¿Qué Está Pasando? 1/II
Escrito por Fausto Fernández Ponte
09-08-2006
Asimetrías
I
Un alud abrumador de mensajes enviados por nuestros caros leyentes al través del ciberespacio tienen por denominador común la interrogante siguiente: ¿Qué está pasando en México?
La interrogante, formulada en una variedad de modalidades y estilos, refleja, asimismo, un espectro amplio de emociones de preocupación, angustia, conturbación e incertidumbre.
Muchos de esos leyentes que se corresponden con nosotros nos leen en los periódicos impresos de nuestro país, pero un grueso nos sigue en la prensa digital, la de Internet.
En la prensa por internet mencionaríanse Diario Libertad (www.diariolibertad.org.com) y La Crisis (www.crisis.com.mx) accesibles al mundo por la amplia red planetaria de comunicación.
Pero otro denominador común que identificamos en esa impresionante carretada de mensajes (contamos 102) es el de que parece existir conciencia de que algo está cambiando.
O, dicho de otro jaez, que algo está por cambiar. Que ese cambio ocurrente y/o porvenir es importante y afectará las vidas de todos los mexicanos, aquí, allá y acullá.
Otros leyentes, en contraste, discrepan e impugnan las interpretaciones que este escribidor le da a los hechos y sucedidos -muchos de ellos inéditos- de nuestro presente.
Incluso, algunos de esos leyentes, amén de discrepar e impugnar -lo cual es muy saludable- insultan, injurian y nos amenazan con causarnos daños físicos y hasta matarnos.
II
Que la discrepancia y la impugnación lleguen a esos extremos es un indicador elocuentísimo de la abismal polarización que prevalece en México entre ricos y pobres.
Y no sólo eso, entre ricos y pobres, sino también entre quienes, sin ser ricos y sí muy pobres, se identifica con aquellos. O pudientes que se reflejan en los depauperados.
Ello es peligroso. Hay familias divididas. En edición reciente, The New York Times incluye una crónica de una mujer lópezobradorista que se divorciará del marido calderonista.
No vayamos lejos: aquí, una anciana muy pobre que nos surte de diarios votó por Felipe Calderón, pero le retiró la palabra a su hijo, un taxista, por lópezobradorista.
Por supuesto, esos episodios carecen de rigor científico, pero registran, en la fe periodística, indicadores de una realidad, la que describen. El país está dividido en bandos.
Y no los dividen Felipe Calderón o Andrés Manuel López Obrador. La división es mucho más profunda y trasciende a estos dos personajes, mas no los intereses que representan.
Y esos intereses son, a nuestro ver, muy claros: los de los ricos adueñados de nuestro país desde tiempo inmemorial y los de los pobres que han descubierto su realidad lacerante.
III
Esta definición, adviértase, no es una exégesis simplista de una realidad socieconómica y cultural insoslayable, sino un sincretismo dialéctico del entorno actual y el histórico.
Esto nos lleva a la profundidad del susodicho antagonismo entre mexicanos, que bien podría conducirnos al odio fraterno y, secuencialmente, a conflictos fraticidas.
Los señores Calderón y López Obrador son actores importantes, cada quien en su contexto y su dimensión histórica. Pero son actores transitorios.
Lo que no es transitorio, sino permanente, es el conflicto -ya histórico- entre los ricos y los pobres, los que tienen en demasía y los que no tienen nada o lo indispensable.
Los que no tienen -los desposeídos- anhelan un cambio de situación y han hallado el detonante y descubierto la coyuntura para promover y realizar dicha mutación.
Pero los que lo tienen todo -son dueños de nuestro país, al que, irónicamente, gobiernan en nombre de los pobres- se oponen a ese cambio de situación. Verían mermada su posición.
Empero, este sincretismo de los componentes de lo que está pasando no desestima la complejidad del proceso de cambio que viene o de mutación actual. Esa complejidad tiene trasfondo.
Y el trasfondo -la historia de México- fija semejanzas yuxtalineales, cualitativas y cuantitativas ayer, el pueblo de México no estaba organizado como sin duda lo está hoy.
Y, por otra parte, en el virreinato de la Nueva España y la independencia el pueblo de México no tenía la densidad numérica de hoy ni existía la tecnología de la comunicación.
ffernandezp@prodigy.net.mx
Glosario:
Sincretismo: sistema filosófico que trata de conciliar doctrinas diferentes.
Yuxtalineales: dicho del cotejo de textos cuando se colocan en dos columnas de modo que se correspondan línea por línea para su comparación más cómoda.
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miércoles, agosto 09, 2006
AYER EL PUEBLO DE MEXICO NO ESTABA ORGANIZADO, HOY SI LO ESTÁ.
Publicadas por Armando Garcia Medina a la/s 1:30 p.m.
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