DE MENGUAS FECALISTAS Y TELERAS CULERAS.

Serpientes y Escaleras.
Salvador García Soto.
04 de agosto de 2006.

No da el estirón.

Puede que haya ganado la mayor cantidad de votos el 2 de julio, aunque falta que el Tribunal Electoral diga si lo hizo de manera legítima; es probable que lo declaren ganador oficial y le entreguen una constancia que lo acredite como tal; pero lo que no ha logrado hasta ahora Felipe Calderón es transmitirle a los mexicanos una imagen de certeza, de que será un Presidente con la estatura y la capacidad para gobernar a un país y a una sociedad que quedará dividida, polarizada y confrontada cuando termine -si de verdad termina-, el alargado proceso electoral.

Lejos de crecerse ante la turbulencia poselectoral, Calderón ha dado por momentos la impresión de hacerse más pequeño; no ha dejado de ser el candidato del PAN en aquella campaña del odio, el miedo y la confrontación que él y sus estrategas extranjeros, Antonio Solá y Dick Morris, diseñaron y pusieron en marcha como la única forma que encontraron de detener al fenómeno político que llegó a ser Andrés Manuel López Obrador.

Si en la propia campaña Felipe nunca creció y más bien fue levantado por el impresionante aparato que lo impulsó, en el mes que ha transcurrido después del día de la elección Calderón parece achicarse conforme más crece el voluntarismo y la radicalización de su oponente López Obrador.

Frente a la estrategia de ruptura institucional que ha iniciado Andrés Manuel, Calderón recurre al expediente fácil de "la paz" y se autonombra "el Presidente de los pacíficos", como si toda esa franja de votantes que no sufragó por él y que apoyaron a su rival fueran "los violentos". No hay, en el que podría ser el próximo Presidente, ni un discurso ni una actitud de hombre de Estado; no hay un mensaje de certeza, no para los grupos de interés que lo apoyaron y que lo saben de su lado, sino para el conjunto de la sociedad que incluye a quienes él todavía trata de estigmatizar y señalar con sus discursos.

Ya transcurrió un mes desde que, aquella tensa noche del 2 de julio, los mexicanos entramos en un incierto y desconocido laberinto político y legal. La luz que deberá indicarnos la salida, el Tribunal Federal Electoral y el fallo de sus siete magistrados, es desde ahora amenazada y condicionada por uno de los actores en conflicto.

Del lado de Andrés Manuel López Obrador ya no quedan dudas: desconocerá el fallo del Tribunal si no le dan el recuento total de votos que pide y avanzará en la ruta de la radicalización que emprendió con el secuestro de una parte neurálgica de la ciudad de México.

La única duda que prevalece en estos momentos es si, de ocurrir ese probable escenario, Felipe Calderón podrá con el enorme reto de garantizar la gobernabilidad y construir acuerdos, políticas públicas y decisiones inmediatas que eviten la desestabilización y aislen a un movimiento que desconocerá y tratará de minar a su gobierno. ¿Dará el estirón Felipe y podrá gobernar?

Notas indiscretas... Detrás de las entrevistas que Televisa realizó al pederasta Jean Succar Kuri parece estar la mano de los poderosos amigos y cómplices del abusador de Cancún. Aunque el periodista Carlos Loret hizo su trabajo y cuestionó al presunto delincuente, la intención de darle foro para que se presentara como víctima se vio bastante clara.

Es una prueba de que detrás hay toda una red que involucra fuertes intereses que lo mismo alcanza a congresistas que a funcionarios del gabinete del Presidente Fox y a conocidos empresarios. El caso de Kuri pone a prueba al gobernador de Quintana Roo, Félix González Canto , quien deberá demostrar que tiene los tamaños para poner los reclamos de justicia de las niñas de su estado que fueron víctimas de los abusos de Kuri , por encima de los intereses políticos y económicos que ya empezaron a moverse para tratar de exonerar al pederasta...

Los dados se declaran en huelga vacacional y en ayuno informativo por una semana. Volverán a lanzarse puntuales el lunes 14 de agosto y seguirán buscando una Escalera para el país, si es que cuando vuelvan nuestros ambiciosos e irresponsables políticos no acabaron con él.