DE PELOTAS, CANDIDATOS Y BABOSOS.

Angel Norzagaray, escribe:


Felipe y el Mundial.

Cuenta la leyenda que el destino de una selección nacional esta indefectiblemente ligado al partido en el poder. Esta relación de maridaje tutelada por el sentimiento popular se puede medir especialmente cuando se cruzan elecciones y copa del mundo: Si le va bien a la selección, pues le va de pelos al candidato oficial; si el barco de los representantes nacionales de la patada hace agua o se hunde, arrastra en su desastre al consentido gubernamental.

La liga no parece estar muy jalada de los pelos. Incluso el paralelismo es certero se lo centramos en el gobierno federal, en Felipe Calderón y en nuestro seleccionado. Cuando arrancó el mundial, Felipe iba arriba en las encuestas, se visualizaba ganador y nuestra selección se sentó en los iraníes. Había congruencia: La leyenda tenía algo de cierta.

Ya para el segundo partido, los angoleños traían un efecto “cuñado incómodo” que entrampó el avance de Felipe y de la selección nacional en un empate que auguraba ya nubarrones negros de debacle. Dicho empate del seleccionado ante los angoleños, encontró su correlato en un empate por la carrera presidencial que se reflejaba ya en las encuestas: Felipe ya había empatado con Andrés Manuel López Obrador. El efecto “cuñado incómodo” era ya efecto “cuñado letal”, según lo tituló en su portada la revista Proceso. Hasta aquí, lo que la leyenda contaba era exacto.

La exactitud fue extremadamente precisa en el encuentro contra Portugal. Ya la dupla Felipe/Selección Nacional no daba una. El matrimonio estaba armadísimo y lo que la leyenda une que no lo desate el IFE. Perdió México y Felipe también: Se ubicó cinco y seis puntos debajo de AMLO en todas las encuestas. “El llanto militar creció en diluvio”, como escribió el insigne Miguel Ángel de Quevedo, en la casa de campaña de los albiazules, en el campo de entrenamiento de la selección nacional.

Para más “INRI” de los felipistas, a nuestro Presidente se le ocurrió salir a felicitar a la selección nacional cuando esta ¡había perdido! Avalaba de manera inconsciente (¿hay algo que nuestro primer Mandatario haga de manera consciente?) la liga que la leyenda pondera: Como le vaya a la selección le irá al candidato oficial. Lo grave del caso es que si los paralelismos siguen como se vienen presentando, venga a resultar que el Gobierno federal quiera darnos como victoria panista lo que será una evidente derrota: Dos a uno en el caso de la selección.

No se necesita ser adivino para saber cómo le irá a Felipe Calderón si su historia de los últimos días y de los días por venir se sigue calcando del desempeño de nuestro seleccionado: Un desastre. Ya lo es, claro, pero la lápida que sellará esa tumba será el partido contra argentina; este será el reflejo del resultado en las urnas el 2 de julio. La leyenda continúa. El Presidente insiste en reforzarla.

También, con gran ingenuidad, como si desconociera los alcances futbolísticos de nuestros ratoncitos verdes, inflados por el comercio voraz, el propio Felipe Calderón buscó ligarse a ese destino comprando inmoderadamente anuncios que reforzaban esa liga. Lo mismo hizo Madrazo con esos vientos y ya cosecharán los dos las tempestades el 2 de julio.

Creo que lo que cuenta la leyenda es muy cierto. Vamos a ver el resultado del partido del próximo sábado. A ver si no pierden sin anotar goles y el Presidente sale a festejar. ¡Qué País tan loco! Y así lo quiero. Y mucho.

El autor es dramaturgo y director de escena.

A veces también es bueno reirse un poco. Sonrían pues, !Vamos a Ganar!.
Una razón mas para votar por AMLO y la mayoría perredista al Congreso.