Astillero
Der Kessel y Mi coin
La caldera
Mi moneda
O-Paco
Continuismo, pago de facturas, rechazo a la educación pública (¡viva el ITAM, que nos dio patria buena onda!) y la apertura a las trasnacionales de la guerra y el saqueo tecnificado, son los distintivos del gabinete económico que anunció Felipe Calderón el mismo día en que pidió licencia como gobernador de Jalisco el represor de manifestantes contra la globalización que busca ser el próximo secretario de Gobernación.
Dos estrellas del foxismo forman parte del elenco calderonista. A la Secretaría de Economía va Eduardo Sojo, uno de los llamados Tres Reyes Magos que desde Guanajuato trazaron el camino hacia el poder con su amigo Vicente por delante. Esos tres reyes eran Ramón Muñoz, luego todopoderoso manejador de hilos desde las oscuridades de Los Pinos (coordinador de Innovación y Cambio Gubernamental) y ahora senador silente e intrascendente; Carlos Flores Alcocer, quien tuvo vida efímera en el reino de las cabañas como coordinador de Planeación Estratégica y Desarrollo Regional, y el propio Sojo Garza-Aldape, que se encargó de Políticas Públicas. El otro funcionario transexenal será Rodolfo Elizondo, que comenzó el sexenio foxista como coordinador de una ocurrencia llamada Oficina Presidencial para la Alianza Ciudadana y que luego ocupó el preciado sitial de la señora Marta (el sitial institucional, desde luego) en la vocería, de donde luego pasó el duranguense Elizondo a la apacible pero muy satisfactoria Secretaría de Turismo, en la que ahora seguirá para que Calderón pueda decir a los panistas que les ha dado su cuota de participación en el nuevo gabinete.
La Secretaría de Hacienda para Agustín Carstens era una maniobra cantada desde que el nada anoréxico economista dejó el Fondo Monetario Internacional para garantizar a los capitalistas con intereses en México que el ritmo y el estilo de enriquecimiento acostumbrados durante las décadas recientes seguirán sin cambio, ¡faltaba más! Respecto a la futura secretaria de Energía, Georgina Kessel, ha de decirse que su perfil académico y burocrático la convierte en perfecta ejecutora de planes privatizadores y de apertura a capitales extranjeros. Su primer logro, por lo pronto, es la reivindicación de la Casa de Moneda, que años atrás fue dirigida por el líder sindical charro Napoleón Gómez Urrutia y que ahora ha estado a cargo de la señora Kessel, cuyo nombramiento parece enteramente explicable (predestinado, en realidad) si se toma en cuenta que ese apellido, Kessel, significa en alemán caldera (der kessel, la caldera), así es que entre una caldera y un calderón todo estará listo para poner a hervir al país.
El caso de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes demuestra la debilidad de Calderón frente a los intereses empresariales extranjeros y nativos. En el círculo íntimo del presidente formalmente electo hay un especialista en los asuntos de la SCT, que incluso fue subsecretario durante el gobierno de Ernesto Zedillo. Ese especialista se llama Javier Lozano, pero Calderón no pudo nombrarlo donde debería estar porque el Grupo Carlyle (los intereses de la familia Bush) y poderes locales como Televisa necesitan un propio para hacer negocios y recuperar inversiones. Ese propio se llama Luis Téllez, pero a lo largo del sexenio podrá ser llamado Míster Conflicto de Intereses (Mi coin, sería el barbarismo de espanglish traducible como "mi moneda", entendida ésta como el depósito necesario para que ciertas máquinas funcionen). Mi coin es el representante en México del mencionado Grupo Carlyle que, según el Astillero del 28 de septiembre del año pasado, citando a la Asociación Americana de Juristas, ONG reconocida por el Consejo Económico y Social de la ONU, "se hizo inesperadamente importante después del 11 de septiembre, porque comenzó a interesarse en sectores como la biodefensa, la seguridad informática y las tecnologías de protección más sofisticadas (...) concentrándose en los sectores que con la ola privatizadora mundial han pasado del sector público al privado, como las industrias de la defensa, aeroespacial y de telecomunicaciones". ¡De Telecomunicaciones! ¡Oh, Santa Virgen de las Coincidencias, gracias por nombrar al beato Luis en el arca de la abundancia llamada SCT!
Pero Mi coin rápidamente se está deshaciendo de esas ligas comprometedoras. La noche del lunes, a unas horas de que se anunciara su nombramiento como secretario del gobierno der kessel, el doctor T. Kuenzler rompió (¡oh, cuán duro debe haber sido: auch!) como consejero de empresas como Cablevisión, empresa que tiene como accionista mayoritario a Televisa. Cable por televisión, dicho sea de paso, que es el terreno en el que la ley Televisa permitirá grandes crecimientos y ganancias.
Para cerrar el ciclo ominoso, Francisco Ramírez Acuña, conocido por su grisura política como O-Paco, se despidió del gobierno jalisciense para quedar en disposición de ser nombrado funcionario del gobierno der kessel. Ramírez Acuña es considerado el más priísta de los panistas de Jalisco, y ha mantenido pleito cerrado con quien le sucederá sexenalmente, Emilio González Márquez (miembro de El Yunque) y con Alberto Cárdenas, a quien O-Paco sucedió. Justamente el citado Cárdenas dejó entrever ayer la posibilidad de que Ramírez Acuña sea el próximo secretario de Gobernación. De ser así, Calderón estará pagando alta la factura a quien lo destapó como precandidato presidencial, precipitando el enojo de Fox, que promovía a Creel, y la posterior renuncia de Calderón a la Secretaría de Energía. Pero, sobre todo, con FRA en Bucareli, el gobierno entrante estará anunciando el advenimiento de una mano dura, cerril y soberbia, como la mostrada por el citado O-Paco contra jóvenes contrarios a la globalización en Guadalajara.
Astillas:
Ironía mobiliaria (de la lucha de clases a la clase de asiento): Había un hueco en el Zócalo capitalino repleto de gente. Frente a la tribuna fueron colocadas sillas metálicas para invitados especiales, pero varias de esas hileras no fueron ocupadas porque los convidados no llegaron o no quisieron ir a la toma de posesión de López Obrador. Decenas de miles de personas de pie, ante decenas de sillas reservadas para que nadie las utilizara...
Fax: 56 05 20 99 * juliohdz@jornada.com.mx
México SA
Primera factura, primera
La ''continuidad'' cumplidora
Una más de Bancomer
Más tardaron los barones en rescatar al Felipillo del fracaso electoral y financiar su campaña del miedo, que éste en pagarles la (primera) factura correspondiente, disfrazada de gabinete económico, porque "apostarle a algo distinto implicaría retroceso".
En los primeros días de septiembre pasado el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación aún no atinaba cómo disfrazar su resolución favorable al ex candidato panista, cuando el Consejo Coordinador Empresarial ya le había presentado al michoacano su relación de elegidos para su gabinete económico, el de la "continuidad", en el entendido que "es necesario mantener las políticas que se han ejercido en los últimos 10 años".
Pues bien, en los primeros días del no muy lejano mes de la patria, los barones dispusieron que Agustín Carstens fuera el secretario de Hacienda, y Calderón se los cumplió de inmediato, aunque sólo hasta ayer lo protocolizó. Para la Secretaría de Economía palomearon a Eduardo Sojo (que igual fue escudero de Fox que asesor del mini candidato), y ahora este gris personaje es titular de esa cartera, obviamente incluida en la referida factura. Es el mismo que con Fox en Los Pinos aseguraba que la crítica por el raquítico crecimiento económico y la pérdida neta de empleo eran "puro rollo".
Desde septiembre impulsaron a Luis Téllez, y si bien no lo colocaron en Energía o Pemex como era su "apuesta", Calderón le entregó una envidiable cartera, Comunicaciones y Transportes, justo en el sexenio de la infraestructura (según dicho del michoacano), en la que el ex funcionario salinista (privatizador del campo) y zedillista ("desincorporador" de la energía eléctrica, ferrocarriles, satélites y demás) sólo tiene experiencia como representante en México de la mafia de halcones asociados en The Carlyle Group (Bush padre, James A. Baker, Frank C. Carlucci), aunque presuma su estrecha relación con Televisa, a la que sin duda brindará sus siempre eficientes servicios gerenciales, ahora como secretario del ramo (dicho sea de paso, el consorcio representado por Téllez en el país se asoció con Televisa en su fallido intento por apropiarse de Univisión). Fue vicepresidente ejecutivo del Grupo Desc (Fernando Senderos) y miembro de su consejo de administración, como también de los correspondientes a FEMSA (Eugenio Garza Lagüera), Grupo México (Germán Larrea y sus mineros de Pasta de Conchos). Sempra Energy (perteneciente al oligopolio del gas natural en México y otras gracias) y de la propia Televisa (Emilio Azcárraga). Por cierto, las "inversiones" de Carlyle se especializan en armamento, transporte, energía, tecnología y telecomunicaciones, casualmente.
Y en la fiesta por el primer pago de facturas, aparece Georgina Kessel Martínez como secretaria de Energía. Hasta ayer, la señora hacía su mejor esfuerzo en la Casa de Moneda, aunque la versión oficial asegura que "tiene una amplia experiencia en el sector público y particularmente en el sector energético", porque dos sexenios atrás, en 1994, fue presidenta de la Comisión Reguladora de Energía, originalmente "un órgano consultivo en materia de electricidad". El gusto por las privatizaciones y la desaparición de subsidios sociales la une estrechamente al consentido de los jubilados del país, Santiago Levy.
Lo mejor del caso es que el "presidente del empleo" nombró a un especialista en comunicaciones, ex empleado del Grupo Industrial Alfa y adorador del micrófono, como secretario del Trabajo. Si con monseñor Abascal en el puesto, con todo y la asesoría directa de la madre Tonatzin, de plano el "cambio" no dio una, habrá que imaginar qué sucederá en la "continuidad" con Javier Lozano.
Como remate, Rodolfo Elizondo se mantiene en la Secretaría de Turismo, un grillo puro que por segundo sexenio consecutivo lo dejan en labores administrativas.
Lo interesante de todo esto será cómo, con este gabinete económico que no distingue entre política y negocios (The Nation, 2002), y que desde ya no le apuesta "a nada distinto porque implicaría retroceso", el mini presidente electo supone que rebasará a no se quién por la izquierda y desmantelará los monopolios de quienes financiaron su campaña.
Las rebanadas del pastel:
Viva la banca: "hago del conocimiento público una discreta diligencia interior de cambio de razón social en el banco más grande del país (BBVA-Bancomer). Soy empleado del mismo y recientemente nos han ido informando por pequeños grupos que dicha acción 'forma parte de la restructuración estratégica y administrativa del grupo y le garantiza a usted y a todos los que colaboramos con el mismo, seguridad, permanencia y un trato más homogéneo y justo'. A partir de enero de 2007 ya no seremos Grupo Financiero BBVA-Bancomer. Ahora seremos BBVA-Bancomer Operadora, es decir un outsourcing, maquiladora o como se le quiera ver. Se nos insiste en que esta nueva relación de trabajo no nos afectará en lo mínimo, ni en nuestras prestaciones, antigüedad, puesto o salario, es decir, es transparente; es más, hasta podremos participar en un nueva esquema de retribución variable (un bono de acuerdo con el desempeño). Esto último seguramente para no hacer ruido. Lo relevante del caso es que se da precisamente cuando la empresa ya cumplió cinco años con la misma razón social y debe cumplir con la obligación del reparto de utilidades, las cuales son millonarias y en crecimiento. Sólo para darnos una idea: la contribución de ingresos del grupo a nivel local representa 40 por ciento del total a nivel mundial. Esta es una muestra más de la protección que se les da a las grandes empresas a costa de los trabajadores, sin que autoridad alguna salga en su defensa; por el contrario, se hacen de la vista gorda" (nos reservamos el nombre del denunciante)
Ciudad Perdida
Dos visiones de México
La aventura en el frío del lunes por la tarde
Los escenarios para la transmisión del poder
Don Carlos, un amigo de esos que nunca han dejado de luchar por sus convicciones, estaba la mañana de ayer verdaderamente contento, entusiasmado, con un brillo de vida en los ojos que nunca le había visto, aunque he de confesar que lo conozco de hace muy poco tiempo.
Su razón era muy poca, para algunos, y muy vasta, para otros. El hombre, que ya no es, de ninguna manera, un jovencito, se sentía representado por el gobierno legítimo que se instauró el 20 de noviembre en el Zócalo de la capital de México.
Y era tal su gozo que pronto lo contagió a algunos de los que lo escuchaban, y que por algún motivo ocultaban su placer. Pero el asunto cambió rápido, de pronto había un coro de personas de muy diferentes clases sociales e idiosincrasias que coreaban: "ya tenemos presidente", tan amigable que incluso provocó la sonrisa de quienes parecían no estar de acuerdo con ellos.
En confianza, seguramente con el sentimiento de protección que les dieron los demás, don Carlos empezó a contar lo que él llamó "la aventura en el frío", y descolgó un relato salpicado de imaginación y esperanza que nadie se atrevió a interrumpir, y menos aun a contradecir.
Era un mexicano que estrenaba presidente, que se sentía representado por un político que le llenaba de confianza, y a quien prometía ayudar, con todo lo que pudiera y estuviera a su alcance.
Este personaje es uno de los 300 mil, según cifras de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal, que se congregaron el lunes para ver y aceptar el principio de un gobierno que, por decirlo de algún modo, tiene la bendición de su pueblo.
Y allí mismo, en un café de la Condesa, alguien más platicó, guardando el nombre de sus fuentes, que en la Cámara de Diputados se tiene previsto dos escenarios. El primero es el por todos conocido, que Calderón pueda hacer uso del foro principal de ese recinto para culminar la burla a la voluntad de una gran parte de los mexicanos que están seguros de que el gobierno de Fox ejecutó un fraude el pasado 2 de julio.
El segundo, dijo quien contaba, se refirió al llamado Salón Verde del Palacio Legislativo de San Lázaro. Explicó que en caso de emergencia, y bajo el síndrome de "la muñeca fea", es decir, escondido en los rincones, Felipe Calderón sería impuesto como presidente por priístas y panistas, en una ceremonia de acceso limitado, es decir, en petit comite.
Conocedor del asunto, al parecer, el relator explicaba que un plan parecido se dio el 1º. de septiembre, cuando Fox pretendió leer su Informe ¿de gobierno? Ya estaba dispuesto dicho espacio para que allí se efectuara la ceremonia. Se avisó una hora o menos antes de que ocurriera, y se desarmó minutos después de que Fox entregó el documento que contenía el estado que guarda la nación, según Foxilandia.
Pero no fue todo. También refirió su "aventura en la tristeza", y es que dijo sentirse impotente, triste, frente al escandaloso cerco que las policías federales han hecho alrededor del recinto de San Lázaro para permitir que se entronice al gobierno del odio.
No dijo qué tiempo tiene laborando en la Cámara de Diputados, pero su comentario nos hizo creer en un lapso largo, después de que señaló: "nunca lo había visto así", realmente acongojado. "Hay que mostrar acreditaciones, oficios; hay que caminar entre los uniformados de no sé cuántas corporaciones, casi metro a metro. Más que vigilancia, uno siente que los ojos de los policías están sobre uno todo el tiempo. Ni dentro de las oficinas se siente uno libre. La cámara es como una cárcel y nosotros, los empleados, delincuentes. Es realmente triste".
Estas son dos visiones diferentes de lo que pasa hoy en el mero corazón de México. De esos dos Méxicos de los que tanto se habla. Que cada quien escoja el suyo.
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