Escenas de los ataques israelíes a la poblción civil del Líbano.
Fotografías tomadas de la Jornada.
Froylán M. López Narváez. Reforma.
México y sus caos.
No se vocifera en todo el país, pero sí es de uso político y conversación el empleo tradicional de la palabra y noción confusa de caos.
En Oaxaca, en los territorios donde las matanzas de los negocios de narcotraficantes y policías civiles, militares y marinas, en Tamaulipas, Sonora, Sinaloa, Baja California, Guerrero, Michoacán, Nuevo León, Jalisco, Quintana Roo y Veracruz la voz, alarmada y alarmista, es doméstica, callejera, cantinera y se cuela en todo tipo de encuentros y saraos.
En la Ciudad de México ya es expresión irritada y amedrentada de uso cotidiano. Las manifestaciones tumultuarias, tan vastas en su significación como en su cuantía y ahora la toma de la cintura urbana, el antaño señorial y ahora trasnacional hermoso Paseo de la Reforma, ha sido tomado por parte de sus dueños militantes, adherentes y adheridos a la personalidad y a las pretensiones del licenciado Andrés Manuel López Obrador y de sus compañeros actuales del PRD.
Menoscabados en sus tareas, en sus transportes, en sus diversiones, en sus negocios, ciudadanos lamentan que en las estrategias de resistencia pacífica esté incluido este activismo que ha sido empleado, según los tiempos y condiciones, por agentes de la protesta y la inconformidad.
Lo mismo, como nadie, izquierdistas e izquierdosos, personas y comunidades gay, marchistas deportivos, presidentes y visitantes notables. Las más de las marchas y tomas de recintos, la llegada y estancia en el Zócalo nacional han sido efímeras, de días y en algunos casos de meses.
Pero habrá transacciones.La toma del Zócalo y de su paseo mayor no debería durar más de un mes, dirimido que sea el conflicto político grave; plantones y manifestaciones cederán su ocurrencia a otras empresas, activismos y actividades, principalmente a las negociaciones.
No hay proyecto, planes, recursos o ideas revolucionarias ahora, ni mucho menos. La pugna es entre reformistas de antagonismos indudables.
Personas que piensan bien, con abundancia de bien pensantes, acusan y alegan que, aunque no hay la última definición legal, AMLO no es un buen perdedor. Que debe aceptar su derrota, así sea por votos de ligera mayoría, dado que estas son las reglas del juego. Es más, no sólo es regla, sino que es de oro. No se ha especificado si es de oro puro, esmaltado o chafa. De coro, el seudo metal.
El PRD conmina a Felipe Calderón, no se dirige a su partido, para que acepte y reconozca la conveniencia de contar voto por voto y casilla por casilla. Como si él pudiese decidir. Claro que no, pero sí puede influir, tomando en cuenta que en los sigilos de las catacumbas políticas, se hacen arreglos, componendas, transacciones, traiciones y negocios convenientes y convenencieros.
Ahora, tiempos mediológicos y de luchas de propaganda y contrapropaganda, los encumbrados y encaramados en la Sala Superior del Tribunal, hacen y les hacen propaganda para que se sepa, aunque no le pueda constar al radioescucha, lector o televidente, que son personas a todo dar, indiferentes a las tentaciones y ofertas partidarias, amorosas de la ley, ajenas a todo que no sea jurisprudencia electoral, pulcras, limpias, institucionales, como si las instituciones fueran impersonales, y no códigos, leyes, bienes, que siempre han de ser entendidas, razonadas, valoradas, argumentadas por señoras y señores de carne y hueso.
Se quiere hacer creer que el Supremo Electoral es una especie de oráculo, que hablase, dictase sin mediación de seres humanos con pasiones, emociones, valentías y cobardías, aptitudes e ineptitudes. A más no haber, el fondo político y social inmediato, en la etapa postelectoral, lo habrán de decidir estos mexicanos, dama y caballeros, y ya no habrá para dónde hacerse de acuerdo con la ley de oro, la democracia anhelada, necesaria, fingida.
Pues sí, recuerda en un trabajo imprescindible y de urgida lectura (La teoría de la democracia, Ed. Gernika, 2003) la doctora en derecho Rosa María de la Peña García: "Las dificultades se manifiestan en la célebre frase de Winston Churchill: 'La democracia es el peor de los regímenes, excluyendo a todos los demás' y que no representa sino una salida ante la desesperación de no contar con un argumento suficiente en su favor".
Por lo pronto, el Tribunal ya acordó: "Se declara la acumulación el presente juicio de inconformidad SUP/JIN 212/2006 de la pretensión consistente en la realización de nuevo escrutinio y cómputo de la votación...". O sea...Pero es necesario que los mexicanos escojan o sepan de los caos: "En contraste, la evolución no es precisamente un sistema cerrado. Tiene lugar en medio de un gran caos, y en verdad depende del desorden de su medio del cual extrae sus opciones de diversidad. Y a partir de estas opciones, un proceso evolutivo reduce constantemente sus elecciones para crear cada vez más orden". Kurzweil, R. La era de las máquinas espirituales, Planeta, 1999.
O lo de Bunge: "Caos: concepto tradicional o no técnico. Caótico = anárquico. Ejemplo: las cosas en un tiradero de basura están dispersas de un modo caótico. b) concepto contemporáneo o técnico. Caótico = que se ajusta a una pauta representada por una ecuación en diferencias finitas o una ecuación diferencial no lineal de un determinado tipo".Así que, o un caos "a la antigüita" o uno "a la cibernética".
Sin comentarios.
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miércoles, agosto 02, 2006
HAY DE CAOS A CAOS.
Publicadas por Armando Garcia Medina a la/s 1:47 p.m.
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