REFORMA.
Miguel Ángel Granados Chapa.
La protesta de Clouthier.
Ni el candidato panista, conocido como "Maquío", ni su partido concedieron legitimidad a la elección de Carlos Salinas y denunciaron su imposición mediante diversas acciones de resistencia civil, entre ellas un referéndum para determinar quién fuera Presidente.
Escandalizados por la resistencia civil pacífica organizada por Andrés Manuel López Obrador, y la comparación con acciones semejantes protagonizadas por militantes del PAN en el pasado, los jefes de ese partido y su candidato presidencial alegan que éste es otro México.
Lo es, sin duda. Pero en el pasado la percepción desde el poder, que es la que tienen hoy los líderes blanquiazules, era que vivíamos en una democracia fluida, cuyo funcionamiento no autorizaba aquella forma de protesta civil. Los panistas creían lo contrario, como lo estiman ahora los seguidores del candidato de la coalición Por el Bien de Todos.
Conviene, por lo tanto, hacer memoria y recorrer el trayecto de la protesta de Manuel J. Clouthier ante el fraude electoral de 1988. Inconforme desde el primer momento con el resultado de la elección en que participaron también, desde la oposición, Cuauhtémoc Cárdenas y Rosario Ibarra, el 11 de julio el antiguo dirigente patronal anunció la realización de un referéndum nacional: "Todavía no empiezo a luchar (pero) tengo la convicción de que lucharé hasta el último aliento que tenga de vida".
El primer acto de esa iniciativa se efectuó en Guadalajara, en la plaza de la Liberación, ante unas 15 mil personas. Explicó que el referéndum "servirá para saber si los comicios del seis de julio fueron limpios, y quién debe ser el próximo presidente de México". El propósito era que los comités municipales panistas recolectaran firmas, por lo menos medio millón para dejar constancia del rechazo ciudadano a la imposición de Salinas.
Mediante acciones en dos vías, la callejera y la institucional, Clouthier encabezaba o se solidarizaba con la resistencia que el panismo ejercía sobre todo en el norte, bloqueando carreteras y puentes internacionales y plantones ante los comités distritales electorales.
Él mismo efectuó un plantón en el atrio del palacio de Bellas Artes, el 12 de julio, en espera de encarar al presidente Miguel de la Madrid, que acudió a la ceremonia del Día del abogado. Naturalmente, el Estado Mayor Presidencial impidió que siquiera se aproximara al Ejecutivo.
El 8 de septiembre, Clouthier acudió a la Cámara de Diputados, en vísperas de la calificación electoral. La comisión dictaminadora había instado a los candidatos impugnadores a comparecer ante ella para exponer sus querellas.
Cárdenas rehusó presentarse ante ese petit comité, demandando ser oído en el pleno cuando se calificara la elección, como se permitía hacer a algunos candidatos a diputados y senadores. Clouthier aprovechó la comparecencia para proclamar que era "preciso anular las elecciones del seis de julio en virtud de que tanto el marco legal en que se desarrolló todo el proceso como las condiciones previas a la jornada electoral, las irregularidades cometidas en el mismo día de los comicios y la manipulación de los resultados, impiden el pleno ejercicio de la soberanía del pueblo".
Declarado Salinas Presidente electo, Clouthier encabezó la ceremonia alterna del Grito en la glorieta de la Independencia. Unas 15 mil personas cantaron el Himno Nacional, escucharon a José Ángel Conchello leer el acta de independencia y a Clouthier gritar los vítores tradicionales (que incluyeron a Iturbide y un sonoro "¡muera el mal gobierno!") y luego un discurso del propio Maquío que contrastó la autoridad moral que estaba allí presente con la formal que encabezaba la ceremonia en Palacio Nacional.
Aunque insistió en declarar al de Salinas un gobierno de facto, al que no reconocía legitimidad, el PAN decidió ofrecerle la posibilidad de reivindicarse, de curar su mal de origen mediante la legitimación de desempeño.
Salinas ofreció modificar la legislación electoral. Impaciente al cabo de la primera quincena del nuevo gobierno, y ante otros fraudes en elecciones locales, Clouthier inició un ayuno el 15 de diciembre, que no cesaría sino hasta la emisión de las nuevas leyes. Empero, la huelga duró sólo una semana, en que unos 75 legisladores se solidarizaron con el líder panista, a quien también acompañó el dirigente juvenil panista, Felipe Calderón.
En febrero de 1989 Clouthier estableció el gabinete alterno, el shadow cabinet, que estuvo integrado por Diego Fernández de Cevallos como responsable de política interior, Jesús González Schmal (que andando el tiempo se marcharía del PAN y como diputado de Convergencia investigaría hasta hace unas horas las andanzas de los Bribiesca Sahagún), de política exterior, doña María Elena Álvarez, de política social, y en el que participaron también Carlos Castillo Peraza, Fernando Canales Clariond, Moisés Canale, Rogelio Sada Zambrano. Y el diputado Vicente Fox Quesada, que fue responsable de la cartera de asuntos agropecuarios.
En junio, Clouthier viajó a Washington, a participar en reuniones con la Fundación Heritage, el centro de estudios Carnegie, el Centro para la Democracia, el Centro Wilson de la Smithsonian Institution y el Consejo para el Desarrollo de Ultramar.
Además de denunciar en todos los casos la falta de democracia y el fraude de que había sido víctima, Clouthier hizo un alegato que lo acercó peligrosamente al Presidente cuya actuación lo lanzó directamente a la política. Dijo el panista que el problema de la deuda se resolverá hasta que haya verdadera democracia en México "y nos atrevamos a expropiar los bienes de todos aquellos que han robado al país y tienen su dinero en los Estados Unidos".Clouthier murió en un choque en octubre siguiente.
Cajón de Sastre.
Los decanos, legisladores con mayor antigüedad que ayer instalaron sus Cámaras, fueron Heladio Ramírez López y Carlos Armando Biebrich. El primero, que sin dificultad encabezó la elección de Manlio Fabio Beltrones como presidente de la Mesa Directiva del Senado, fue diputado por primera vez en 1976, y tres veces senador (en 1982, 1997 y ahora), y casi al terminar la primera vez fue elegido gobernador de Oaxaca. En San Lázaro, Biebrich ejerció su transitorio papel por más horas de las esperables, porque la integración de la Mesa Directiva requirió una sesión especial que desembocó en la elección del panista Jorge Zermeño para presidir el Congreso durante el primer año, no obstante que la ley orgánica, acuerdos parlamentarios y la práctica dan a la primera fuerza política -la del PAN en este caso- la presidencia de la Junta de Coordinación Política y a la segunda -la del PRD, que fue excluida- la cabeza de la Mesa Directiva. Biebrich fue diputado en el remoto 1967 y sólo ha vuelto ahora, tras su caída del gobierno de Sonora en 1975.
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miércoles, agosto 30, 2006
LA FLACA MEMORIA PANISTA.
Publicadas por Armando Garcia Medina a la/s 12:22 p.m.
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