EL MURO.

18-03-2007

El muro no es contra los “ilegales” es contra la clase trabajadora

El Muro es una Canallada

Fernando Buen Abad Domínguez

Rebelión/Fundación Federico Engels

Este Muro es una agresión más contra los trabajadores empobrecidos y devastados por el capitalismo. Es una bofetada totalmente cínica. 1.200 millones de dólares para el muro. Aprobaron por 283 votos contra 138 el proyecto HR 6061(muro fronterizo), un muro de mil 200 kilómetros. Los demócratas aseguran que la cerca tendrá un costo de US$7.000 millones, tomando en cuenta la información del Departamento de Seguridad Interna. Esrte Muro también es una forma de guerra y castigo contra las “minorías” que expresaron de manera inédita su fuerza y conciencia el primero de mayo de 2006.
Este Muro insulta la dignidad de todos los trabajadores que buscan fuentes de ingreso a cualquier costo porque el capitalismo, con sus aberraciones, los expulsa de sus países. Este Muro es un castigo a las expresiones rebeldes de la clase trabajadora, es una “guerra” de clase plagada de métodos mass media tele-dirigidos contra todos los trabajadores que ya se disponen a dar por terminada una era de explotación y miseria criminales. El Muro es una acción represiva, intolerante y nazi-fascista. No es una forma de proteger al país contra el “terrorismo” o contra el narcotráfico... es una agresión contra la clase trabajadora de toda Latinoamericana, de los Estados Unidos del mundo entero. No podrán engañarnos.
Ese Muro es un castigo que costará la vida a miles de inocentes, un asco pergeñado por las mafias económicas y militares contra los trabajadores. Un golpe de odio que se deja sentir con todo su peso la propaganda servil de los mass media amaestrados para la violencia contra los trabajadores, dentro y fuera de los Estados Unidos, porque las luchas obreras y campesinas en USA crecen y adquieren un gran significado histórico. Este muro representa el odio de clase de las empresas nacionales e internacionales que han exprimido a los trabajadores propios y foráneos en USA y en el resto del mundo. Es el mensaje del odio burgués asustado desde el primero de mayo, incluso, por la mega manifestación de los trabajadores que anunciaron su hartazgo ante la degeneración del capitalismo globalizado.
Este Muro es expresión concreta de un plan para intensificar la protección de los mercados, el abaratamiento de la mano de obra, el tráfico de la materia prima saqueada a los pueblos. Con el Muro se intensifica la represión policíaca y militar, en todos los rincones del mundo y en todos los kilómetros del muro, para degradar más las condiciones a las que los trabajadores son sometidos dentro y fuera de sus países de origen.
Es preciso profundizar una lucha contra el Muro. Una lucha que sepa entender el papel decisivo que puede jugar la clase obrera estadounidense. Una lucha que es un desafío a la clase trabajadora y que pone a prueba nuestra capacidad de impulsar un movimiento internacional contra el imperialismo y sus muros en cualquier parte del mundo. Un movimiento desde abajo — es decir, entre las masas de los pueblos trabajadores — una estrategia internacional cuyo objetivo es la destrucción de este Muro y todos los Muros hacia la transformación total de la sociedad.
Es preciso repudiar el Muro que trata de dividir a los trabajadores por razones de nacionalidad, grupo étnico, raza, sexo o religión. Derribar el muro que se financia también para socavar y debilitar la unidad de la clase obrera. Rechazar el Muro con una movilización internacional enorme y alentar el desarrollo de la consciencia por la independencia política de los trabajadores y la dignidad humana para siempre. Es necesario romper el Muro, por un lado y por el otro, a manos de los movimientos sociales más avanzados, los sindicatos obreros industriales, los movimientos por los derechos civiles, los movimientos contra la barbarie y la miseria... romper el muro con la fuerza de la clase trabajadora.
Aquel que no luche contra el muro de manera abierta y concreta, demostrará una vez más su desprecio hacia los trabajadores. Por eso este muro deberá ser blanco de miles de manifestaciones de repudio en el interior del país y en el exterior. Porque se trata de una agresión contra los derechos democráticos y tal agresión es un castigo que tiene sus raíces en los cambios ocurridos en la sociedad estadounidense como consecuencia de la desigualdad social y la putrefacción del sistema político y económico. El abismo social ha crecido tanto que ya el sistema se preocupa por las protestas de la población que ha comenzado a expresar su hartazgo, hombro a hombro, con los trabajadores indocumentados.
Ese Muro debe ser derrotado por los trabajadores en pie de lucha. No se caerá solo. Aunque el Muro manifiesta la crisis interna que azota al capitalismo estadounidense y los niveles de desigualdad social no vistos desde hace décadas, no caerá sin la acción decisiva de los trabajadores. El Muro no es sólo expresión de lo que pasa en los Estados Unidos, es un signo internacional de las tensiones sociales y expresa la necesidad de las oligarquías por reprimirnos hacia adentro y hacia afuera incluso con cercos y militarismo. El Muro mismo representa un fracaso de la democracia estadounidense. Una expresión de impotencia y odio de mafias que fabrican, en secreto, su poder por medio de fraudes. Los funcionarios cancelan el gasto social y despilfarran en represión.
El muro es una agresión contra la clase trabajadora golpeada por todas partes. Los funcionarios eliminan los programas de bienestar social, los sistemas escolares son un desastre, el sistema de salud carece de fondos y los servicios gubernamentales se reducen drásticamente. Crece el desempleo a tazas infames... crece el fraude, el robo, y actividades ilícitas a expensas de millones de trabajadores que perdieron sus beneficios y sus condiciones de trabajo a través de la reestructuración burguesa del trabajo. Los mismos métodos en la política interior tanto como en la exterior. El Muro pretende esconder la acumulación de la riqueza basada en destruir los empleos, los servicios sociales, los niveles de vida y los derechos democráticos.
Es imprescindible convocarnos a emprender una lucha contra el Muro, contra el militarismo y contra el capitalismo. Una lucha internacional de los trabajadores contra toda forma de agresión de la clase que monopoliza la riqueza. Que el Muro caiga como una conquista más de los trabajadores y que con él también caiga el capitalismo que por sí mismo, además de devastar los ecosistemas, es otro Muro que impide el desarrollo de la humanidad.
¡Cerdo Bush, derriba el muro de la frontera!, exige Roger Waters ¿Y qué exigirán los políticos mexicanos?