Sam García, Revoluciones
¿Qué es lo que te permite seguir respirando en medio de una tierra "tan injusta" y muchas veces indiferente a tu humanidad?, ¿de donde sacar fuerzas para seguir adelante?, ¿por qué luchar cuando por quienes luchas no representan ser “algo bueno, lo que tú esperabas”?
Cuando he tratado de plantearle algo referente a la resistencia civil a la gente que no cree en el movimiento de López Obrador y que se relaciona conmigo, encuentro una barrera inmediata cuando escuchan tan solo el nombre “Andrés Manuel”, como si fuera un ogro, o un ser maligno salido de una historia de terror. Antes de la guerra sucia si conocía de gente que no simpatizaba con el ex jefe de gobierno capitalino, pero no veía que llegaran a mostrar un odio sembrado en el tiempo de las campañas presidenciales. Ese fue uno de los objetivos de la polarización y carcome mucho aún en nuestra sociedad. Es más, hasta mirándole del lado opuesto, de aquellos que no simpatizan con Felipe Calderón, que tristemente le ven con odio.
En lo personal siempre he tratado de ajustar mis sentimientos a lo que creo, a mis principios y a valores universales que delimiten bien me desempeño humano. No es sencillo pero tampoco imposible, lo que en tiempos pasados sacó a flote a pueblos que fueron humillados y pisoteados (similar y/o parecido a nosotros), no fue que un día se juntaron y con armas quitaron a los tiranos, no fue que incrementaron odio y rencores para eliminar al rival de enfrente. Los pueblos que como tales han prevalecido a lo largo de la historia humana son aquellos que han fortalecido su fe, en una sana experiencia de lucha, que si bien imprime coraje, garra y determinación, no se traduce en odio. Sí, se odia cuando hay uno o más motivos, pero no se debe perpetuar la ira, como un pasaje bíblico cita y vale la pena adjudicarlo como regla de vida: “Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo (Ef. 4:26)”, Cuando dice “no se ponga el sol”, habla de que nuestra rabia y nuestro coraje no deben permanecer más de un día, no debe pasar mucho tiempo y nosotros con ese odio almacenado.
Tal parece que en México no solo el objetivo era el fraude, una imposición y "derrotar la izquierda" por parte de los potentados, sino también el desvirtuar el comportamiento de la sociedad, dejarnos en mal estado para sacar ventaja de ello y que mejor que una “polarización” que envuelve mucho odio y rencor sin sentido entre la gente. Lo ves desde los gestos, palabras empleadas y argumentos (muchos absurdos) que dan sobre el hoy Presidente Legítimo López Obrador, desde los medios comunmente es el bombardeo y es lo que solo saben repetir muchas personas como robots.
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Más info: www.revoluciones.org
Mande su opinión a: revolucionesmx@gmail.com
¿Qué es lo que te permite seguir respirando en medio de una tierra "tan injusta" y muchas veces indiferente a tu humanidad?, ¿de donde sacar fuerzas para seguir adelante?, ¿por qué luchar cuando por quienes luchas no representan ser “algo bueno, lo que tú esperabas”?
Cuando he tratado de plantearle algo referente a la resistencia civil a la gente que no cree en el movimiento de López Obrador y que se relaciona conmigo, encuentro una barrera inmediata cuando escuchan tan solo el nombre “Andrés Manuel”, como si fuera un ogro, o un ser maligno salido de una historia de terror. Antes de la guerra sucia si conocía de gente que no simpatizaba con el ex jefe de gobierno capitalino, pero no veía que llegaran a mostrar un odio sembrado en el tiempo de las campañas presidenciales. Ese fue uno de los objetivos de la polarización y carcome mucho aún en nuestra sociedad. Es más, hasta mirándole del lado opuesto, de aquellos que no simpatizan con Felipe Calderón, que tristemente le ven con odio.
En lo personal siempre he tratado de ajustar mis sentimientos a lo que creo, a mis principios y a valores universales que delimiten bien me desempeño humano. No es sencillo pero tampoco imposible, lo que en tiempos pasados sacó a flote a pueblos que fueron humillados y pisoteados (similar y/o parecido a nosotros), no fue que un día se juntaron y con armas quitaron a los tiranos, no fue que incrementaron odio y rencores para eliminar al rival de enfrente. Los pueblos que como tales han prevalecido a lo largo de la historia humana son aquellos que han fortalecido su fe, en una sana experiencia de lucha, que si bien imprime coraje, garra y determinación, no se traduce en odio. Sí, se odia cuando hay uno o más motivos, pero no se debe perpetuar la ira, como un pasaje bíblico cita y vale la pena adjudicarlo como regla de vida: “Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo (Ef. 4:26)”, Cuando dice “no se ponga el sol”, habla de que nuestra rabia y nuestro coraje no deben permanecer más de un día, no debe pasar mucho tiempo y nosotros con ese odio almacenado.
Tal parece que en México no solo el objetivo era el fraude, una imposición y "derrotar la izquierda" por parte de los potentados, sino también el desvirtuar el comportamiento de la sociedad, dejarnos en mal estado para sacar ventaja de ello y que mejor que una “polarización” que envuelve mucho odio y rencor sin sentido entre la gente. Lo ves desde los gestos, palabras empleadas y argumentos (muchos absurdos) que dan sobre el hoy Presidente Legítimo López Obrador, desde los medios comunmente es el bombardeo y es lo que solo saben repetir muchas personas como robots.
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