Esta nota de Álvaro Delgado en Proceso muestra algo muy interesante: fecal estaba muy apurado por irse de San Lázaro. Tanto, que hasta se le olvidó que se tenía que poner la banda presidencial:
Rapidito y bajo protección militar Calderón rinde protesta
Álvaro delgado
México, D.F., 1 de diciembre (apro).- Después de que Vicente Fox se despojara de la banda presidencial, en una ceremonia transmitida por radio y televisión en cadena nacional, Felipe Calderón rindió protesta como el nuevo titular del Poder Ejecutivo, en una tensa sesión de Congreso General, cuyo quórum jamás fue verificado, y a cuyo recinto entró y salió por la puerta ubicada detrás de las banderas.
En menos de cinco minutos, en medio de la custodia de fuerza de tropas del Estado Mayor Presidencial, así como de diputados y senadores del Partido Acción Nacional (PAN), que tomaron la tribuna desde el martes, Calderón logró cumplir con su obligación constitucional de rendir protesta ante el Congreso, acompañado de Fox, quien traía en las manos la banda presidencial que anoche casi se le cae al piso al entregársela a un cadete del Colegio Militar.
Aunque minutos antes de la llegada de Calderón a la Cámara de Diputados prevalecía un ánimo tenso al finalizar la tregua pactada entre los grupos parlamentarios del PAN y de los partidos de la Revolución Democrática (PRD), del Trabajo (PT) y Convergencia, pero sobre todo después de que legisladores perredistas bloquearan todos los accesos al recinto, al final se celebró la ceremonia.
Después de que diputados y senadores priistas ingresaron al salón de sesiones por el palco de prensa y por las puertas ubicadas detrás de las banderas de la tribuna, con cuya presencia el presidente del Congreso, el panista Jorge Zermeño, dio por completado el quórum, repentinamente apareció la figura de Calderón.
Entró por la puerta trasera rodeado por un séquito de miembros del EMP y en medio de ellos Fox, quien llevaba en las manos la banda presidencial, de la que se desprendió minutos antes en una insólita ceremonia transmitida en cadena nacional de radio y televisión.
Zermeño, quien estuvo también custodiado por legisladores de su partido que jamás se retiraron de la tribuna --y aun aislaron a diputados perredistas que pretendían sustituirlos--, condujo la breve sesión con evidentes trastornos.
El más notorio fue que, luego de que Calderón pronunció el texto constitucional de rendición de protesta, llamó a entonar el Himno Nacional sin haber recibido de Fox la banda presidencial y sin que el nuevo mandatario se la haya cruzado en el pecho.
Tuvo que ser el propio Calderón quien le hizo ver tal omisión y rectificó: Solicitó entonces a Fox la emblemática banda y enseguida se la transfirió a quien el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación designó como ganador de las elecciones presidenciales del 2 de julio.
Concluida la entonación del Himno Nacional, que los perredistas cantaron con los puños arriba, y los panistas con la “V” de la victoria, Zermeño dio por concluida la ceremonia, en la que Calderón no hizo uso de la palabra y en la que Fox se despidió de ese recinto.
Sólo entonces cada grupo parlamentario se dispersó y abandonó el recinto, lo mismo que los escasos invitados, incluidos los internacionales, que atestiguaron las murallas con vallas de acero que impusieron un cerco en cinco kilómetros a la redonda, custodiadas por más de 5 mil soldados, muchos de ellos francotiradores.
Así, el operativo para el ingreso de Calderón al recinto fue exitoso, porque el EMP tomó el control de los accesos a las puertas traseras del recinto, por donde Calderón entró y salió, una característica que lo ha seguido desde las elecciones del 2 de julio.
Calderón fue conducido al Auditorio Nacional, también fuertemente custodiado por la tropa, donde tuvo un auditorio absolutamente a favor, y más tarde se le rindieron honores como “comandante supremo” de las fuerzas armadas del país. Por la noche, ofreció una cena a las breves delegaciones que asistieron a su toma de posesión.
Algo que leí en otra parte es que el auditorio nacional esta lleno solamente a la mitad de su capacidad. O sea que solamente la mitad de la capacidad del auditorio nacional apoya a fecal. Y si lo comparamos con los cientos de miles que salieron al Zócalo a apoyar al PRESIDENTE LEGÍTIMO, Andrés Manuel López Obrador, creo que la situación queda bastante clara.
Una razón más para apoyar al peje en el 2006.
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