Politicuentos
Por: Mario Gálvez Narro
Inicio de sexenio
Con la toma de posesión de Calderón a fuerza en el Palacio de San Lázaro concluyó una turbulenta etapa en la vida política nacional, pero al mismo tiempo dio inicio otra. Esa etapa estuvo caracterizada -en el fondo- por el odio cerval que Fox y Marta Sahagún tuvieron a lo largo de seis años por las posiciones de izquierda, y en particular por el profundo odio que dispensaron a López Obrador.
El peso que tuvo esa mujer en las decisiones del gobierno foxista fue sin duda determinante: quiso ser la Evita Perón mexicana y terminó siendo sólo una mujer enferma de poder y de reconocimiento social, que supo aprovechar en su beneficio y el de sus hijos las debilidades emocionales y psicológicas de Fox.
Calderón sabe que para afianzar su muy cuestionada presidencia será clave -y más aún, determinante- el trato que dispense a los Fox.
El enriquecimiento de los hijos de Marta está sobradamente documentado, pero como vivo ejemplo de la debilidad estructural de las instituciones mexicanas, y en particular de las supuestamente encargadas de la procuración e impartición de justicia, está la exoneración hecha a esos pillos.
Dicha resolución tiene el mismo peso moral y la misma credibilidad que la resolución de la justicia mexiquense respecto al escandaloso enriquecimiento de Arturo Montiel y su familia, es decir ninguno.
Por eso mismo tiene peso y justificación de fondo el objetivo que ayer planteara López Obrador, en el discurso que pronunciara al final de la multitudinaria manifestación de repudio a la toma de protestra de Calderón: la restitución de los valores de la política y de la vida republicana. Hay en millones de compatriotas la idea clara de que en el país la justicia no sólo no funciona, sino que promueve la impunidad.
Decía el tabasqueño que “No estoy pensando nada más en una reforma política para cambiar al partido en el poder. No estoy pensando en un mecanismo de quítate tú para que quede yo. Estoy pensando en el derecho del pueblo a eleguir a sus autoridades, sino también a la justicia social, a un saliario justo; estoy pensando e el derecho a la salud”
Sin embargo, lo paradójico del caso es que Calderón parace tener ideas parecidas ya que en su primer discurso ya como presidente constitucional, señalaba que "la dramática condición de pobreza en la que vive el país y de la deuda social que hay hacia los mexicanos más pobres. Para ello, dijo, se reorientará el gasto público a fin de reducir las desigualdades que viven los mexicanos del norte y del sur, de quienes viven en el campo y de quienes lo hacen en la ciudad, entre las inequidades entre mujeres y hombres, así como de los adultos mayores y los jóvenes.
Expresó que para acabar con esta disparidad y discriminación, se reorientará el gasto social para readecuarla en dos direcciones: dotarlo de más recursos y optimizar su utilización."
Lo cierto es que respecto a los dichos y hechos de Calderón hay un evidente divorcio, y prueba de ello es su compromiso de integrar un gobierno plural e incluyente con otras fuerzas políticas distintas al PAN y el equipo que terminó formando, de ultraderecha y de confrontración abierta con la oposición.
Se dirá que hay que darle el beneficio de la duda, pero lo cierto es que él es quien se ha encargado de que se descrea en sus palabras.
La crisis profunda política e institucional que dejó en foxismo se prolongará a lo largo de todo el gobierno de Calderón como una mancha indeleble, pues Fox no tuvo empacho de declarar cínica y desvergonzadamente que él había ganado dos elecciones, que es confesión propia de un delito.
Pero la pregunta que impera en el ambiente político nacional es qué sigue ahora. Lo cierto es que el caso Oaxaca es el que debe seguir, o sea la inmediata licencia de Ulises Ruiz pues es un lastre en la nueva administración federal.
Hay quienes sostienen que Calderón está obligado a seguir los pasos de Salinas para poder legitimarse en el poder, sin embargo, lo cierto es que la legitimidad electoral no se gana a base de golpes mediáticos espectaculares, sino en las urnas. Calderón ha dicho que dialogará con todo aquel que con él quiera dialogar, pero de su parte no hay intención alguna de dar el paso previo o sea construir primero puentes de entendimiento con los otros. La pregunta ¿y ahora qué sigue? sigue pues en el aire.
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SATIRICOSAS:
Traspaso del poder... plutocrático
Por: Manú Dornbierer
Nota original:
02 de diciembre de 2006
En el momento de iniciar estas líneas 12:20 PM, madrugada del primero de diciembre 2006, recién terminó la ceremonia inédita de “El Traspaso de Poder” de Fox a Calderón en la residencia presidencial de Los Pinos. Es obvio que Fox está satisfecho de haber ganado dos elecciones. Calderón está tenso. También es obvio que Fox y su estatura le molestan. Todavía depende de él. Está ahí reunida la plutocracia mexicana. Representan sus intereses los miembros de los Gabinetes ahí presentes, el entrante y el saliente. No sé si reír o llorar. La ceremonia “por si las moscas” olió a naftalina.
Farsa, falsa, fría, fugaz, fea. Reinó en Los Pinos la letra F, de Fox, de Felipe, pero sobre todo la F de Fraude del IFE y del Trife. La F de Fracaso de la democracia.
¿Estarán en México ensuciadas para siempre las palabras, Federación, Federal, Federalismo y por siempre condenadas a ser sinónimo de “Fatalidad”, como lo planeó el PRI en el siglo pasado? Sólo ha podido escapar a la maldición el Distrito Federal, esa paradójica y heroica Tenochtitlan, ciudad Capital de México. No hay que olvidar que se salvó en 1997 del fatídico destino de sometimiento que constituía la Regencia. El regente era un empleado del presidente en turno, no un gobernador de los millones de habitantes capitalinos que no tenían el derecho de los demás ciudadanos mexicanos a elegir (o tratar de elegir) a su gobernante.
El cambio se dio cuando Andrés Manuel López Obrador, presidente entonces del PRD, impulsó hasta el triunfo la candidatura de Cuauhtémoc Cárdenas para que fuera el primer gobernador electo y (relativamente) libre de la ciudad sometida. Fue la única victoria que Cuauhtémoc Cárdenas pudo hacer efectiva. La otra, la presidencial de 1988, no la quiso, no supo, no le interesó defenderla, pactó en lo oscurito con Salinas y por ello en estos días es Cuauhtémoc en este país de rajones, diría Vasconcelos, con la excepción de los millones que hoy vomitamos de asco, objeto de muchas porras.
El itamista y diplomático Volpi, muy de moda, le dedica en “Proceso”, haciéndose eco de la dicha “rajonería” un artículo llamado, “Elogio a Cárdenas” que debió llamar “Elogio a la Cobardía”. Cuauhtémoc siguió la táctica que hoy le recomiendan a López Obrador: sométete al fraude y luego dentro de seis años, ganas. A eso hemos llegado.
¿Acaso ganó Cárdenas algo más que el desprecio de muchos y el puesto que Foxilandia le ofreció para 2010 y que tuvo la desfachatez de aceptar, aunque lo desechó después? ¡Ay Cuauhtémoc!, qué daño te hiciste y nos hiciste.
No pero por más que los “fecalistas” de diversos signos políticos, colores y sabores, han tratado de hacer olvidar el Fraude, ni entre ellos mismos lo han logrado. No sólo los fans de Fox y de Felipe sino los “pragmáticos” que ocultan su “Fe en el Fraude”, tras argumentos vergonzosos. Está impreso en la Historia.
La “ceremonia” inédita fue programada al vapor y mal. Los cadetes mientras más tiesos emanaban, sin embargo, el desconcierto: Fox se quitó la banda y la entregó a un cadete. Se desdobló y la volvió a doblar. Nunca se la puso a Calderón. Luego otro cadete le trajo la bandera que ondeó en su oficina durante los seis años pasados. Y uno más le trajo su propia bandera al espurio. Se habló poco. Fox tenía órdenes de callar. Los comediantes de Los Pinos oscilaron entre lo cómico y lo patético. Porque ellos saben, ellos sí saben lo que hicieron.
Fox lo dijo: Se va orgulloso de haber ganado dos elecciones. Terrible. Me percato desde el fondo de mi conciencia de mexicana que jamás en lo que llevo de vida, una larga vida, he tenido la posibilidad de ver un presidente de mi país en verdad elegido por el pueblo de México. ¿Y Fox? Pues sí. Parecía que él sí. Y la mayoría sintió la gran felicidad que da la dignidad a un pueblo, pero tuvo muy pronto que entender que todo había sido mentira (ver mi libro Sexenio Terminal, capítulo 3), que todo estuvo preparado como siempre. Y hoy otra vez.
Cuando amaneció y volví a prender el canal 52MX, pensé que la consumación del fraude no iba a ser tan fácil ya que los diputados del PRD estaban decididos a detenerla. Pero súbitamente la fatigante mascarada legislativa que duró varios días, por más que hasta pijamas se hayan puesto, fue obvia la claudicación de los jefes perredistas.
Gente de Cuauhtémoc, se dijo cuando fueron elegidos para los puestos de mando en el Congreso el diputado González y el senador Navarrete. Tienen que leer el artículo de Volpi. Y todos los rajones juntos serán tan felices...
Sólo ellos pudieron permitir el acto de David Copperfiels a la plutocracia prianista, encabezada por el pequeño, muy pequeño presidente Calderón- y no sólo de estatura física- que hubiera podido, con sólo exigir el conteo voto por voto, no sólo evitar toda esta crisis sino legitimarse. Qué lástima que no tuvo ni la inteligencia ni la nobleza o simplemente... la buena conciencia para hacerlo.
La F la traerá para siempre tatuada en el alma y el pueblo lo sabe y lo ve. No olvidará. Qué lástima para México que la plutocracia haya consumado el fraude. Somos hoy el país más bananero del Continente, muy lejos de los sudamericanos que tienen elecciones limpias y se construyen un futuro. El acto de ilusionismo gracias a la traición de propios y ajenos, en el Congreso, es brevísimo y vergonzoso: Santiago Creel mastica chicle, Felipe da la espalda a Fox al que le debe “su elección” y le arrebata la banda para ponérsela solito, como Napoleón la corona de Francia. El viejerío panista grita. Los priistas se pavonean. Gracias a ellos una vez más se hunde la decencia.
Y el espurio ha dado a los soldados su primera instrucción autoritaria: impedir el paso a la manifestación ciudadana pacífica que viene del Zócalo al Auditorio Nacional, encabezada por López Obrador. Un operativo militar como nunca se ha visto, dijo CNN. ¡Qué no se moleste a los escasos extranjeros que vinieron a avalar el fraude electoral del dos julio 2006, que se tape el sol con un dedo!
La inconsistencia del pequeño Calderón hace que fuera de lugar anuncie que bajará los sueldos a los burócratas... Felipillo, su Gabinete y sus Fuerzas Armadas son un peligro para el México libre y pacífico al que seguiremos perteneciendo, sea como sea, muchos millones que no aceptamos su mentira.
NOTA:El pequeño Calderon, FECAL1 "el minimo", la rata de dos patas, fecal el "intranquilo, ¿cuanto epitetos merece este desarraigado de la razon? Yo le llamaria simplemente RATERO, asi llega, asi se ira.Tambien en esta nota observamos un detalle, Manu tambien observo un dejo de "derrota" en las acciones de los legisladores del Frente, sin embargo los videos (y no de las televisoras mexicanas, que como siempre han mostrado su amor por la ley televisa) nos muestran que el operativo de acotamiento fue exitoso para los prianes, y no olvidemos que si se atrevian a dar por violada la constitucion con todo y jueces "bien pagados" ¿que mas podiamos esperar? Seguiremos atentos a los acotecimientos que estan por llegar.
Rayuela
Un día, dos países.
El Presidente, encerrado, habló al pueblo sin poder verlo.
En la calle miles del otro país le recordaron que no están con él.
México SA
Presidente por la puerta de atrás; con policía y militares sí pudo
El ex charrito de Bucareli, nuevo guarura del continuismo
Enemigo declarado del populismo, "porque es un peligro para México", el ahora presidente tras bambalinas inicia su función con un discurso y una serie de medidas que en tiempos de campaña electoral fácilmente hubiera calificada de populistas y "peligrosas", aunque según él no es lo mismo ser populista de izquierda ("una promesa falsa, una falacia") que de derecha ("soluciones, es lo que esperan los ciudadanos").
Allá en los no muy lejanos tiempos de la campaña electoral, poco antes del 2 de julio, el Felipillo advertía que "al populismo se le vencerá con un candidato sólido, fuerte y firme, que lo pueda rebatir y desenmascarar". Ni sólido ni fuerte ni firme, pero para "rebatir y desenmascarar" a ese odiado populismo, el ahora minipresidente constitucional anuncia, entre otras cosas, que él y sus funcionarios se reducirán el salario; que a partir de ayer, todos los niños que nazcan en territorio nacional contarán con un seguro médico que "proteja eficazmente su salud"; y que "mantendré y ampliaré el programa Oportunidades, el Seguro Popular y las becas escolares".
Tal vez porque la fiesta de apertura lo impidió, pero no hizo referencia alguna a ciertas promesas de campaña, que lanzó justo cuando más denostaba al populismo: "les vamos a pagar la mitad de sus recibos de luz y gas... con posibilidad de llegar a 100 por ciento en ambos casos". Ello, más el primer año de Seguro Social en beneficio de los patrones que contraten personal, al que ayer calificó como "Programa de Primer Empleo".
El populismo "es una falacia", decía en campaña Felipe Calderón, y a su voz se sumaban las de sus jilgueros electrónicos: entre otras muchas cosas, el populismo es "una promesa falsa", "imposible", "inoperante", "peligroso", "escandaloso", "endeudador", "manipulador"... y ahora pieza fundamental en el arranque de la "continuidad" y, sobre todo, anzuelo en la búsqueda permanente de una legitimidad que difícilmente logrará.
¿Qué decía Calderón sobre las "medidas populistas" de reducir el precio de los energéticos? En marzo decía: "lo que hay que hacer es denunciar la falacia y eso es lo que voy a hacer; no tiene sustento, no hay manera con qué pagar eso; es decir, él, por ejemplo, está planteando una vuelta a la política de endeudamiento del gobierno, que ya sabemos en qué termina... Ya México, en nombre de los pobres empobreció, a través de gobernantes irresponsables, a la mitad de la población. Y eso es lo que pasaría si se llevaran adelante esas propuestas... La gente tiene que saber que la alternativa para salir adelante no es a partir de un capricho de un gobernante... No se trata de bajarlo por capricho del Presidente... La trampa, la salida falsa, es decir que se van a bajar los energéticos por decreto del gobierno; no se trata de sacarle a la gente de una bolsa para metérsela en la otra". En junio: "les vamos a pagar la mitad de sus recibos de luz y gas... con posibilidad de llegar a 100 por ciento en ambos casos". Y en diciembre, lo descrito líneas atrás.
Como presidente por la puerta de atrás, Felipe Calderón es-purio rollo, y tras sus iniciales medidas populistas (que incluyen "cambiar la política social" mediante la ampliación del programa Oportunidades, el Seguro Popular y las becas escolares...") llegó al punto que a sus financieros de campaña les interesaba: no se tocará la política económica; sí vamos por las "reformas estructurales"; más presencia del capital privado en áreas del Estado; mayor inversión extranjera para "generar" empleo; más de lo mismo, pues.
Largo discurso en el Auditorio Nacional, pronunciado entre orgásmicas manifestaciones de la militancia panista y del mundo de las estrellas, en el que ni una sola mención recibió la reforma más urgente que requiere el país: la del Estado.
Sin embargo, para confirmar que "cambio" es "continuidad", se organizó una pomposa comida en el Museo de Antropología con los "representantes de México", también los mismos de siempre: monopólicos magnates, "líderes" sindicales que en tiempos no muy lejanos eran los "grandes peces gordos que terminarán en la cárcel", como Carlos Romero Deschamps, intelectuales y jilgueros orgánicos prestos a cobrar facturas, barones de la Iglesia con sus niños angelicales, y, en resumidas cuentas, todos los que desean "cambiar" a este país.
Sin duda, el aparato militar resultó mucho más hábil y práctico que la bancada perredista en San Lázaro, porque "sí se pudo y sí se puede" entrar por la puerta trasera, tras bambalinas, mientras la cabecita del michoacano apenas se veía en las pantallas del Ministerio de Información de las Estrellas. Y a su lado, el de las botas largas y las ideas cortas, muy cortas, quien se vio en la penosa necesidad de soltar la banda presidencial para aplaudir al ahora minipresidente constitucional. En efecto, se dio el cambio gerencial, pero si el nuevo inquilino de Los Pinos supone que con el numerito en San Lázaro ganó legitimidad, está frito.
Las rebanadas del pastel
Entonces, si alguna alegría deja el primer día de diciembre de 2006 es que no hubo sangre. Eso sí: resultó muy simpático observar al ex charrito de Bucareli, Santiago Creel, en su papel de guarura de la "continuidad", persiguiendo infieles.
cfvmx@yahoo.com.mx/ cfv@prodigy.net.mx
Desfiladero
Historias de ratoncitos
Detenciones de la PFP, casa por casa, en Oaxaca
Piden solidaridad con los presos políticos de Tepic
Ramírez Acuña: la fama de la tortura en Jalisco
Felipe Calderón entró en la Cámara de Diputados a través de un agujero en la pared. Casi cinco minutos después ya se había ido. Más que una "toma de posesión" fue la simple y vulgar consumación de un robo: el supuesto presidente "electo" de México apenas tuvo tiempo de colocarse él mismo la simbólica banda tricolor y darse a la fuga como un ladronzuelo escurridizo que en todo momento estuvo protegido por decenas de militares vestidos de civil.
De esta grotesca y desvergonzada manera, la extrema derecha mexicana protocolizó el golpe de Estado que Vicente Fox puso en marcha el 2 de julio e inauguró uno de los episodios más lamentables de la historia de nuestro país. Ahora, el "gobierno" que el remedo de presidente encabeza desde ayer tiene ante sí una delicadísima prueba de fuego, y si no la supera con un mínimo de habilidad la cuenta regresiva que marcará su fin según los más benévolos, faltan sólo cinco años, 11 meses y 28 días para que termine esta pesadilla empezará a correr mucho más de prisa.
Esa prueba de fuego se llama Oaxaca. El sábado pasado, atendiendo a las exigencias que dos lunes atrás formulara un conocido analista de Televisa, la Policía Federal Preventiva (PFP) disparó contra ciudadanos legítimamente inconformes que exigen la renuncia de un gobernador probadamente asesino. Si ese hecho fue de por sí gravísimo, lo que siguió, y sigue, es todavía peor.
Después de accionar los gatillos, los de la PFP recorren las calles de Oaxaca, tocando de puerta en puerta con listas de nombres y fotografías de personas denunciadas por otras personas en los sótanos de la tortura. Gracias a esta política pinochetista, que aparentemente será distintiva del "gobierno" que entró en funciones ayer, cientos de hombres y mujeres han sido llevados a las cárceles oaxaqueñas.
Pero el pasado lunes, en horas de la madrugada, 141 personas que se encontraban en las prisiones de Tlacolula y Miahuatlán fueron trasladadas de repente a un penal de Tepic, y la medida, que afectó no sólo a las víctimas directas de la represión sino también a sus parientes que ahora deberán gastar fortunas que no tienen para defender y visitar a los suyos viajando del sur al norte de la costa del Pacífico, provocó la ira de la ultraderecha nayarita.
Para los señorones de aquella entidad, la presencia de "los oaxaqueños" así llamados con desprecio chovinista "desalentará" las inversiones productivas, porque suscitará manifestaciones de protesta de parte de los pobres de todo el país que acudirán hasta allá a exigir la liberación de "sus" presos políticos. Y puede que, de algún modo, a esos rupestres hombres de negocios les asista la razón porque desde ayer los familiares de los detenidos llegaron en autobuses desde Oaxaca y montaron un campamento frente al palacio del gobernador.
Su permanencia en Tepic, según se ve, será indefinida, porque mientras padres, esposas y hermanos se instalaban a la intemperie tronándose los dedos de angustia, los tres jueces penales adscritos a la cárcel de El Rincón dictaron por consigna los autos de formal prisión contra los 141 detenidos, entre los cuales hay amas de casa que fueron golpeadas a más no poder, pero también provocadores al servicio de Ulises Ruiz que ahora cumplen tras las rejas la función de extraerles información a los presos políticos para que la PFP arreste así más personas.
Ante esto cobra especial importancia el llamado hecho por la Liga Mexicana de Defensa de los Derechos Humanos (Limeddh) para que grupos ciudadanos, nacionales y extranjeros, se sumen a la lucha por la libertad de los detenidos, una tarea que debe ser tomada muy en cuenta por todas las expresiones de la izquierda política y social.
Prisa tiene prisa
Vicente Fox se ha ido dejando un país dividido por el odio, hundido en la pobreza y asediado por la voracidad de países y empresas que ven en la debilidad de Calderón la oportunidad ideal para apoderarse de Pemex.
En su entrega anterior, Desfiladero se preguntó qué se traía la prensa española contra Andrés Manuel López Obrador. Ahora ya está aquí la respuesta: en compañía del escritor Carlos Fuentes resuelto defensor de la "victoria" de Calderón, y del ex presidente Felipe González cobrador estrella de las empresas españolas en América Latina (recuérdese su desfachatada intervención durante la crisis del corralito en Buenos Aires), esta semana llegaron a nuestro país los meros principales del grupo editorial Prisa que imprime El País, para ofrecerle a Calderón "generosa" y "desinteresada" ayuda en la elaboración de los libros de texto gratuito del próximo ciclo escolar.
¿Qué le pedirán después a cambio? A saber, pero mientras Leonel Cota, líder nacional del PRD, acusaba ayer de "traidor a la izquierda" al presidente español José Luis Rodríguez Zapatero, la alianza entre El Yunque y Televisa dífundía nuevos espots de odio en los que, por ejemplo, una señora levanta la mano derecha, emulando el viejo saludo franquista, al tiempo que dice: "El PRD no es México".
¿Coincidencias? ¿Complicidades? ¿Declaraciones de guerra... sucia? Ya se verá. Por ahora, tras el nombramiento de Francisco Ramírez Acuña como secretario de Gobernación, en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, donde no pocos escritores suscribieron un manifiesto contra la tortura, esta semana circuló el siguiente chiste:
Soldados estadunidenses expertos en tortura y policías de Ramírez Acuña compitieron para ver cuál de los dos equipos encontraba primero un ratoncito. Y así, mientras los gladiadores del Pentágono se ponían de acuerdo para iniciar la búsqueda, los verdugos jaliscienses ganaron el concurso cuando, en menos de quince minutos, presentaron un pequeño elefante que temblaba como gelatina y repetía sin cesar: "Yo soy el ratoncito, ya se los dije, ya se los dije, yo soy, yo soy, ¿dónde les firmo?"
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