprichos de los cuerpos armados Mexicanos para mantenerlos leales y tranquilos. No vaya a ser que se les ocurra ponerse del lado del pueblo...
Cuando se anuncian recortes y "austeridad" en otros rubros, se incrementan los ingresos de los miembros de las fuerzas armadas. Esto no es casualidad. A pesar de lo que los "spin doctors" que no tardan en lanzar loas desmedidas y ridículas a la medida y los traidores PANazis afirmen, esto es tan solo el primer paso de aquella estrategia militarista, oligárquica y totalitaria que el viejo y experimentado emperador transmitió a sus hijos: una vez controladas las fuerzas armadas de una nación (y los medios), poco importa la inconformidad del pueblo.
Esto es tan solo el primer paso. Felicidades clasemedieros, nazis prietos y sicofantes. La suerte está echada.
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