SOBRE V DE VENGANZA, EL SENDERO DEL PEJE, SOBRE LA LIBERTAD

Muchos conocen a V de Venganza (V FOR VENDETTA) por la famosa película basada ligeramente en la novela gráfica con fuerte mensaje anarquista del mismo nombre por Alan Moore y David Lloyd. Quienes no saben de qué hablo, V de Venganza trata de la lucha de un sólo hombre, V, contra un gobierno totalitario facista que toma el poder en Inglaterra, aprovechándose de un desastre que hace que la gente por miedo renuncie a su libertad. ¿No les recuerda esto a cierto país y a ciertas elecciones? A quienes no la han visto se las recomiendo ampliamente y de ser posible, consigan la novela. A pesar de haber sido escrita en los 80's, reproduce con una fidelidad pasmosa el mundo de hoy. Releyendo el libro por enésima ocasión, me topé de nueva cuenta con las introducciones de los autores, las que reproduzco a continuación:

"Hace unas noches, entré en un pub en mi camino a casa y ordené una Guinness (cerveza negra irlandesa). No miré a mi reloj, pero sabía que era antes de las 8. Era un martes y podía escuchar la televisión en el fondo todavía recibiendo el último episodio de EastEnders - un drama hacerca de la vida diaria de una feliz y animada gente de clase trabajadora en una decadente, mítica parte de Londres.
Me senté en un cubículo y tomé una copia de un diario gratuito que alguien había dejado en el asiento de a lado. Ya lo había leído. No había muchas noticias en él. Dejé el diario y decidí sentarme a la barra.
No era una noche ajetreada. Podía escuchar el murmullo de la televisión distante sobre la plática de la gente en el bar y el golpeteo de las bolas de billar.
Después de EastEnders siguió Porridge - una retransmisión de una comedia de situaciones sobre un feliz y animado prisionero en una confortable, no opresiva, decadente prisión Victoriana.
De manera casi imperceptible, los vapores empezaron a salir por los tapones de las botellas volteadas detrás de la barra. Gotas de whisky y vodka se formaron y cayeron en silencio mientras observaba.
Terminé mi bebida. Miré y el barman captó mi mirada. "¿Guinness?" preguntó mientras tomaba un tarro limpio. Asentí.
La esposa del barman llegó y empezó a auxiliar con las órdenes de los clientes.
A las 8:30 después de Porridge, empezó A Question of Sport (Una pregunta de deportes) - un programa simple de concursos con felices, animadas celebridades deportivas respondiendo preguntas acerca de otras celebridades deportivas, muchas de las cuales eran tan felices y animadas como ellos mismos.
El buen humor reinaba.
"Le diré al barman sobre la bebida que se está derramando," pensé.
Las noticias de las 9 en punto siguieron a A Question of Sport. O, al menos por 30 segundos lo hicieron porque después la televisión fue apagada y una feliz y animada música pop tomó su lugar.
Miré al barman. "Sólo la mitad esta vez", dije.
Mientras llenaba el vaso, seriamente le pregunté por qué había apagado las noticias. "No me pregunte, - fue mi esposa", respondió en una feliz y animada manera, mientras el sujeto de su acusación juguetona se atareaba en una esquina del bar.
La bebidas que se derramaban dejaron de tener importancia para mí.
Terminé mi cerveza y me marché, casi seguro que la televisión estaría silenciosa por el resto de la noche. Porque después del noticiero seguía "The Boys from Brasil", una película con pocos felices y animados personajes, que trataba de un grupo de Nazis creando 94 clones de Adolf Hitler.
No hay muchos personajes felices y animados en V FOR VENDETTA tampoco; y es para gente que no apaga las noticias.

David Lloyd
14 de enero de 1990

V FOR VENDETTA representa mi primer intento en hacer una serie continua, al inicio de mi carrera... Confío en que podrán tolerar con nosotros cualquier torpeza inicial, y compartir nuestra opinión que era mejor conservar los episodios iniciales con astillas y todo, antes que regresar y erradicar cualquier traza de inexperiencia creativa juvenil.
Hay también una cierta inexperiencia política de mi parte en esos primeros episodios. En 1981 el término "invierno nuclear" no era de uso común, y aunque mis estimaciones sobre el cambio climático se aproximaron mucho eventualmente a la realidad de la situación, el hecho permanece que la historia que planteamos sugiere que una guerra nuclear, aún de carácter limitado, es sobrevivible. A lo que sé ahora, este no es el caso.

También puede ser encontrada mucha ingenuidad en mi suposición que sería necesario algo tan melodramático como un desastre nuclear apenas evitado para inclinar a Inglaterra hacia el facismo. Aunque, para ser justos conmigo mismo y con David, no había mejores o más adecuadas predicciones del futuro del país en el medio de los comics en esa época. El simple hecho que mucha de la base histórica del relato se deriva de una prevista derrota electoral de los Conservadores en las elecciones generales de 1982 debería de mostrar qué tan fiables fuimos en nuestro rol de Casandras.

Es 1988 ahora. Margaret Thatcher está iniciando su tercer período en el poder y habla con confianza de un liderazgo continuo conservador hasta bien entrado el próximo siglo. Mi hija más joven tiene ahora 7 años y los tabloides están circulando la idea de los campos de concentración para las personas con SIDA. La nueva policía antimotines usa visores negros, así como sus caballos, y sus vehículos portan videocámaras rotativas en la parte alta. El gobierno ha expresado su deseo de erradicar la homosexualidad, así sea como un concepto abstracto, y uno sólo puede especular acerca de cuál minoría será la que tendrá nuevas leyes en su contra. Estoy pensando en tomar mi familia y salir de este país pronto, en algún momento de los próximos 2 años. Es frío y lleno de mala voluntad y ya no me gusta estar aquí más.

Buenas noches Inglaterra. Buenas noches Home Service* y V de Victoria.

Les saluda la Voz del Destino y V DE VENGANZA

Alan Moore
Northampton, marzo de 1988

*(Seguridad interna, equivalentes Segob/AFI/Cisen)

La Inglaterra actual es ahora la sociedad más vigilada del mundo y de la historia, con millones de cámaras vigilando los movimientos de todos los ciudadanos de día y de noche, micrófonos incluidos, con sistemas de reconocimiento automático de números de placas desperdigados por las calles y caminos de todo el país, con la revisión y registro de toda llamada telefónica, de todo mensaje electrónico, con el temor constante implantado desde el gobierno y medios de comunicación serviles y complacientes de sufrir un atentado terrorista. Gracias a ese miedo los ciudadanos británicos aceptan toda clase de atropellos e intromisiones en su vida que palidecen ante el control que ejercen sobre sus respectivas sociedades las dictaduras cubanas, libias, sirias, chinas, etc. mientras se engañan con la idea que su relativa prosperidad económica es sinónimo de libertad, aún cuando se pueda detener en ese país a un anciano por criticar en su cara al Primer Ministro. También se está volviendo a la idea de obligar a los ciudadanos de portar identificaciones oficiales - credenciales de identidad - todo el tiempo, mañosamente, como una opción de manera inicial que después será obligatoria, así como aquí en México se terminó convirtiendo la credencial del IFE, y se quiere hacer de manera más intrusiva con las credenciales electrónicas del Seguro Popular -después de todo, de acuerdo a la gente bien, sólo los pobres son ladrones.

Los culpables de ese estado de cosas, como contundentemente dice V, son los ciudadanos que aceptaron esto. Esa es la democracia británica, que no invita a participar más del 25% de los electores en las elecciones intermedias, en la que los partidos consistentemente se burlan de sus electores, mienten descaradamente, niegan información y promueven la cómoda apatía ciudadana. A esa clase de apestosa, hueca e inútil "democracia madura" es a la que las sanguijuelas de las dirigencias de los partidos políticos nacionales y la oligarquía nos quieren llevar, mientras que al político que con grandes virtudes -e igualmente grandes defectos - invita a la población a participar, a pensar, que despierta el debate y la conciencia cívica entre partidarios y enemigos se le tacha de un peligro para México.

Las medidas enteramente fascistas y totalitarias que se empezaron a utilizar en México, con el uso masivo del poder del Estado, la propaganda oficialista y el chantaje a la población para negarle su libertad de elegir, junto al absurdo, ridículo e impune cerco al Congreso en el que pesó más el miedo a los disturbios que el respeto por el Estado a los derechos fundamentales de los habitantes de la zona que efectivamente tuvieron que mostrar con sus identificaciones el equivalente a un pasaporte o salvoconducto para entrar en sus casas o sus trabajos, totalitarismo perfecto del cual los zares, estalinistas, nazis y fascistas estarían más que orgullosos, aunado al silencio cómplice de los medios y la falta de solidaridad de los ciudadanos que callaron y voltearon la mirada a otro lado aceptando la injusticia que se hacía en su nombre. Mientras que en Estados Unidos su Procurador General encuentra nuevas e imaginativas formas de definir y legalizar la tortura, en México no nos quedamos atrás y se elige para encargarse de la política interior un hábil e indiscutiblemente inteligente operador entre políticos de la vieja escuela, pero que considera que los conflictos sociales se resuelven a madrazos y que a pesar de su preparación y talento como abogado termina asumiendo estúpidamente que los derechos humanos no son de aplicación universal, si no para unos cuantos, idea aceptada por un amplio sector de la población que ha renunciado voluntariamente a esos derechos y a su sentido común, con un sentido de la justicia claramente inferior al de una llama andina o el de un perro, y un absoluto desconocimiento y negación de la fe cristiana que muchos de esos supuestamente profesan.

El primer texto de David Lloyd lo quise poner como ejemplo del por qué y para quienes se hace el Sendero del Peje, el por qué en lugar de seguir cómodamente con nuestras vidas,-Víctor Hernández terminó sacrificando su bienestar económico y su trabajo entre muchas otras cosas-, por qué algunos dejamos de dedicar gran parte de nuestro tiempo libre a nuestras familias y amigos, por qué pasamos las noches en vela investigando, leyendo, traduciendo y discutiendo, por qué se crean carteles, editan documentales, por qué terminamos sufriendo represalias en nuestros trabajos, por qué perdemos algunas amistades y por qué nos enojamos. Algunos dirán cuando se discute que nos estamos peleando, fragmentando, y que cuando alguien rectifique su opinión se le tachará de inconsistente. A esos la respuestas vienen de Voltaire y de Keynes, del primero el respeto y la defensa con la propia vida del derecho del otro a no estar de acuerdo con nosotros, y del segundo, la contundente respuesta a la crítica de inconsistencia por parte de los necios:"¿y qué hace usted con sus opiniones, cuando recibe nueva información?"

Alan Moore describió claramente la Inglaterra de su tiempo y vio algunos de los peligros y horrores que estarían por venir, otros no pudieron ser capaces su pluma y mente privilegiadas de imaginarlos. Los campos de concentración y extermino para los enfermos de SIDA, idea que en lo fundamental fue resucitada recientemente por el panismo en Yucatán, y que de otra manera se manifiesta en el proyecto de presupuesto del gobierno usurpador actual, que de manera imbécil sigue creyendo que las enfermedades son una clase de castigo divino y no una manifestación más de la evolución de las especies y los problemas sociales, a combatir y paliar con medios científicos, sociales y económicos. La inequidad, la miseria y el abuso de poder que claramente identificaron los antiguos sabios romanos desde hace milenios como causa del colapso de las sociedades y combatieron con éxito durante los siglos de los que gozó de salud su Gran República le pasan de noche a los políticos ignorantes, mientras que a buena parte de nuestra población que por los medios en gran parte y por comodidad, necedad y apatía por la otra, acepta el estado de cosas en el país, pide más represión y sacrifica su bienestar, su salud y su libertad en busca de seguridad y prosperidad, ignorando la experiencia de siglos y otras naciones que demuestran que nunca ha sido ni será así como las encuentren.

Estamos viendo nuevamente escenas que muchos creímos pertenecían al pasado, olvidadas y sacadas de las páginas de los primeros números de Proceso, cuando reseñaban las barbaridades del Negro Durazo, los robos de Hank González y las burradas de López Portillo. Los nombres son lo único que ha cambiado y ahora mencionan a Ramírez Acuña, Ulises Ruiz, Medina Mora, a los Bibriesca Sahagún, a Fox Quesada y a Calderón. Hoy, como hace décadas, volvemos a ver a una gran dama como Rosario Robles pedir la libertad de los presos políticos, volvemos a ver y escuchar el reclamo de la gente que quiere saber dónde están sus hijos, padres, esposos, hermanos y hermanas desaparecidos. Que un gobierno emanado del PAN que en su momento también sufrió la represión, y que algunos perredistas hipócritas se hagan de la vista gorda cuando tienen cientos de compañeros muertos por la represión lo hace peor.

Se critica mucho a Andrés Manuel López Obrador. Se dice que se quiere "colgar" del conflicto en Oaxaca, como si el "milagrito" de los muertos, golpeados y desaparecidos fuera obra suya. Los críticos olvidan algo muy importante: Andrés Manuel -aparte de doña Rosario Ibarra- ha sido el único de los políticos de relevancia nacional que ha sufrido en carne propia los efectos de la represión. Sabe lo que son los moretes que dejan los toletes, sabe lo que se siente al ver escurrir la propia sangre a causa de los golpes de los policías; y sabe también muy bien, lo que es ser perseguido injustamente por el Estado; eso no lo saben ni Calderón, ni Madrazo, ni Cuauhtémoc Cárdenas ni Patricia Mercado. Es el colmo del cinismo y la mala intención que ahora se le critique por combatir una injusticia que él ha vivido en carne propia. Parece que para unos es correcto alzar la voz sólo hasta que el tanque aplaste -en televisión, si no no importa- al estudiante, hasta que los opositores sean recluidos en un estadio antes de ser ejecutados, hasta que las madres de los presos sean desaparecidas en el mar, hasta que sean cientos los muertos en las fosas clandestinas, o hasta que todos los periodistas honestos abandonen el país, hasta que se tenga que hacer una corrida en el metro especial para los que viven de la basura ajena.

Para la gente libre, para los que todavía se conmueven al ver un niño pedir limosna en las calles, para los que les duele la miseria ajena, para los que sienten el dolor ajeno como propio, para los que no aceptan la injusticia, para los que tienen los ojos abiertos, para los que buscan un México mejor, con justicia y prosperidad PARA TODOS, para los amigos y para los enemigos es que con gusto hacemos el Sendero del Peje.