Esto que sigue es de Proceso:
La pesadilla de Calderón
México, D.F., 11 de septiembre (apro).- La sombra de Andrés López Obrador se proyectó sobre Felipe Calderón en las noticias y editoriales aparecidos en la prensa internacional a partir de que el segundo fue declarado “presidente electo” por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
enriqueta cabrera
El pasado miércoles, prácticamente todos los artículos y editoriales de diarios en Estados Unidos, Europa y América Latina se refirieron al fin del proceso electoral mexicano y a la continuación de la crisis política y social.
Con diversos enfoques, diarios conservadores y liberales advierten que en México la elección concluyó, pero la fractura continúa expresada en un movimiento social que proyecta incertidumbre sobre la gobernabilidad, la estabilidad y el futuro de México.
La noticia de la declaración de presidente electo y el desconocimiento paralelo de los resultados electorales por parte de López Obrador, dio la vuelta al mundo, pero sobre todo tuvo una destacada repercusión en la prensa estadunidense. Vecindad e interdependencia obligan.
En un contexto más o menos amplio, la prensa internacional tiene en cuenta que los 65 días que pasaron desde las elecciones del 2 de julio se vivieron en un ambiente de incertidumbre, sin resultados electorales después de que México vivió la elección más disputada de su historia. Durante más de dos meses, los corresponsales extranjeros informaron sobre el conflicto poselectoral en México: las manifestaciones y plantones de la coalición Por el Bien de Todos; las denuncias de irregularidades; la solicitud de un recuento voto por voto, y la impugnación de la validez de la elección por la injerencia del presidente Vicente Fox a favor del ahora presidente electo Felipe Calderón.
La amplitud de la cobertura mediática mundial se vincula a varias cuestiones: la primera, que México –por primera vez en su historia-- tuvo que esperar 65 días para la resolución oficial de quién ganó la elección presidencial más disputada de su historia; la incertidumbre que genera el hecho de que el triunfo de Calderón sea desconocido por la segunda fuerza política y un amplio movimiento social; la preocupación sobre los derroteros de la protesta y el temor de que puedan suscitarse hechos de violencia; la percepción internacional de la polarización de México y la fractura política y social que atraviesa al país, y la debilidad política del futuro gobierno de Calderón si no logra acuerdos e impulsa políticas de sus adversarios.
La gobernabilidad tiene que ver con que los mexicanos acepten los resultados. Apenas 51% cree que fueron limpias, señala el editorial de El País citando una encuesta de El Universal.
En el caso de los medios estadunidenses es recurrente la preocupación por la gobernabilidad y la estabilidad de México. La prensa en Estados Unidos recogió también múltiples dudas que no fueron despejadas por el Tribunal. The New York Times advirtió que el fallo alimenta sospechas de fraude. Señala que, en una decisión unánime, la Corte desechó los argumentos de López Obrador, aunque deploró la “propaganda negra” que Calderón y algunos grupos empresariales utilizaron contra López Obrador. También dijo que el “Presidente Fox puso en riesgo la validez de la elección con numerosos discursos que indirectamente atacaban al candidato de la izquierda…”. Se refirió a lo dicho por la magistrada Alfonsina Navarro, en el sentido de que hubo irregularidades que no se probaron y “otras que no fueron suficientemente graves para poner en duda la veracidad de la elección.”
The New York Times publicó en su portada una extensa nota de James C. McKinley, en la que, después de informar que Calderón será el próximo presidente de México, advierte: “…a pesar de que la decisión definió cuestiones legales en la más disputada elección en la historia de México, no puso fin a la crisis política que ha atrapado al país desde que los votantes fueron a las urnas aquí el 2 de julio. El primer desafío de Calderón como presidente será desactivar la ira de los izquierdistas que creen que la elección fue fraudulenta. No será fácil…”.
The Washington Post, tras señalar que Calderón fue declarado presidente electo de manera unánime por el tribunal, recoge las declaraciones de López Obrador en el zócalo frente a miles de personas, advirtiendo que considera a Calderón un “presidente ilegítimo”, y llamó a crear un “gobierno alternativo” a “refundar la República y establecer el orden constitucional ante de la toma de posesión el l de diciembre”.
Para el diario canadiense Toronto Star, “la decisión de la Corte no podrá ser apelada, termina con dos meses de incertidumbre, pero no descarta la crisis política en México”.
El influyente diario liberal The Independent, del Reino Unido, publicó, a su vez, un editorial sobre México con el titulo “Nación dividida”. Éste señala que “Washington, en particular, piensa que la incorporación de la izquierda popular en América Latina sería un retroceso. La salida del poder del partido que gobernaba (PRI), así como la gran liberalización de la economía, el aumento de los precios del crudo y la membresía del TLCAN, no han traído el tipo de prosperidad que se esperaba”.
Prácticamente todos los diarios registran --aunque no de manera destacada-- la intervención ilegal de Fox en la campaña electoral a favor de Calderón y en contra de López Obrador que, como apuntó el Tribunal Electoral, puso en riesgo la elección y la intervención a través de campañas en medios electrónicos –prohibidas por la ley-- de un sector del empresariado nacional. Se trata de prácticas que son habituales en países como Estados Unidos, pero que en México tienen un impacto y una connotación distintos. La democracia mexicana no permite que el presidente pretenda influir en el voto ciudadano. Y eso es lo que sucedió. Se trata de un agravio mayor que, incluso, pone nuevamente en duda el compromiso democrático de Fox.
Permanece la desconfianza
Al juzgar la injerencia presidencial en las campañas electorales, el Tribunal Electoral hizo abstracción del contexto histórico mexicano en el que un elemento central de la democracia electoral es que el presidente no intervenga en la elección de su sucesor. A pesar de ser éste un elemento central en la historia política mexicana, llama la atención que pocas notas periodísticas lo destaquen.
El editorial de Wall Street Journal considera que “lo último que México necesita es un México inestable e ingobernable.”
Al analizar las elecciones en México, Los Angeles Times señala que “Calderón tomará posesión el l de diciembre, dando a Fox tres meses para resolver la crisis política y asegurar una sucesión pacífica… México enfrenta un largo periodo de inestabilidad en el que las divisiones sociales y regionales que definieron la campaña presidencial podrían hacerse más agudas.”
El prestigiado vespertino francés Le Monde advierte en su editorial que, tras la decisión de la más alta autoridad electoral, “…la crisis política que atraviesa (México) desde hace dos meses está lejos de haber concluido. Nadie puede predecir hoy con certidumbre cuando, ni cómo, se va a resolver. Y, sobre todo, si podrá hacerse sin violencia.” Advierte que el sistema electoral mexicano se había dotado de “candados” que hacían posible un fraude masivo…“pero la desconfianza permanece.”
Inquieta a Handesblatt de Alemania que “no se sabe si habrá tranquilidad política”.
Mientras, el San Diego Union Tribune señala que “la esperanza ahora es que las cosas se tranquilicen. Pero no hay que apostar a ello. AMLO ha tachado de ´criminales´ a sus oponentes y ha amenazado con bloquear el desempeño de Calderón”.
De manera realista, el editorial del Chicago Tribune considera que “desafortunadamente no es claro que México tenga otra transición presidencial pacífica. El país se encuentra en arenas movedizas… Una campaña para minar la presidencia de Felipe Calderón podría, a la vez, amenazar la estabilidad de México.”
Respecto de las declaraciones de López Obrador de formar un gobierno paralelo, el diario británico The Guardian dice que los acontecimientos en México “han provocado que algunos observadores hablen de una posible insurrección, mientras que otros temen una reacción violenta por parte de la derecha.”
Por su parte, en el diario conservador francés, Le Figaro, su director adjunto Pierre Rousselin advierte que, “con una ventaja de sólo 0.56%, el conservador Felipe Calderón heredará un país más dividido que nunca, invadido por una movilización que pone en duda las instituciones y la estabilidad del país”.
“La prueba más grande para la democracia en el mundo estos días ha tenido lugar en el patio trasero de Estados Unidos, en México… Es un signo de madurez política que, incluso, esta elección cerrada pueda ser adjudicada. El desafío ahora es que todos los mexicanos acepten los resultados, de modo que Felipe Calderón pueda gobernar,” señala el editorial del poderoso diario proempresarial Wall Street Journal, utilizando expresiones que resultan ofensivas para los mexicanos.
“La Casa Blanca emitió un comunicado felicitando al pueblo de México por la certificación de ‘un proceso electoral libre y justo’. Calderón enfrenta la tarea de ganarse a los millones de mexicanos enojados con el presidente Fox por no haber cumplido sus promesas… Así mismo, están enojados por la campaña de desprestigio que lanzó en contra de López Obrador,” advirtió la nota del Washington Times.
El País, de España, en su editorial del 6 de septiembre titulado “Victoria justa”, tras referirse al dictamen inapelable del Tribunal que le dio el triunfo electoral a Calderón, señala que no hay elección perfecta. Toma nota de la grave irregularidad que representó la intervención del presidente Fox, y considera necesario tener en cuenta “que apenas un raspado 51% cree que las elecciones fueron limpias… Aunque haya ganado, Calderón debe percatarse de que los problemas que planteó López Obrador sobre la desigualdad y la pobreza durante la campaña, siguen siendo los centrales”.
La Opinión, el diario en español más leído en Estados Unidos, señala en su editorial que espera que “el panista comience a asumir actitudes más presidenciales y menos divisivas que las mantenidas hasta ahora. Calderón asegura querer ser presidente de todos los mexicanos, para eso debe reconocer que ganó con una diferencia mínima… Es necesario que busque una verdadera reconciliación nacional en la que se tome en cuenta al México postergado que depositó sus ilusiones en la coalición Por el Bien de Todos… AMLO debe replantearse su estrategia de confrontación total.”
La verdadera pesadilla de fecal es que no podrá salir más a la calle por el resto de su vida sin que alguien le miente la madre, le escupa en la cara, o le tire huevazos y jitomates.
Y no será solamente este sexenio. Será, como dije, el resto de su vida.
Una razón más para apoyar al peje en el 2006.
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