ÍNDICE POLÍTICO
FRANCISCO RODRÍGUEZ.
EMPRESARIOS: POLÍTICOS "PIRATA"
Quienes creen que el dinero lo hace todo, terminan haciendo todo por dinero.
Voltaire
¿ACEPTARÍA CARLOS SLIM que usted le dijera cómo manejar sus empresas? Obviamente no. ¿Qué respuesta le daría el segundo hombre más rico del mundo si usted le preguntara por qué defenestró a Jaime Chico Pardo de la dirección de Telmex para colocar en su lugar a un nepote? Ni siquiera le contestaría. Como dueño ya de medio país, Slim hace lo que le viene en gana.
Hasta dictar cátedra política, calificando cual kafkiana a la izquierda política con la cual hizo jugosos negocios –compra a precio de regalo de innumerables inmuebles en el centro histórico y en el Paseo de la Reforma--, pero que ahora le estorba en su nuevo arreglo con el Presidente Electo Felipe Calderón.
Enemigos de la piratería, la paradoja es que los empresarios se han convertido en políticos "pirata". No para servir a la polis, para servirse de ella.
El involucramiento creciente del empresariado en la actividad política, actuando como grupo de presión frente al Estado a través de su participación directa en partidos políticos y ocupando cargos gubernamentales, incluidos los más altos, es la tónica de nuestros tiempos.
Los empresarios se han echado un clavado en la alberca política, porque ya no se conforman con ver la acción partidista desde lejos y aportar dinero a campañas electorales ajenas, a cambio de algunos puestos claves en la Administración pública (Hacienda, Comunicaciones, Agricultura), sino que han optado por asumir el poder mediante procesos electorales en los que resulta determinante la capacidad financiera de los partidos políticos que ellos han formado; es decir, los liberales de derecha, como el PAN.
Esto es posible porque los partidos tradicionales como el PRI están hundidos, desde hace años, en una profunda crisis por la ausencia de liderazgos fuertes y confiables, causa evidente de la disminución de la participación electoral y la desilusión cívica, añadidas al hecho de que cada grupo partidario ya tiene un propietario (no su líder), que lo maneja directamente. Slim manejó un rato al PRD. Ahora lo hará con el PAN que repite en la Presidencia.
Así las cosas, para Slim los patrones comerciales no son ajenos a la política, como no lo son cuando ministros religiosos, atletas, docentes, pintores, escritores, escultores, periodistas, músicos y, claro, políticos terminan siendo sus empleados, vía un mecenazgo mal entendido.
Tal comercialización de la política –o de la religión, el atletismo, la docencia, las artes y la información--, definitivamente tiene un ganador: el empresario "político" que por estas vías hace más negocios y protege los que ya tiene.
Y al final, el que predomina es el interés personal por sobre el de la sociedad que seguirá sujeta a su monopolio telefónico.
Por eso es que a los ciudadanos conviene más que a nadie decir no a la piratería política, ¿no cree usted?
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viernes, septiembre 22, 2006
¡NO A LA PIRATERÍA POLÍTICA!
Publicadas por Armando Garcia Medina a la/s 4:54 p.m.
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