Manuel Camacho Solís escribe en el Universal:
La marcha.
En las próximas semanas la protesta postelectoral se organizará en torno de una marcha nacional por la democracia. A partir del miércoles empezarán a salir desde 300 ciudades de toda la República marchas pacíficas rumbo a la capital. En el momento que sea conveniente llegarán al Distrito Federal. El escenario ideal sobre el que se movían el gobierno y el PAN para intentar un albazo o convencer a sus aliados de que nada pasaría ("no se preocupen, las movilizaciones durarán dos semanas y después se empezarán a diluir") ya no ocurrió.
Por la manera como ocurrieron los hechos antes y el día de la elección, la movilización social será un nuevo ingrediente de la política para los desenlaces y tiempos por venir. Entender lo que está pasando y puede pasar en la calle es tan importante como entender cuál ha sido la distribución de posiciones en el Congreso.
Hasta antes de la asamblea informativa del sábado en el zócalo, nadie sabía exactamente el alcance ni el contenido de la inconformidad social que había producido la elección. No lo sabía ni la comisión que la había convocado. Ahora ya sabemos: muchos mexicanos están convencidos de que hubo múltiples irregularidades en la elección y están dispuestos a movilizarse en un número y con una consistencia tales que su participación se convierte en un factor clave para los desenlaces del proceso electoral y para lo que ocurrirá en los próximos meses.
El sábado por la tarde, en vez de subir al templete donde estaban los dirigentes de la coalición Por el Bien de Todos, preferí quedarme abajo -con la gente- para saber con mayor precisión cuál era el estado de ánimo de quienes ahí estaban reunidos. Quería tener elementos más sólidos para evaluar cómo reaccionaría la gente en las próximas semanas.
Mis puntos de comparación son los mítines anteriores. Es el conocimiento que tengo sobre las marchas y protestas de los últimos tiempos. Son algunos años de haber investigado en El Colegio de México cómo crece la inconformidad social y cuáles son las opciones para que ésta aterrice. Quienes estaban ahí sabían por qué. Pero sobre todo estaban decididos a mantenerse en pie de lucha. Me sorprendió su nivel de información política.
La gente ahí reunida y muchos más están enojados -muy enojados- con lo que ocurrió. Están convencidos de que hubo fraude y no están dispuestos a dejarse. Por decenas se me acercaban para contarme sus experiencias. "A un número muy grande de viejitos los rasuraron del padrón". "El dueño de la empresa nos dio una conferencia para decirnos que si votábamos por AMLO él iría a la quiebra y nos quedaríamos sin empleo". "En mi pueblo en Guanajuato estaban desesperados por conseguir más votos: empezaron comprándolos a 250 pesos y al final los pagaban a mil; sabían exactamente qué puerta tocar y se fueron sobre quienes no votan". "En Veracruz sacaron del padrón a muchos compañeros que son perredistas".
Algunos dirán que eso que dice la gente no es cierto: lo importante es que están convencidos de que sí es cierto y no están dispuestos a dejarse.
"Mire, lo que hicieron no es contra Andrés Manuel, es contra nosotros, contra mí, contra mis derechos políticos". "Si ustedes no van al final, nosotros sí lo haremos; confiamos en que AMLO no nos va a traicionar".
En las próximas semanas el país se movilizará en una escala sin precedente. A nosotros toca poner todo lo que está en nuestras manos para que el proceso sea ordenado y pacífico. A los demás les toca reconocer un hecho que probablemente no previeron en la extensión e intensidad en la que se está presentando.
Al final del proceso tendrá que haber una respuesta: la única que dejará tranquila a la gente es que se cuenten los votos. Voto por voto, como dice la consigna. O recuento total, como dice el editorial de The New York Times.
Después de la polarización que se provocó y por los hechos que ocurrieron antes y durante la elección, más nos vale a todos pensar en grande y ser generosos en grande. Sólo así se evitará un desorden creciente en la nación.
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lunes, julio 10, 2006
LA MARCHA.
Publicadas por Armando Garcia Medina a la/s 3:15 p.m.
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