SE LE ESTÁ CEBANDO A FECAL LA PROTESTA.

No hay condiciones para la toma de posesión de Calderón

miércoles, 29 de noviembre de 2006

Estado de los Estados Batalla campal en el Congreso. (LA JORNADA) Los legisladores panistas y perredistas se liaron a golpes, eso sí a puño limpio, en las escalinatas del salón de sesiones. (AP) Gobierno de mano dura, ultraconservador y entreguista "Halcones", elitistas y saqueadores conforman gabinete "Malas señales" manda el próximo Presidente: PRI y PRD Intransigencia de diputados deriva en vil pelea callejera Por Lilia Arellano "La tiranía totalitaria no se edifica sobre las virtudes de los totalitarios sino sobre las faltas de los demócratas". Albert Camus A 48 horas de que concluya el desastroso "gobierno del cambio" que encabezó Vicente Fox -cuyo primer y único mérito fue "sacar a patadas al PRI de los Pinos"- y de iniciarse la primera administración federal 100 por ciento panista y ultraconservadora, no hay condiciones para la toma de posesión de Felipe Calderón como Presidente de México en el Palacio Legislativo de San Lázaro, donde los diputados del PAN y del PRD tiraron a la basura el diálogo y la negociación y la posibilidad de llegar a acuerdos parlamentarios, y terminaron a golpes la sesión de este martes, proporcionando al pueblo de México un adelanto de lo que ocurrirá el próximo 1 de diciembre, lo que exhibe en toda su magnitud que el sistema político mexicano está agotado, por lo que urge su recomposición para garantizar la gobernabilidad del país y generar las condiciones indispensables para el desarrollo económico, el combate a la pobreza y una más justa distribución de la riqueza. Para agravar la situación de la Nación, en la que prevalecen peligrosos signos de ingobernabilidad y de total desprecio al estado de Derecho, de polarización social, de vulnerabilidad del gobierno federal en el marco de una crisis de inseguridad pública generalizada en todo el territorio mexicano y de un grave desprestigio de las instituciones democráticas a nivel internacional, el Presidente Electo, Felipe Calderón, no hizo caso a las advertencias de los sectores sensibles y pensantes del Partido Acción Nacional y de otras dos fuerzas políticas, el PRI y el PRD, y contra todos los consejos se aferró a pagar las facturas de los apoyos a su campaña presidencial al designar a los integrantes de su gabinete político, entre los que destacó el tristemente célebre gobernador con licencia de Jalisco, Francisco "el duro" Ramírez Acuña, como próximo titular de la Secretaría de Gobernación y, por lo tanto, responsable de la política interior y de la interlocución con los partidos políticos. Tras una serie de jaloneos en su círculo más cercano, Calderón designó también a Patricia Espinosa Cantello, como secretaria de Relaciones Exteriores; a Germán Martínez Cásarez, en la Secretaría de la Función Pública; y a Juan Camilo Mouriño como Jefe de la resucitada Oficina de la Presidencia de la República. Con estos nombramientos terminó, de momento, el pago de los favores recibidos durante el proceso de selección interna del Partido Acción Nacional, que le permitieron derrotar a Santiago Creel a pesar de contar con la bendición de la "pareja presidencial", Vicente Fox y Martita Sahagún, y de los que disfrutó durante la campaña presidencial, que le hicieron posible "derrotar" también al "indestructible" candidato de la Coalición por el Bien de Todos, Andrés Manuel López Obrador, tras una polémica decisión de las autoridades electorales. El panista cerró el círculo que inició con la designación Agustín Carstens en la Secretaría de Gobernación y jefe del gabinete económico, y continuó con la repartición de posición a panistas 100 por ciento puros en el llamado gabinete social, sin tomar en cuenta su perfil profesional y laboral y su total ausencia de capacidad para hacer frente a las serias responsabilidades que tendrán a partir del próximo viernes. Antes de iniciar su administración, Felipe Calderón ya cometió peligrosos errores que pueden costarle muy caro y llevarlo a forzar su dimisión al cargo de mayor responsabilidad en el país antes de que concluya el periodo para el que fue "elegido". Los funcionarios designados para hacerse cargo del área económica nacional, encabezados por el ex directivo del Fondo Monetario Internacional, Agustín Carstens, advirtieron a la sociedad mexicana que las recetas económicas del "Consenso de Washington" aplicadas en nuestro país y en varias naciones latinoamericanas desde hace un cuarto de siglo, y que ampliaron a niveles escandalosos los índices de pobreza, marginación y desigualdad, seguirán aplicándose a rajatabla, sin considerar, ni por equivocación, las necesidades reales de la población. Por lo que toca a los nombramientos del "gabinete social", con Josefina Vázquez Mota y Beatriz Zavala por delante, que recayeron en militantes del PAN sin experiencia en las áreas confiadas, evidenció que las acciones de gobierno para la atención a los principales problemas del país estarán condicionados a la rentabilidad política que le pueda redituar al Partido Acción Nacional. Sin embargo, eso no es lo más grave, sino la necedad de colocar en la posición más importante del gabinete presidencial a Ramírez Acuña. De entrada, la dirigencia nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD), por conducto de su secretario general, Guadalupe Acosta Naranjo, calificó de "mala señal" la inclusión del político jalisciense y consideró que a la Secretaría de Gobernación llegan "los halcones de la política, la ultraderecha del panismo", por lo que "sólo nos esperan "días negros" para México". Afirmó que el gobierno de Calderón Hinojosa será de "mano dura", contrario al interés nacional, y consideró que el actual encargado de la política interna, Carlos Abascal, es "un político moderado", frente al perfil del gobernador de Jalisco con licencia. Acosta Naranjo adelantó que su partido no negociará "ni por telepatía" con Ramírez Acuña, quien es acusado por todos los organismos de derechos humanos de ser un violador sistemático de los derechos humanos en el país. Y mientras el sector empresarial nacional avalaba los nombramientos del gabinete político y consideraba que el próximo titular de la Secretaría de Gobernación, es "un hombre de mano firme que pondrá orden a los conflictos sociales suscitados en el país, en especial en Oaxaca", sectores importantes del PRI consideraron como "una afrenta" y el inicio de otro conflicto su designación. El representante del tricolor ante el IFE y aspirante a la dirigencia nacional de ese instituto político, Javier Oliva, recordó que Ramírez Acuña, "inculpó de delitos al candidato del PRI en Jalisco" y "tomó y aceptó decisiones que derivaron en tortura" por lo que "es alarmante que hoy se integre al gabinete". En contraste, el Comité Ejecutivo Nacional priísta avaló el nombramiento y manifestó en un comunicado que "sin menoscabo de nuestras diferencias políticas, ofrecemos nuestra disposición institucional para que el nuevo gobierno cumpla en lo inmediato con la restauración del orden jurídico y la recuperación de la gobernabilidad en todos los ámbitos de la nación". Como un dato que habrá que tener en cuenta en el futuro inmediato, los cuatro integrantes que conforman el gabinete político de Calderón prometieron honestidad, transparencia y "manos limpias", en el ejercicio de sus funciones. Respeto a la ley, combate a la corrupción y una política exterior responsable y proactiva, fueron sus principales ofertas. Ramírez Acuña ofreció preservar la legalidad, estabilidad e integridad del Estado mexicano. Aunque no mencionó la frase "al precio que sea", advirtió que cualquier acuerdo con la oposición deberá sujetarse a lo que marca la ley. Germán Martínez prometió hacer de la gestión de Calderón "la administración de las manos limpias" y dijo que trabajará para evitar que la corrupción sea parte de la cultura del país. Patricia Espinosa adelantó que la política exterior del nuevo gobierno reposicionará a México en el mundo y apuntalará su desarrollo económico. Y Camilo Mouriño, en una referencia inconsciente a la "pareja presidencial" que este martes abandonó por fin la residencia oficial de Los Pinos, se comprometió a impulsar una oficina que sea ejemplo de honestidad y transparencia en el manejo de los recursos. Ya veremos. Batalla campal en el Congreso Un rumor que corrió como reguero de pólvora en la Cámara de Diputados en el sentido de que los legisladores del PRD tomarían desde este martes la tribuna para impedir la ceremonia de toma de protesta de Felipe Calderón como Presidente de México, hizo que los diputados del PAN se adelantarán a esta acción y se enfrentaran a insultos y a golpes, en una vil pelea callejera, con sus homólogos perredistas. El zafarrancho obligó a concluir antes de tiempo la sesión del pleno de la Cámara Baja. El panista Jorge Zermeño, presidente de la Mesa Directiva, propuso un "pacto de civilidad" para poder continuar con los trabajos parlamentarios, sin embargo, los legisladores de uno y otro bando hicieron caso omiso de su llamado a restablecer el orden. Los vicecoordinadores, tanto del PAN como del PRD, Cristian Castaño y Juan Guerra, respectivamente, se montaron en su macho y advirtieron que no se van a retirar del recinto legislativo de San Lázaro. Incluso, se retaron mutuamente: "a ver quién se mueve primero". El panista Castaño advirtió que su fracción no se retirará de la tribuna hasta que pueda haber un acuerdo y garantías de civilidad, y adelantó que los legisladores que están alrededor de Jorge Zermeño "se quedan ahí hasta nueva orden". Por su parte, el perredista Guerra afirmó que su partido ofreció buscar acuerdos para distender la situación del país, pero "están en la soberbia y nos quieren ignorar como si fuéramos un grupito y eso no lo vamos a permitir, no sólo de frente a esto, sino a lo que sigue". Puntualizó que "ahora nos quedamos tres días ellos y nosotros, a ver quién se mueve primero". Y mientras los coordinadores parlamentarios intentaban buscar una salida a la conflictiva situación en la Cámara de Diputados, se suscitó un nuevo enfrentamiento entre perredistas y panistas, quienes mantienen ocupada la tribuna. El perredista Víctor Varela fue golpeado y empujado por una decena de legisladores panistas. Por la riña, el diputado del PRD por el Estado de México, Alberto López, tuvo que ser desalojado del salón de sesiones en silla de ruedas, mientras que sus compañeros Aleida Alavez y Juan Darío Lemarroy Martínez fueron atendidos en el lugar. Más tarde, los legisladores panistas y perredistas se volvieron a liar a golpes, eso sí a puño limpio, en las escalinatas del salón de sesiones. La trifulca reinició cuando los diputados del PRD intentaron reacomodarse en sus lugares y una diputada escaló hasta el último piso de la tribuna, lo que desató la contraofensiva panista. Los coordinadores del PAN y del PRD acudieron hasta la tribuna para calmar los ánimos. Por lo ocurrido en la Cámara Baja, el Senado de la República también concluyó antes de lo previsto su sesión, "para no polarizar más el ambiente". El perredista Ricardo Monreal informó que su bancada había resuelto por unanimidad solidarizarse con sus compañeros diputados. El panista Santiago Creel pidió agotar los cauces del diálogo y la negociación. El priísta Manlio Fabio Beltrones planteó que el tiempo le ha dado la razón, por lo que insistió en que el acto del 1 de diciembre se lleve a cabo en un sitio distinto al de San Lázaro. Ante estos hechos, los legisladores y la dirigencia nacional del PRD endurecieron su decisión de impedir a como de lugar la toma de protesta de Felipe Calderón. El líder nacional perredista, Leonel Cota, y el coordinador de la bancada de ese partido en el Senado, Carlos Navarrete, advirtieron que no habrá factor de negociación que logre un primero de diciembre terso. A su vez, el secretario general perredista, José Guadalupe Acosta Naranjo, subrayó que no hay condiciones para la toma de posesión de Calderón el 1 de diciembre en el Palacio Legislativo de San Lázaro, dado que sus propios correligionarios tienen tomada la tribuna y "no hay otro lugar, de acuerdo con la ley, para celebrar esa ceremonia". Por la noche de este martes negro para la República, la fracción del PRI en la Cámara de Diputados acordó por mayoría solicitar que el Presidente Vicente Fox no asista a la ceremonia de sucesión de poderes y se analice una sede alterna para el 1 de diciembre. En respuesta, el coordinador del PAN en el Senado, Santiago Creel, sentenció que sí se realizará en San Lázaro y, además, pidió -muy lindo y atento como siempre- al PRI no meterse y limitarse a respetar lo que marca la ley sobre que Felipe Calderón rinda protesta en el Congreso. Este complejo escenario montado en el Congreso de la Unión por panistas y perredistas, ponen en entredicho la decisión de Felipe Calderón de asistir el próximo viernes a rendir protesta al Palacio Legislativo de San Lázaro, porque -vale recordarlo- dijo que "no se trata de un capricho personal ni de una estrategia de grupo", sino de un acto al que lo obliga la Constitución. También la intención del Presidente Vicente Fox de entregarle en esa ceremonia la banda presidencial a su sucesor esta "en veremos". Por si las moscas, el guanajuatense ya elaboró el pretexto perfecto para en caso de necesidad no ir a la sede del Congreso: "por cuestiones de salud"... física o mental. De los pasillos En el ocaso de su mandato, el presidente Vicente Fox todavía se dio tiempo de amenazar al pueblo oaxaqueño. Le advirtió que se aplicará toda la fuerza de la ley a quienes se empeñen en seguir ejerciendo la acción de la violencia en el Estado de Oaxaca. En respuesta, el PRD llamó a organismos internacionales para que intervengan de inmediato en la entidad y se evite a tiempo "un baño de sangre". En la capital oaxaqueña, autoridades policíacas detuvieron a Eric Sosa, hermano de Flavio, uno de los principales dirigentes de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO). Mientras tanto, la posibilidad de reanudar el diálogo entre la Secretaría de Gobernación y la APPO quedó anoche en suspenso, porque los funcionarios federales la suspendieron sin explicación, según la explicación de Florentino López, vocero de esa organización popular. Al cierre de estas líneas había fuertes rumores en el sentido de que algunos dirigentes de la APPO como Flavio Sosa, Zenén Bravo, Evangelio Mendoza y Gustavo López, podrían ser detenidos en las próximas horas. Y como si hiciera falta más gasolina, ante la Procuraduría General de la República, el diputado local panista del Estado de Chihuahua, Manuel Narváez, interpuso una denuncia por sedición "y los que resulten" en contra de Andrés Manuel López Obrador, su vocero, Gerardo Fernández Noroña, y el dirigente nacional del PRD, Leonel Cota Montaño. El legislador argumentó que estos tres personajes han estado incitando públicamente a sus seguidores para impedir la toma de protesta de Felipe Calderón y pretenden violentar el estado de Derecho del país. Por el atentado que sufrieron los legisladores federales David Figueroa y María Mercedes Corral, la Procuraduría de Justicia del Estado de México inició dos averiguaciones previas por el ataque perpetrado por varios sujetos. El vehículo de los diputados tenía 25 impactos de bala producidos por un arma calibre .9 milímetros. Figueroa resintió dos lesiones por arma de fuego, una en cada pierna y una herida en la cabeza. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) recomendó a México eliminar privilegios fiscales para aumentar la recaudación y tener un gasto público más eficiente y de mayor calidad. Sugirió el ejercicio de un gasto público más eficaz, sustentado en el equilibrio presupuestal y reiteró la importancia de que se lleven a cabo las reformas estructurales para reducir los costos de hacer negocios en nuestro país, con el fin de atraer la inversión nacional y extranjera en sectores estratégicos como energía y comunicaciones. Sin duda alguna, los nuevos ministros calderonistas están tomando puntual nota de las recomendaciones del organismo internacional.