Chéquense el excelente análisis en este blog: nos plantea un escenario francamente desolador, pero probable si la ultraderecha se descara y se juega el todo por el todo. Por razones de espacio no lo públicamos íntegro, pero los instamos a que lo lean. Ojo, en especial, gente del PRD.
Una razón mas para apoyar al Peje en 2006.
No habrá ya otro candidato como López Obrador. Para el 2012, López Obrador será un opositor más avejentado que el candidato lleno de enjundia y vigor que fue en el 2006, y esto lo saben muy bien los cerebros que dán las órdenes dentro de los confines del Yunque. El PRD no tendrá otro como él en mucho tiempo. Por otra parte, el PRI pasó a ser la tercera fuerza política de México, y no tiene ya esperanzas de poder volver a ser lo que alguna vez fue, de poder ocupar nuevamente el primer lugar, no cuando dejó tantos malos recuerdos y sinsabores tras siete décadas con su monopolio ininterrumpido del poder.
La extrema derecha mexicana, asociada a los intereses del gran capital, contará de aquí en adelante con holgados recursos económicos para ahogar las modestas campañas que en el futuro quieran montar sus adversarios cuando la Presidencia de México esté en juego, las cuales serán una lucha desigual en la que sólo quedarán un PRD sin recursos económicos para pagar los costosos promocionales requeridos para contrarrestar la propaganda masiva contratada por el PAN en el poder, y un PRI disminuído que es ya un fantasma de lo que alguna vez fue. No se ve ya, ni a mediano ni a largo plazo, la forma en la cual México pueda expulsar a la ultraderecha Yunquista del poder. Y menos cuando la fanatización de sus juventudes con las torcidas idelogías de la extrema derecha continuará dándose sin punto de reposo.
México, ahora sí, firmemente en manos de la ultraderecha, sin esperanzas ni posibilidades inmediatas de poder desprenderse de la gente que lo está gobernando tras las sombras.
¡Pobre México! ¡En manos de quiénes vino a caer!
Una razón mas para apoyar al Peje en 2006.
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