Periódico Reforma.
Modesto Suárez.
Por qué contar voto por voto.
Conocemos la verdad no solamente por la razón, sino también por el corazón.
Pascal, Pensamientos, fragmento 110.
Benedetto Croce, demócrata y liberal italiano, vigoroso luchador contra el fascismo e impulsor de la cultura en su país, menciona un rasgo esencial de la labor jurisdiccional. Durante la etapa de la comprobación de los hechos -afirma en su libro Filosofía de la práctica-, la tarea del juez es similar a la del historiador; pero, en la última fase del proceso judicial, cuando el juzgador dicta su sentencia, éste realiza un acto de voluntad, un acto político.
El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación tiene ante sí la decisión más importante de su corta historia. En las próximas semanas deberá de emitir la resolución definitiva sobre la impugnación presentada por la coalición Por el Bien de Todos.
El Tribunal Electoral tiene ante sí básicamente dos posibilidades de decisión, ambas con trascendentes consecuencias políticas: ordenar el conteo voto por voto de todas las casillas electorales u ordenar únicamente una revisión parcial de los votos. La anulación de la elección es también una posibilidad, aunque ésta no le ha sido solicitada por alguna de las partes.
Existen razones de peso en favor de la primera solución: 1. Hay indicios, todos ellos del conocimiento público, de que en la pasada elección pudieron haberse manipulado los resultados a favor de uno de los candidatos.
Contar voto por voto despejaría cualquier duda sobre la legitimidad del próximo presidente de México. Es la solución más radical y definitiva; el fundamento más sólido de una sentencia inapelable. Esta medida no causaría daño a nadie, salvo que realmente hubiera habido un fraude electoral, y generaría el respaldo unánime de la población.
2. El Tribunal Electoral debe estar a la altura del momento histórico que vive México. La magnitud de lo que está en juego -la supervivencia de nuestra democracia- y la naturaleza definitiva de la decisión de ese órgano jurisdiccional, hacen necesaria una resolución cuyo margen de error sea mínimo. Contar voto por voto reduce el margen de error prácticamente a cero. No así, en cambio, el recuento parcial de los sufragios. Carece de razón el consejero presidente del IFE cuando afirma que la regla de oro de la democracia es que en ella gana quien tiene un voto más; de tener la democracia una regla de oro, ésta consistiría en algo más fundamental: equidad en la contienda y un escrupuloso conteo de los votos, como lo dispone la fracción III del artículo 41 Constitucional.
El Tribunal Electoral puede enmendar -no completamente, pero sí en una medida aceptable- la inequidad y la suciedad habidas en el pasado proceso electoral a través del escrutinio de los votos.
3. La historia electoral del país ha sido predominantemente de fraudes a la voluntad soberana del pueblo; parte también de nuestra historia ha sido la sumisión del Poder Judicial y del Poder Legislativo al Poder Ejecutivo. Este pasado pesa desafortunadamente sobre el Tribunal Electoral ahora que enfrenta su primera gran prueba. Los pueblos y sus autoridades no cambian de la noche a la mañana; lo hemos visto en este sexenio. La decisión de contar nuevamente voto por voto alejaría cualquier sospecha sobre la imparcialidad de la justicia electoral.
Pero una resolución basada en la busca de puntillos de derecho -en una elección en la cual el respeto a las normas jurídicas dejó mucho que desear-, cuyo efecto práctico sería la ratificación del resultado electoral presentado por el IFE, podría ser vista por muchos ciudadanos como un acto político -para emplear las palabras de Croce- en favor del poder establecido.Frente a lo anteriormente dicho, no encuentro alguna razón de peso en favor de un conteo parcial de los votos.
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miércoles, julio 26, 2006
VXV.CXC.
Publicadas por Armando Garcia Medina a la/s 3:53 p.m.
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