René Delgado y su columna en el Reforma:
El telón roto.
Puede no parecerlo, pero esta elección presidencial será la primera que tenga el país después de décadas de vivir -como decía Julián Marías- la prepotencia sin política.
La elección de Vicente Fox no fue verdaderamente eso. El voto de hace seis años, tenía por prioridad la alternancia y la transición. Ese era el límite y el horizonte.
Esta vez, no. Esta vez se trata de elegir qué rumbo, dentro del limitadísimo margen de maniobra que dejan los múltiples y pesados compromisos económicos y financieros, se le quiere imprimir al país.
Esta vez la elección, aun siendo de matiz, es eso. Se va a votar por tal o cual candidato o, si se quiere, en contra de tal o cual candidato, pero se va elegir uno u otro.
Por esa razón, porque por primera vez el voto cobrará pleno sentido, el deber del actual gobierno era cuidar el escenario para, en verdad, darle garantías a los candidatos y los electores. Pero, por lo visto y pensando de muy buena fe, Vicente Fox no entendió eso ni quiere entenderlo.
Lejos de esmerarse en cuidar el escenario, lo complicó al grado en que vamos a la elección con el telón de fondo roto.Un sinnúmero de conflictos extraelectorales -sindicales, sociales, criminales-, en más de un caso provocados por el mismo gobierno, amenazan la estabilidad que todo proceso electoral democrático exige.
Asombroso el descuido de esas condiciones, más sorprendente resulta que la Presidencia esté más interesada en anunciar el discurso que pronunciará el mandatario la noche del 2 de julio, que en anunciar qué hará inmediatamente para distender los conflictos que amenazan la elección.
Muy poco importa lo que diga el mandatario la noche del 2 de julio, el escenario no es de él por más que se aferre a la idea de seguir siendo el principal actor de un obra escrita para otros. Importa mucho saber, qué hará para reponer las garantías que le ha negado a los candidatos y al electorado. La responsabilidad es de él.
Si Vicente Fox se equivocó al levantar el telón de la competencia electoral muchísimo antes del momento indicado, muy delicado resultaría que ahora se equivoque al llegar a la culminación del ejercicio con el telón de fondo roto
.... Faltan nueve días para la elección presidencial y ésta es la hora en que la larga cadena de torpezas del gobierno frente a los conflictos amenaza la elección.Hace 125 días, más de cuatro meses, ocurrió la tragedia de Pasta de Conchos. Murieron ahí -por accidente y negligencia- 66 mineros, y justo en medio de esa desgracia, el gobierno federal resolvió generar otro problema: reconocer la dirigencia de Elías Morales al frente del sindicato minero, en lugar de la que encabezaba Napoleón Gómez Urrutia.
Se entrometió en la vida interna de un sindicato para generar un conflicto que, aún hoy, vulnera la estabilidad política necesaria para garantizar el proceso electoral.El gobierno fue complicando el problema que incluye la muerte no accidental de dos mineros en Lázaro Cárdenas. La demagogia no tuvo límite, se mezclaron asuntos penales con sindicales hasta convertir el conflicto en un batidillo cocinado por el secretario Francisco Salazar, mientras el presidente Vicente Fox se desentendía del problema porque él, como el subcomandante Marcos, estaba en la otra campaña.
El tamaño del descuido terminó por involucrar, obviamente, a las empresas que explotan las minas. Queda para la historia la publicación de desplegados por parte de los empresarios, consignando lo siguiente: "Como lo advertimos, la ofensiva desestabilizadora orquestada desde el Gobierno Federal no ha cesado...".¿Qué va a hacer el presidente Vicente Fox antes de la noche del 2 de julio?
... La intromisión gubernamental en la vida interna del sindicato minero puso en alerta a otros dirigentes sindicales: si con una notificación se desconocía a las dirigencias establecidas, cualquiera de ellos podía verse en esa circunstancia.El presidente Vicente Fox y los secretarios Carlos Abascal y Francisco Salazar justificaron la ingerencia con jarras de demagogia.
Se iba a acabar con el corporativismo sindical que, curiosamente, fue con el que celebraron la conmemoración del 1o. de mayo, encerrados en la residencia oficial de Los Pinos.Dirigentes sindicales de la pureza de Víctor Flores o Joaquín Gamboa Pascoe cobijaron la torpeza gubernamental, mientras que la Unión Nacional de Trabajadores dejó, desde antes del 1o. de mayo, que por ningún motivo aceptarían la osadía gubernamental.
Ni a la lideresa del magisterio, Elba Esther Gordillo, escucharon en Los Pinos.No, el mandatario estaba en la otra campaña y aseguró en su puesto al secretario Francisco Salazar que, desde marzo, dejó de ser un interlocutor válido para el sindicalismo. Quedó como el velador de la Secretaría del Trabajo, mientras el secretario Carlos Abascal buscaba la puerta de salida al problema, que aun hoy no encuentra.
Ahora, el próximo miércoles, a cinco días de la elección, está previsto el estallamiento de una huelga que mete ruido en el proceso electoral.¿Cómo venir a hablar de lo que dirá Vicente Fox la noche del 2 de julio, cuando no sabe qué decir ni qué hacer cinco días antes?
... A esos conflictos, se agregan otros. Auténticos focos rojos que cifran su amenaza a la elección con su titilar.Desde el 1o. de enero, el subcomandante Marcos escoltado por la Policía Federal Preventiva llama a levantarse contra el régimen. El desfile del primer actor de un movimiento sin eco quedó suspendido por otro conflicto, también descuidado durante años por el gobierno: Atenco.
El ex guerrillero ahora está asilado -al menos por el momento- en una colonia popular de la capital de la República, esperando la oportunidad para salvar cara y eludir el fracaso. Los 15 minutos que le tomaría a Fox arreglar ese problema, se transformaron en seis años.
El conflicto magisterial en Oaxaca radicalizado por la torpeza del gobernador Ulises Ruiz, es otro. Ese problema lleva ya más de un mes de haberse iniciado. Frente a él, el gobierno federal se lava las manos, luego las mete, más tarde las saca y, en los hechos, la amenaza ahí sigue, siendo que por la composición de la fuerza magisterial en esa región, la violencia no es un asunto ajeno.
Los maestros amenazan con boicotear la elección pero, como los comicios son responsabilidad del IFE, el gobierno federal se hace la vista gorda.
Desde octubre del 2004, el narcotráfico planteó un desafío al Estado. Fiel a la costumbre, el gobierno le dio atención mediática al problema y lanzó ráfagas de disparates. Crecía la violencia del narco, por lo bien que se le combatía. Aumenta el consumo de drogas por la estabilidad económica. Ahora, la palabra "decapitados" se incorpora a la jerga de la violencia.
.. ¿Y el gobierno? Bien, gracias.... Viene la elección. La primera donde el voto cobrará toda su dimensión y el gobierno no es capaz de dar garantías al electorado y a los candidatos, ni muestra mayor interés en ello. Sin embargo, no puede venir ahora Vicente Fox a descuidar una elección que no es de él, sino del electorado.No importa qué diga la noche del 2 de julio. Ése 2 de julio es otro, no es el de él. El de Fox ya pasó. Sí importa qué hará para llegar a esa fecha. El telón de fondo está roto, no puede dejar que se desgarre.
Una razón más para votar por AMLO y la mayoría perredista al Congreso.
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sábado, junio 24, 2006
EL DOS DE JULIO DE FOX, !YA PASÓ!. ESTE ES DE NOSOTROS.
Publicadas por Armando Garcia Medina a la/s 9:55 a.m.
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