CONJETURAS.

Final del actual IFE (se desmorona con purgas)

miércoles, 14 de febrero de 2007

Por Alvaro Cepeda Neri Conjeturas I.- Al interior del núcleo cerrado, pero con fisuras (como en todo grupo, facción o mafia) que permiten la información y crítica periodísticas, las filtraciones del calderonismo, comandado por el propio Calderón y sus consejeros áulicos: Max Cortázar (jefe de prensa), el falangista Antonio Solá Reche (asesor en grado de intimidad para asuntos de Estado) y el gallego Juan Camilo Mouriño (jefe de la Oficina de la Presidencia, alias "El pulpo" por tener sus tentáculos al cuello de todos los secretarios del despacho presidencial), al interior de ese grupo, pues, se cocinan varias decisiones. II.- Una de ellas es y no sin razones que el IFE pague "los platos rotos" del resultado electoral que puso en duda la victoria pírrica calderonista y la derrota bajo sospecha de maniobras fraudulentas de López Obrador. No son purgas superficiales. Van a la raíz y quieren que se vayan los 9 consejeros; empezando por Luis Carlos Ugalde su presidente y quien fue impuesto, en complicidad con Fox, por la tenebrosa "maestra" de la maldad política Elba Esther Gordillo. El resto de los consejeros, fueron concesiones mutuas entre el PRI y el PAN en la Cámara de Diputados Federales donde son elegidos. III.- Los nueve, pues, a la calle "con todo y chivas". Calderón y los suyos alegan que sí en verdad ganó por los casi 300 mil votos y la información del PREP y del IFE pusieron en duda ese triunfo. Y si, como se decía, tierra adentro del IFE, López Obrador llevaba, la víspera cinco puntos arriba, entonces también en los organizadores de las elecciones recae la responsabilidad del mal y perverso conteo. En una u otra de las hipótesis, los miembros del IFE son responsables. IV.- Y deben "ahuecar el ala" y a volar. Después de todo, con los fabulosos sueldos y prestaciones, se irán con las alforjas repletas de dinero para gozar unas largas vacaciones. Y cuando presenten sus renuncias darán gracias (a Calderón) de no ser llevados a juicio político, aunque quién sabe si el PRD les otorgue el perdón, cuando todo indica que exigirá deslindarles responsabilidades, pero no lo secundarán ni PRI ni PAN, y se quedará el reclamo como "quien predica en el desierto". Pero como seis del establo gordillista, deberían sentarlos en el banquillo de los acusados. De menos irse corridos. V.- Por vía de mientras ha renunciado el director de Comunicación del IFE, nombrado y aprobado por los consejeros, en sesión solemne y por unanimidad, Gustavo Lomelín. Es el principio del final de ese IFE. Obviamente no le pidieron su renuncia sino que se adelantó para poner el ejemplo a los nueve que trataron de "lavarse las manos" del cochinero que hicieron suponiendo que con eso quedarían "limpios de pena y culpa". Pero nada de eso. Y más temprano que tarde, para preparar las elecciones intermedias de 2009, tendrán que irse para que vengan los nuevos consejeros. VI.- Y entre las filas calderonistas hasta circula el nombre a proponer del que sería el nuevo Consejero-Presidente: Jorge Alcocer Villanueva, de Guanajuato, la tierra del foxismo y quien ha militado en todos los partidos de izquierda hasta traicionarlos para ponerse al servicio de las causas oficiales. Tan así que estuvo trabajando con Calderón de manera casi clandestina. Y ahora va por su paga. VII.- Las purgas han empezado en el IFE con la renuncia de Lomelín. Y con ésta información han arreciado las demandas de que deben irse todos los que, en la cúpula de esa institución (más que ya manchada, empuercada) generaron una crisis que será permanente para el calderonismo, al que se tacha de ilegítimo y el PRD hasta le imputa ilegalidad. En su visita a Alemania, le gritaron: "¡Presidente espurio!". VIII.- Asistimos al primer round de la pelea por tratar de restablecer la credibilidad del IFE, al que impusieron nueve consejeros sin la menor trayectoria en cuestiones electorales. Ugalde, por ejemplo, su único antecedente fue haber sido ayudante (cargador de maletas) del ahora director de PEMEX, el junior Jesús Reyes H. González. Y el resto ni en su casa los conocían. Pero eso sí se prestaron a una jugada perversa. IX.- Ellos habían realizado constantemente encuestas. Y cuando faltaban tres días para ir a las urnas, López Obrador llevaba cinco puntos arriba que se esfumaron con el tramposo conteo del PREP y las demás "bolas" que se hicieron los del IFE, y mandando a su director de Comunicación a dar la cara para sus amañadas informaciones imputables a los nueve malintencionados consejeros. X.- Se desmorona el IFE por las purgas que están en marcha. Calderón sabe que si bien su elección ya no la puede limpiar (a menos que renunciara, se nombrara un presidente interino y se convocara a nuevas elecciones, que sería lo democráticamente-republicano) no pueden el resto de las instituciones electorales cargar con ese IFE que ensuciaría las elecciones que vienen. Así se anuncian las renuncias de Ugalde y sus ocho incondicionales.