01/09/2006 | 19:33 hrs
Alvaro Ramírez Velasco
Y cuando Fox llegó, los perredistas estaban ahí
México, DF.- Andrés Manuel López Obrador cumplió su deseo de ver “humillado” a Vicente Fox, quien tuvo que dejar la sede de la Cámara de Diputados sin dar el mensaje a la nación, luego de que senadores y diputados del PRD, más de 150, se apoderaran de la tribuna.
Por primera vez en la historia, un mandatario dejó el recinto sin cumplir con ese protocolo y tuvo que ceñirse a lo que marca el artículo 69 de la Constitución, pues sólo asistió al inicio del periodo ordinario de sesiones y entregó su informe por escrito, como marca la Carta Magna. El protocolo tuvo que ser soslayado.
Sin embargo, todo ocurrió muy a pesar de Vicente Fox, quien al llegar a San Lázaro le indicó a uno de los mandos del Estado Mayor Presidencial y al secretario de Gobernación, Carlos Abasca Carranza, que quería llegar al Salón de Sesiones, en donde los perredistas exigían “voto por voto, casilla por casilla” y “sufragio efectivo no imposición”. Le insistieron que no. Remilgó pero tuvo que conformarse con entregar el documento en el lobby del Palacio Legislativo, al panista Rodolfo Pérez Gavilán, secretario de la Mesa Directiva del Senado de la República.
Al lado de Fox, mientras dialogaba con Carlos María Abascal Carranza estaba el ex gobernador poblano Melquiades Morales Flores, quien era parte de la comitiva de cortesía que acompañaría al mandatario al ingresar al salón, lo que ya no ocurrió. Melquiades se veía nervioso, incómodo, y apenas cruzó palabra con el mandatario.
Afortunadamente para él, no debió cumplir con la ingrata tarea de acompañar al Presidente a la tribuna, en medio de la manifestación perredista. Fox se retiró molesto.
A pesar del riesgo, el presidente de la República quería llegar al Salón de Sesiones, pero la recomendación del Estado Mayor y de su secretario de Gobernación, al final fue acatada por el mandatario.
El discurso
El mensaje que Vicente Fox leería en tribuna, era breve y festinaba la “democracia” y la “transición pacífica”, después de seis años de gobierno. Contenía frases directas y de autoelogio, que se espera que retome en su mensaje a la nación, a través de la cadena nacional.
“Democracia es sinónimo de libertad… Hoy vive México un régimen de libertades… La pobreza y desigualdad siguen siendo los principales enemigos… En seis años el país ha cambiado… He dado lo mejor de mí”, eran algunos de los pasajes del frustrado discurso.
Mientras todo esto ocurrió, en el Zócalo capitalino, en carpa instalada al lado del templete, un hombre estaba feliz, según comentan sus cercanos. Desde las 18:00 horas, Andrés Manuel López Obrador, quien sabía lo que iba a ocurrir, festejaba haberle ganado, al menos en el terreno simbólico, al presidente Vicente Fox.
Cambio la historia, la investidura presidencial fue sensiblemente abollada, pero “como respuesta a las mismas actitudes beligerantes del mandatario”, decían sus colaboradores.
imprimir nota
enviar nota
comentarios@e-consulta.com.mx
Hoy | La ley de Herodes | Punto de vista | e-humor | Contracorriente | Interes general | Strategos
Resumen financiero | Observatorio ciudadano | Comentarios | Casas y cosas | Vínculos | Publicidad | Directorio
© e-consulta es un Periódico Digital de Consultoría Contracorriente S.A. de C.V.
® México 2005
/tr> |
viernes, septiembre 01, 2006
El traidor pretendía cubrirse de autoelogios
Publicadas por Edgar González Ruiz a la/s 9:13 p.m.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario