DEL DIARIO DE JUARITOS:
Si nos metemos a investigar algunas de las relaciones de Téllez, nos daremos cuenta de que es miembro del consejo de administración del Grupo México, que controla empresas con inversiones en ramos como el minero, a través de Grupo Minero de México Internacional (que incluye, por ejemplo, a Asarco), así como de Infraestructura y Transportes de México, que maneja entre otros negocios a Ferrocarriles Mexicanos –Ferromex--, además de empresas como Ferrosur, Intermodal México, Grupo Ferroviario Mexicano, etc.
Esta información es pública y está disponible en internet, a través de un informe presentado en 2005 por Grupo México, en el que se lee, por ejemplo, que “GMEXICO opera sus minas y plantas mineras y presta el servicio ferroviario al amparo de concesiones otorgadas por el gobierno mexicano y peruano.
Y prosigue: “Por lo anterior, las operaciones mineras y ferroviarias están sujetas a las regulaciones y a la supervisión de los organismos gubernamentales correspondientes. Las concesiones existentes pueden estar sujetas a condiciones adicionales, ser canceladas bajo ciertas circunstancias, o bien, no ser renovadas a su vencimiento”.
Lo anterior significa que, en determinado momento, y llevando el tema a nivel local, si el gobierno municipal de Ciudad Juárez solicitara a la SCT que va a estar a cargo de Téllez, que obligara a Ferromex a cumplir con el acuerdo de convivencia urbano que hace años determinó que el tren circule sólo de noche –para evitar todos los problemas que los juarenses conocemos, como retrasos, conflictos de tránsito, muertos y lesionados, etc.-- se presentaría el conflicto de intereses.
En caso de que esta situación llegara a darse, ¿obligaría Téllez a la subsidiaria del grupo para el que trabaja –o trabajó hasta esta semana-- a limitar sus actividades (las cuales están estimadas en más de 8 mil millones de pesos al año, según el mismo informe)?
Pocos observadores cayeron en la cuenta de que la participación de Luis Téllez en el gabinete también podría generar, en determinado momento, tráfico de influencias en conflictos que pudieran presentar empresas mineras de este grupo, como Asarco o Minera México (dueña de la mina Pasta de Conchos, donde murieron decenas de empleados a principios de este año).
Un detalle que también llama la atención es que el próximo secretario de Comunicaciones y Transportes es –si es que todavía no renuncia-- director en México del Carlyle Group, el conglomerado de inversionistas del sector energético en el que, de acuerdo con investigaciones periodísticas –como una publicada en junio de 2003 por la revista The Economist-- tenían intereses nada menos que las familias Bin Laden y Bush.
LEER NOTA COMPLETA
No hay comentarios.:
Publicar un comentario