Opinión
México
Universidades patito
Por: Eduardo Ibarra Aguirre (Fecha publicación:24/01/2007)
De las mil 179 instituciones de educación superior privadas, que ya representan 62.3 por ciento del total de las existentes y que atienden a la tercera parte de la matricula (830 mil 862 jóvenes), sólo 14 universidades tienen las certificaciones que garantizan una buena calidad.
Lo anterior no lo digo yo. Lo documentó recientemente la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, mejor conocida por las siglas OCDE, y para quien resulta inquietante la falta de regulación de la educación superior privada en México, que ha propiciado la proliferación de centros educativos sin calidad, conocidos también como universidades patito y que convirtieron a la educación en una mercancía más.
Este fenómeno de mercantilización a ultranza de la educación superior es uno de los frutos más sobresalientes del primer cuarto de siglo de capitalismo salvaje –que en el caso mexicano es simultáneamente de compadres-, y que se cumplen el próximo 1 de diciembre, con Felipe de Jesús Calderón Hinojosa despachando en Los Pinos.
De acuerdo a datos de Josefina Vázquez Mota, la secretaria de Educación del gobierno que promete convertir a México en “Un país de triunfadores”: 20 de cada 100 alumnos abandonan la educación secundaria. En el bachillerato el mismo fenómeno arroja 40 de cada 100 jóvenes.
Mientras que en el nivel superior el panorama actual es dramático, de retroceso absoluto: En el ciclo escolar 1999-2000 de cada 100 alumnos egresados de bachillerato, 87 lograban ingresar al nivel superior. Y para el ciclo 2005-2006, de acuerdo al VI Informe del gobierno del cambio, el de Vicente Fox Quesada y Martha María Sahagún Jiménez, el indicador de absorción se redujo a 79.9.
Son datos duros, que no contemplan las serias inquietudes de la OCDE, expresadas en el estudio Análisis temático de la educación terciaria y que en el capítulo sobre México plantea mejorar la regulación del sector mediante el establecimiento de “requisitos más estrictos para los prestadores de servicios del sector privado y de formas más eficaces para obtener el Registro de Validez Oficial de Estudios (RVOE)”. Insisto: éste sólo lo tienen 14 universidades privadas.
Todo indica que el mismo RVOE no es garantía suficiente de calidad educativa, pues la OCDE demanda fortalecer las reglas para otorgarlo y que los organismos no federales que lo entregan se adhieran al acuerdo 279, que impone condiciones más estrictas para que una institución pueda recibir el registro.
Dicho de otro modo: los mecanismos certificatorios que rigen el mercado educativo y que sólo tienen unas cuantas universidades privadas, no satisfacen los requerimientos por los que se rigen los socios económicos y comerciales de México, agrupados en la OCDE.
Queda demasiado claro que “El país de triunfadores” al que tantos discursos dedica Calderón Hinojosa no rebasa el espacio de la retórica y la venta de ilusiones a una ciudadanía que no sólo exige, sino que empeña sus mejores esfuerzos en la conquista de resultados puntuales y tangibles en materia educativa.
Mientras la educación media y media superior -la básica también pues aún 6 millones de mexicanos no saben leer y escribir-, no sea colocada en el centro de las prioridades nacionales, México no superará los 7.5 grados de escolaridad como promedio, frente a los 13-14 años de los países desarrollados.
Amén de que sin más y mejor educación resultan simples sueños guajiros la competitividad y la productividad, la mejora del ingreso de las personas y las familias, y más aún la equidad y la justicia.
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miércoles, enero 24, 2007
EDUCACIÓN DE "CALIDAD AZUL."
Publicadas por Armando Garcia Medina a la/s 8:17 p.m.
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