A DOS AÑOS DEL ASESINATO AUN IMPUNE DEL KIKIN QUERETANO

ESTE 27 DE NOVIEMBRE SE CUMPLEN DOS AÑOS DEL ARTERO ASESINATO DE MARCO ANTONIO HERNÁNDEZ GALVÁN. EN ESE DIA PERO DEL 2004 RECIBIÓ UN BALAZO A QUEMARROPA EN EL ESTÓMAGO POR PARTE DEL DUEÑO Y CONDUCTOR DE UNA BMW X-5. UNO DE LOS TESTIGOS IDENTIFICÓ COMO EL AUTOR DE TAL HOMICIDIO A FEDERICO RUIZ LOMELÍ, HIJO DE LOS DUEÑOS DE LA COCA COLA EN QUERETARO Y PRINCIPALES PATROCINADORES DE LAS CAMPAÑAS DE LOS PANISTAS, INCLUYENDO A FELIPE CALDERÓN. A DOS KILÓMETROS DEL LUGAR DEL CRIMEN EL JUNIOR FUE DETENIDO POR LA POLICÍA ESTATAL PERO FUE PUESTO EN LIBERTAD DE INMEDIATO POR "ÓRDENES SUPERIORES". A LA FECHA NO HA HABIDO RESPUESTA DE PARTE DE LAS AUTORIDADES. LO QUE SÍ HUBO FUE UNA CONFERENCIA DE PRENSA DEL PROCURADOR ENLA QUE SALIÓ A DECIR QUE EL JUNIOR COCACOLERO ERA INOCENTE. COMO SI LOS FISCALES ESTUVIERAN AHÍ PARA DECIRNOS QUIÉNES SON INOCENTES DE UN ILÍCITO. CUMPLIDO UN AÑO EL ESCRITOR JULIO FIGUEROA SE DESNUDÓ TOTALMENTE EN PLAZA DE ARMAS FRENTE A PALACIO DE GOBIERNO PARA PEDIRLE AL GOBIERNO, SIN ARMAS COMO EVIDENTEMENTE ESTABA, QUE RESOLVIERA EL CRIMEN. LO QUE NO HA OCURRIDO. EL ASESINATO HA TENIDO OTRAS REPERCUSIONES, MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y PERIODISTAS HEMOS SIDO DESPEDIDOS O BLOQUEADOS POR HABER TOCADO EL CASO.

AQUI VA LA CRÓNICA DE ESTO QUE SIGUE DOLIENDO EN QUERÉTARO. PODEROSO CABALLERO ES DON DINERO DICE CON RAZÓN AGUSTÍN ESCOBAR.

27 DE NOVIEMBRE NO SE OLVIDA

LA IMPUNIDAD EN QUERÉTARO
Agustín Escobar Ledesma


Después de peliculesca persecución por las calles del centro de la ciudad de Querétaro, el 27 de noviembre de 2004, Marco Antonio Hernández Galván, fue asesinado a balazos, presuntamente por Federico Ruiz Lomelí, júnior perteneciente al poderoso clan de los Ruiz Rubio. La madrugada de aquel día, con la misma arma, una pistola 9 mm, el homicida también dio un cachazo en la cabeza a Miguel Gerardo Rivera Alcántara quién quedó mal herido y tuvo que ser hospitalizado.
Poderoso caballero es don dinero
El supuesto homicida pertenece al Grupo Fomento Queretano (GFQ), fundado hace 75 años por Roberto Ruiz Obregón (fallecido el año antepasado) y, tan sólo para darse cuenta del poder del mismo, el actual presidente municipal de la capital queretana, el panista Armando Rivera Castillejos, fue empleado del GFQ. Entre otras propiedades del GFQ figuran ranchos ganaderos, las embotelladoras La Victoria, San Juan y Refrescos Victoria; también están la Leche Araceli, Jugos Victoria y la cadena de tiendas Super Q, además de fabricar botellas y corcholatas. El grupo asimismo cuenta con la licencia de todos los productos de “The Coca-Cola Company”.
Los hechos
La madrugada del viernes 27 cuatro jóvenes estudiantes circulaban a bordo de un Tsuro color blanco, modelo 1991, conducido por Miguel Gerardo Rivera Alcántara; en el lugar del copiloto iba Marco Antonio Hernández Galván mientras que en el asiento trasero viajaban Gamaliel Rivera González y Eduardo Cumplido Sánchez. En una de las principales arterias de la capital queretana los muchachos, que no rebasaban los 18 años de edad, tuvieron un nimio incidente de tránsito con el conductor de una camioneta blindada BMW negra. Después de ser perseguidos por varias calles, los jóvenes fueron alcanzados para ser agredidos presuntamente por Federico Ruiz Lomelí quien primero dio un cachazo en la cabeza con una pistola 9 mm (de uso exclusivo del ejército) a Miguel Gerardo Rivera para luego balear y matar a Marco Antonio Hernández Galván quien intentó defender a su amigo.
Esa misma madrugada, cuadras adelante, según consignó un periódico local, agentes de la Policía Estatal detuvieron a Federico Ruiz Lomelí que conducía una camioneta negra BMW. Sin embargo, a los pocos minutos, tras un “usted disculpe, nos equivocamos”, los policías lo dejaron en libertad (Diario de Querétaro, 28/nov/04).
Los rumores
La nota roja de algunos periódicos locales resaltaron el sangriento suceso que mantiene en ascuas a la sociedad queretana. El Procurador del estado, Juan Martín Granados Torres, al ser cuestionado en torno a la investigación del asesino de la BMW negra, aseguró que “sí ha habido avances, confiamos que pronto tengamos al responsable detenido” (Periódico Noticias 7/12/04).
Sin embargo el tiempo ha transcurrido y, a más de dos meses, las autoridades no han esclarecido el sonado caso. El silencio de la PGJ ha generado una serie de rumores que circulan de boca en boca y a través de correos electrónicos de Internet. Se presume que Miguel Gerardo Rivera Alcántara, golpeado en la cabeza, ya falleció; que otro de los jóvenes ha intentado suicidarse; que las cuatro familias han sido amenazadas para que no declaren o bien que les ha sido ofrecido dinero para que guarden silencio; también circula la versión que el homicida huyó al extranjero. Además, ha trascendido que cuando el gobernador del estado, Francisco Garrido Patrón (emanado de las filas del Partido Acción Nacional), se enteró del artero crimen, se indignó tanto que pidió al Procurador aplicar todo el peso de la ley al homicida. Sin embargo, minutos más tarde, cuando le informaron quien había sido el presunto responsable del crimen, el mandatario cambió radicalmente y el silencio se convirtió en la consigna de la Procuraduría General de Justicia.
Como dice un prestigiado periodista y analista local que no quiere ver su nombre involucrado en el caso: “al igual que en el corrido de Juan Charrasqueado, las mujeres se aconsejan y se van”. El silencio y el temor se han apoderado de la sociedad local, ninguna agrupación civil se ha pronunciado públicamente al respecto. El disimulo de la prensa, salvo honrosas excepciones, tiene una explicación muy lógica: Tanto el gobierno municipal como estatal organizan, bajo cualquier pretexto, grandes banquetes a los periodistas en los que no hay límite en el consumo de alimentos y bebidas en los más exclusivos restaurantes queretanos en los que nadie se va con las manos vacías por las rifas que organizan las dependencias de comunicación social. Esta vergonzante relación de la prensa con el poder, que parecía propia de las administraciones priístas, ha sido retomada y superada por los gobiernos panistas desde 1997, año en que arribaron al poder.
La otra cara de la moneda
“Que en esta Navidad renazca el amor y la paz, que los hogares queretanos se iluminen de prosperidad y sea la oportunidad para fortalecer la unión familiar” rezaba uno de los párrafos del mensaje del gobernador Francisco Garrido Patrón, publicado en la prensa local con motivo de las fiestas navideñas.
Sin embargo, la realidad para la familia Hernández Galván es otra. Avecindada en Plazas del Sol, fraccionamiento clasemediero del sur de la ciudad, un moño blanco sobre la puerta, es el distintivo de la muerte del joven Marco Antonio Hernández Galván; a un lado del moño está colgado un letrero en inglés que parece burlarse de la desgracia de sus moradores: “Home sweet home”.
Al parecer la casa de la familia Hernández Galván es habitada por el temor. Después de varios días consecutivos para ver a sus residentes sólo en una ocasión fue posible hablar brevemente con José Luis Hernández, papá del muchacho asesinado, quien dijo que su familia estaba destrozada, que a raíz del lamentable suceso su suegro había sido internado en el IMSS por haberse enfermado gravemente. También refirió que estaba por contratar a un abogado para que le llevara el caso y que se estaba enfrentando a una familia muy poderosa. Nada más. Después de acordar muy formalmente dos citas con este reportero, el señor José Luis Hernández, no acudió a ninguna.
Un testimonio
La familia del joven Marco Antonio Galván estaba integrada por sus papás José Luis Hernández y Patricia Galván y dos hermanos, Jorge de 21 años y José Luis de 15. “Quienes lo conocimos -comenta una persona que, por temor, prefiere mantener su nombre en el anonimato- sabíamos que por aquellos días Marco y Rocío, su novia, ensayaban una pastorela que representarían en el templo de la colonia Burócrata. A Marco también le gustaba practicar el boliche. Marco era un muchacho muy entusiasta, ecuánime que en siempre andaba advirtiendo a sus amigos que no aumentaran el riesgo de sufrir un percance cuando se iban a tomar una cerveza.
“Marco era un apasionado al futbol -prosigue el testimonio-, deporte que practicaba en el “Pumitas” un equipo llanero del que era pieza fundamental. El día del sepelio sus compañeros de equipo colocaron sobre el ataúd una manta que rezaba: “Marco te queremos mucho, te vamos a extrañar”; Marco se fue vestido con su uniforme de futbolista a su última morada.
“Al sepelio -finaliza la joven mujer entrevistada- también llegaron con una corona algunos de sus compañeros de la prepa y la directora del plantel particular donde estudiaba Marco, “Liceo Consuelo Rubio de Ruiz”, nombre impuesto a la institución en honor a la abuela de Federico Ruiz Lomelí, presunto asesino de Marco Antonio Hernández Galván”.
El otro jugador
“Felicidades, y que el próximo año sea pleno de amor y esperanza para todas las familias queretanas”, prometía el texto navideño de Francisco Garrido Patrón, mandatario queretano, publicado en el mismo periódico en el que aparece Federico Ruiz Lomelí en la portada de un suplemento a todo color: “Experto en golf comparte vivencias en este deporte tan fascinante como exigente y cuenta con experiencia en distintos campos del mundo”. En las dos páginas centrales del suplemento el interfecto, después de presumir algunos logros en el deporte blanco, proporciona algunos datos personales: “Yo me acabo de casar hace un año y no tengo hijos. Yo tenía 7 años cuando empecé a jugar golf, ahorita tengo 29” (a. m. Querétaro 19/12/04).

Querétaro, Qro.
(Tercera versión)
31-Enero-2005
escoba17@hotmail.com

En los poros de la sociedad III / Julio Figueroa

83 / Impunidad


Después del patrimonialismo del poder, la impunidad es otro de los grandes males de México. Los miedos personales se transforman en vergüenza nacional frente al patrimonialismo y la impunidad del poder.

Admirable y discutible artículo de Agustín Escobar, “La impunidad en Querétaro” (9-I-2005), sobre el crimen del caso de la famosa BMW negra. Si da en el blanco y el presunto homicida, prófugo en las narices del poder, es el verdadero culpable, su texto es demoledor. Si se equivoca y es otro el presunto homicida, al parecer de cualquier forma de la clase rica dominante, puede ser verdad que poco ayude a la reflexión sobre la impunidad del poder y que puede aun adolecer de cierto odio de clase. Si sucediera esto último, tendría que decirlo y ofrecer unas disculpas públicas. Pero si está en lo cierto... Agustín Escobar se apuesta entero y se la juega íntegramente. ¿Cuántos más podrían decir lo mismo en Querétaro?

En fin, ¿quién fue, quién es, dónde está el presunto homicida de la BMW negra? ¿Fue el crimen perfecto? ¿Tiene permiso la muerte en Querétaro? ¿Está vivo o está muerto el segundo joven agredido, Miguel Gerardo Rivera Alcántara? ¿Por qué se esconde la familia del joven asesinado, Marco Antonio Hernández Galván? ¿El miedo y la impunidad pueden ser parte del cambio democrático? ¿No importan uno o dos muertitos más en un estado relativamente gris y moderado (¡ay, y tan bonito!) en el País de la Muerte?

El tiempo sigue corriendo y la señora justicia, señores gobernador y procurador de Querétaro, no alcanza a la piojosa injusticia que sigue haciendo de las suyas tanto en Querétaro como en Chiapas y en todo el triste país. ¿Qué hacer, los ciudadanos todos? Ver, hablar, escribir, preguntar, cuestionar, exigir, vigilar, todo, menos la indolencia y el pánico y el chin, nada se puede hacer, y a mí qué me importa, y cómo voy a insinuar la más mínima crítica o sospecha sobre una familia que nos ha hecho tantos favores...

¿Qué es la impunidad? El pecado público sin el castigo ni el perdón social. La risotada y el escupitajo en pleno rostro social. ¿Qué piensa usted, señor obispo don Mario de Gasperín? ¿Qué dicen públicamente las familias Ruiz Rubio y Ruiz Lomelí? No es nada personal; es una cuestión de justicia humana en nuestros tiempos democráticos.

DF, México,
Ciudad y País de los Pedos,
14 de enero de 2005.

juliofime@hotmail.com

Carta al Procurador de Querétaro


México, D.F., lunes 24 de enero de 2005


Lic. Juan Martín Granados Torres,
Procurador de Querétaro :

1- ¿Qué pasó en Querétaro la madrugada del 27 de noviembre del año pasado, en las calles de Pasteur, y de lo cual los periódicos locales dieron noticia en su edición del domingo 28 de noviembre? ¿Cuál es su versión de los hechos? ¿Qué sucedió?

2- ¿Es verdad que el presunto responsable del crimen cometido ese día es el conductor de una camioneta negra BMW? ¿Nadie apuntó las placas de ese vehículo? ¿Cuántas camionetas de este tipo existen en Querétaro? ¿Es muy difícil investigarlas a todas?

3- Muerto prácticamente en el mismo lugar de los hechos el joven Marco Antonio Hernández Galván, ¿está vivo o está muerto el segundo joven agredido, Miguel Gerardo Rivera Alcántara? ¿Puedo verlo y platicar con él? ¿No se le hace raro el miedo en que se han encerrado las familias de las víctimas? ¿Quién ejerce esa presión extraordinaria?

4- Muchas voces, rumores y especulaciones de la sociedad queretana atenta apuntan hacia Federico Ruiz Lomelí como el presunto responsable de los hechos delictivos. Puesto que está libre y sin ningún proceso jurídico, ¿jura usted, señor Procurador, que el señor Federico Ruiz Lomelí no está implicado en el crimen? ¿Cuáles son sus pruebas? Los rumores circulan porque la información oficial no circula y no es confiable. ¿Por qué?

5- A casi dos meses del crimen, ¿cuáles son los resultados de la investigación? ¿Fue un crimen perfecto (dinero, poder, impunidad, silencio)? ¿Ninguna pista real, todas falsas? ¿No hay responsables? ¿Tiene permiso la muerte en Querétaro? ¿Éste es nuestro flamante Estado de Derecho, lleno de agujeros y estiércol?

6- Con todo respeto, a veces parece que tienen más interés, el gobierno y la alta sociedad queretana, en decirnos quien no es el culpable, que en buscar quien sí es el responsable de un crimen con alevosía y ventaja. ¿Por qué? ¿Importa más la mancha de un apellido que la vida de un joven mexicano?

7- Por último, y no se ofenda, ¿es usted el procurador del gobernador queretano en turno o el procurador de justicia de la sociedad queretana abierta? ¿Quien lo eligió manda? ¿A quién rinde usted cuentas?

Gracias por sus respuestas.

El silencio de uno puede ser tan ignominioso como el silencio de todos. Somos parte del paisaje que condenamos: nadie dice nada, ni nosotros. Protesto.

La cosa pública está compuesta de hechos, interpretaciones, discusiones, combates, silencios y palabras; espero que no domine entre nosotros el imperio del silencio y la simulación.

Atentamente, Julio Figueroa, palabrero independiente.

--En los 71 años exactos, vivos y lúcidos, de Gabriel Zaid, ensayista, crítico y poeta mexicano; gran animador del diálogo público democrático y crítico del poder y de la tenebra mexicana.

juliofime@hotmail.com

Primera Cerrada de Nahuatlacas 18,
Col. Ajusco, Coyoacán,
México, 04300, D.F.


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