IRA E IMPOTENCIA.

La ciudad en estado de sitio: sólo falta el toque de queda

miércoles, 14 de marzo de 2007

Roldán Peniche Barrera Yucatán Insólito Escribo estos renglones la mañana del domingo 11 de este mes de marzo con ira e impotencia. Mérida se ha convertido en una fortaleza inexpugnable ocupada por agentes del Servicio Secreto norteamericano, elementos del Estado Mayor Presidencial, del Ejército y de las policías locales, todo ello porque el Sr. Bush escogió, en mala hora, realizar su entrevista (entrevista que no sirve para nada) con el Sr. Calderón, aquí y en la haciendota de Temozón Sur. ¿Qué el Sr. Bush y el Sr. Calderón, tan espurio el uno como el otro, no pudieron escoger Acapulco o Los Cabos, este sitio más próximo a la casa del primero? Terribles helicópteros Black Hawk sobrevuelan la ciudad tal como si estuviéramos en guerra, (lo que me recuerda los últimos días de la II Guerra Mundial cuando se apagaban las luces en Mérida por las noches y ciertos aviones militares dejaban caer sacos de arena ante el pasmo de nuestros padres y abuelos). Aviones de dimensiones gigantescas van y vienen trayendo sofisticado equipo, armas, cámaras indiscretas que nos seguirán por las calles y toda la parafernalia bélica acostumbrada por el Army y la Navy. Sólo falta el toque de queda para de veras sentirnos en tiempos de guerra. En calles céntricas y en el Paseo de Montejo, jóvenes y no tan jóvenes evidencian su repudio a la visita del Sr. Bush y en grandes rótulos indican sus sinónimos: Asesino, espurio, invasor, o el Go Home clásico de los no bienvenidos. Le recuerdan su feroz invasión a Irak, donde ha mutilado a todo un pueblo, chivo expiatorio de su impotencia en capturar a Bin Laden, su ingeniosísimo enemigo que presume de haber demolido las Torres Gemelas de Nueva York. Hoy, en estos momentos quien llega a Yucatán por carretera, ha de ser sometido a la humillación de revisársele como si se tratara de un terrorista. Y es que a Bush, el verdadero terrorista, le aterroriza toparse con otros de su calaña. ¡Qué miedo el de este borracho seco, electo en amañado proceso y ayudado por su hermano Jeb, gobernador de la Florida! El Estadio ¡hágame Ud. el favor! Ha sido cerrado a piedra y lodo hasta que se vaya el indeseado. ¿Y todos aquellos que practican el deporte, o el ejercicio, o la caminata matutina, qué harán durante ese lapso? Dice POR ESTO! que las clases fueron suspendidas en varias escuelas, y todos los establecimientos ubicados en las cercanías del hotel Hyatt y del Fiesta Americana, hubieron de cerrar sus puertas, porque, naturalmente, nadie pasará por allá: farmacias, tiendas, el Centro de Especialidades Médicas.... Hoy miércoles deberá regresar a su país el indeseado, según las encuestas el peor presidente que ha tenido el país norteamericano, que no se merece a este mandamás sureño e ignorante que continúa mandando efectivos a Irak, a Corea del Norte y a Venezuela, que prosigue levantando el muro de la ignominia en la frontera con México, que no cede un ápice en lo que a las lamentables condiciones de los indocumentados se refiere y que demuestra más amor a su perro que a sus prójimos mexicanos que buscan ir a la pizca de la uva, del tomate y de la naranja, ya que en los deplorables tiempos de la “chachalaca” de Fox y del actual “títere” o “pelele” como le llama AMLO, la situación laboral, principal del campo, ha empeorado, y los jornaleros se mueren de hambre... Váyase, Sr. Bush, cuando antes. Sólo así podremos respirar de nuevo.