Me llega el siguiente reporte:
Hoy, AMLO iba a ir con López Dóriga, ya estaba todo armado, cuando le llamaron para decirle que solo le iba a dar tres minutos aire. Pa las pulgas de AMLO, lo mandó a la chingada, directito. Así se las van a gastar estos medios jijos de puta. Continua firme la operación del Estado.
Otro dato... El mismo puto este, López Dóriga, (Vuelto en el Jacobo Zabludovsky del siglo XXI), dijo en su programa de radio que Jaime Avilés no le había enviado ninguna carta, que es su amigo y que así fuera se lo diría en la cara. Pues el mismo Jaime me acaba de adelantar que así comenzará su columna del día de mañana, confirmando el envío de las cartas a su dirección de correo electrónico que sale en la columna de Milenio.
Espero que López Dóriga esté conciente de que con lo que ha estado haciendo desde que se convirtió en defensor de la ley Televisa perdió toda su credibilidad y que ahora, en efecto, se ha convertido en el Zabludowsky de la era de Emilio III. Que caso tan patético de plano.
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