Y YO AGREGO: SENDERODELPEJE.COM

Unos pesos para romper el cerco

jueves, 18 de enero de 2007

Escrutinio Juan José Morales En cualquier país, el hecho de que un político prominente que estuvo a punto de ser Presidente de la República realice un recorrido por todo el territorio nacional, encabezando mítines en todas y cada una de las 2,500 poblaciones principales y organizando un gran movimiento ciudadano, sería una noticia a la cual se daría seguimiento constante en los medios masivos de comunicación. En México, sin embargo, las grandes empresas que controlan las cadenas de radio, televisión y periódicos, han tendido -en complicidad con el gobierno- un manto de absoluto silencio sobre ese hecho. Tal parece que Andrés Manuel López Obrador ha desaparecido de este país y de este planeta. De él no se habla. O se habla solamente para criticarlo, ridiculizarlo o menospreciarlo. Gobierno y medios masivos de comunicación tratan de borrarlo del escenario político nacional y de la conciencia de los mexicanos declarándolo inexistente. No exagera AMLO cuando dice que se le está haciendo objeto de un cerco informativo. Y podríamos agregar que se trata de un cerco de magnitud y características sin precedentes en México y quizá en el mundo. Es en extremo difícil superar o contrarrestar ese bloqueo. Los costos de la radio y la televisión son tan altos que resulta imposible comprar tiempo en ellos. Solamente pueden hacerlo quienes disponen -como el gobierno y los grandes monopolios y oligopolios- de cuantiosos recursos económicos. El programa de 30 minutos a la 1 de la madrugada -por la noche de cada lunes para amanecer martes- que López Obrador pudo a duras penas pagar en Televisión Azteca, es más simbólico que efectivo. Decenas de millones de mexicanos nos encontramos así ante la disyuntiva de dejar que se nos mantenga en el desconocimiento de la realidad política, en la penumbra -o francas tinieblas- de la desinformación, y permitir que sean los grandes consorcios televisivos quienes marquen el rumbo de la política nacional, o romper ese cerco informativo de que se nos hace objeto. Por lo que a mí toca, no pienso aceptar pasivamente que se me ponga una venda en los ojos y se me manipule. Trataré por todos los medios a mi alcance de informarme y de difundir información. Por ejemplo, mediante la Internet. Hay un sitio en el cual enterarse de lo que ocultan los medios de información. Su dirección es: http://www.amlo.org.mx/ Ahí se puede saber lo que la TV, la radio y la mayor parte de la prensa callan, ocultan o distorsionan. Se puede saber por dónde anda AMLO y qué dijo en sus mítines. Se puede leer sus principales discursos, conocer a los miembros de su gabinete y enterarse de sus propuestas de gobierno y las iniciativas de ley actualmente en elaboración o ya presentadas con respaldo de los legisladores del Frente Amplio Progresista. Por lo pronto, ahí se pueden consultar en detalle las primeras propuestas del Gobierno Legítimo: su proyecto de de presupuesto para 2007 y la Iniciativa de Ley de Precios Competitivos. Además de ser un medio para informarse, la Internet puede servir para hacer llegar a amigos, parientes, compañeros y conocidos lo que callan los monopolios televisivos. Y también, como dirían los cubanos, es muy efectiva Radio Bemba. Es decir, la comunicación de boca en boca. Desde luego, para mantener ese sitio de Internet y cubrir los gastos que implica recorrer el país hace falta dinero. No las millonadas que gastaron los amigos de Fox y de Calderón, pero sí una buena cantidad. Por ello, también he decidido ayudar con unos pesos para que la verdad se conozca. Los depositaré regularmente en la cuenta que para ese fin abrió el gobierno legítimo de López Obrador. Es la número 04038497855, en el banco HSBC, a nombre de Honestidad Valiente A.C. En ella se pueden depositar aportaciones desde cien hasta 30 mil pesos. Por supuesto, a mucha gente le será difícil o imposible donar 100 pesos. Pero si varias personas suman pequeñas aportaciones individuales, podrán lograrlo. Y si cientos de miles o millones de mexicanos hacemos pequeños donativos cada mes, será posible sostener ese gobierno legítimo, que es finalmente la verdadera representación popular y la organización que necesitamos en estos días en que se nos vienen nuevos y más demoledores golpes contra la economía popular y los derechos ciudadanos. El cerco informativo puede romperse. Más bien, podemos romperlo los mexicanos.