COLUMNAS MAÑANERAS Y ALGO MAS

ÍNDICE POLÍTICO

FRANCISCO RODRÍGUEZ

"JUSTICIA" FOXISTA

"Donde hay poca justicia es un peligro tener razón"
Francisco de Quevedo

LA DENUNCIA DEL gobernador coahuilense Humberto Moreira en contra del ex Presidente Vicente Fox es gravísima. Convierte al "esposo de la señora Marta" en reo de la justicia si es que en verdad, como lo afirmó el mandatario el domingo en Saltillo, aquél le pidió "castigar a inocentes" para no afectar a funcionarios de su administración. Se trata, por supuesto, del fatídico "accidente" ocurrido hace un año en la mina Pasta de Conchos que cobró la vida de 65 trabajadores. Y la pregunta salta de inmediato: ¿Es Napoleón Gómez Urrutia uno de esos inocentes a los que se refirió Moreira? Entre otros, sí. Gómez Urrutia, quien pese a la orquestada ofensiva gubernamental, continúa liderando al sindicato minero –y la prueba la dio ayer al parar el 90% de las minas de todo el territorio nacional--, ha demostrado una y otra vez que, justo cuando se dio la crisis provocada por el derrumbe del venero carbonífero, hace un año, se inició la persecución en su contra, al tratar de presentarlo como el responsable de la muerte de sus representados. No sólo el líder minero. El propio gobernador de Coahuila señala que "integrantes del PAN buscan incriminarme en el caso", refiriéndose por supuesto a los ex titulares del Trabajo de la anterior administración, Carlos María Abascal y Francisco Javier Salazar, no por nada ahora cobijados por el CEN del blanquiazul que encabeza el polémico Manuel Espino. Acusa el gobernador: Fox me pidió frenar la investigación sobre la explosión que cobró la vida de 65 mineros hace un año. "Nos solicitó que inventáramos, que distrajéramos la atención con cosas, que metiéramos a la cárcel a gente inocente; eso nos lo planteó el ex presidente Fox en aquella plática perversa e inmoral, en la cual estuvo presente Javier Salazar. Tal pues un ejemplo más de la "justicia" en el sexenio foxista. Otro más conocido es el del desafuero de Andrés Manuel López Obrador, triquiñuela con la que Fox y su esposa, sobre todo su esposa, pretendían impedir que el perredista fuese postulado candidato a la Presidencia de la República. En el sexenio de Fox se fue más allá de aquella máxima que señala que "para los amigos, justicia y gracia; para los enemigos, justicia a secas". Más allá, sí, porque Fox, de acuerdo a Moreira, lo que demandaba era la perpetración de una injusticia: castigar inocentes, inventarles delitos –lo del fraude de 55 millones a las arcas del sindicato minero--, perseguirlos con saña. ¿Y todo por qué? Pues por la nada velada relación que Fox y cónyuge actual mantienen con la familia Larrea, propietaria no sólo del Grupo México, también del "dirigente" sindical a modo con el que han intentado fallidamente suplir el liderazgo de Gómez Urrutia. Acusado mediáticamente Fox, ahora debe concretarse judicialmente la denuncia. Moreira tiene la palabra. www.indicepolitico.com / pacorodriguez@journalist.com

RICARDO MONREAL:


¡Canta, Chachalaca, canta!
nota original

Cuando casi nos convencen a la mayoría de los mexicanos de que la elección presidencial fue un portento de limpieza y equidad; cuando la elección más reñida y controvertida de nuestra historia parecía “cosa juzgada” en términos judiciales; cuando al libro blanco del Dos de Julio sólo le faltaba un último capítulo que podría titularse “Mea Culpa de AMLO y Autocrítica de la Izquierda”; de entre el cenagoso y fangoso pantano resurge esa ave de mal agüero que creíamos extinta en nuestro manglar de la política. Con el pecho erguido, extendiendo sus largas alas y agitando su puntiagudo pico, posada sobre un atril y con micrófono en mano, la Chachalaca emitió no un ruidoso, ensordecedor y belicoso graznido, sino una hermosa, sinfónica y cautivadora confesión: “perdí en el desafuero, pero 18 meses después me desquité con el triunfo de mi candidato”. Nunca el canto de una gallinácea había sido tan eufónico, transparente y diáfanamente incriminante. En noviembre pasado escuchamos una melodía similar. A unas semanas de alzar el vuelo, en entrevista con Yuriria Sierra (Radio Imagen/Excélsior), la ave silvestre ensayó orgullosa las primeras estrofas de su Oda al Desquite: “Realmente me tocó ganar dos veces: me tocó ganar el dos de julio del año 2000 y me tocó ganar el dos de julio del año 2006”. El ruido poselectoral de aquellos días sepultó ese belle canto releccionista. ¿Qué nos quería decir desde entonces en tonos graves, gravísimos, el canto de este ser alado? “Hey, chiquillos y chiquillas, no se equivoquen. El candidato a la presidencia se llamó Fox, no Felipe Calderón. El presidente del PAN se llamó Fox, no Manuel Espino. El coordinador de la campaña se llamó Fox, no Josefina Vázquez”. Cuando AMLO mandó al “diablo” las instituciones de este país, los neoinstitucionalistas se desgarraron las vestiduras. Aquello sólo fue un dicho. Hoy, en cambio, enfrentamos un hecho consumado (a confesión de parte, relevo de pruebas). Fox utilizó a la Suprema Corte como ariete político en el desafuero y condujo al IFE y al Tribunal Electoral a consumar un desquite y una venganza política. Él no tuvo necesidad de remitirlas al fuego purificador del averno. Simplemente las colocó en el basurero de la historia, lugar donde las aves mitológicas, desde la época de los griegos, suelen depositar muchos de sus desperdicios alimenticios. El daño está hecho y es inocultable. Después de la crisis de la tortilla, que le costó por lo menos 10 puntos al actual gobierno, la crisis del desquite pega directo al corazón de la actual administración: su legitimidad política y constitucional. Ayer mismo MILENIO daba a conocer la encuesta de María de las Heras sobre el desquite: 45% considera que la intervención ilegal e ilegítima de Fox fue muy importante para el “triunfo” de Calderón, mientras que sólo 23% comparte la visión oficial de que Fox no influyó para nada en los comicios. En términos electorales, hay de por medio un fallo definitivo, inatacable e inapelable. En términos de responsabilidades públicas, en cambio, las puertas están abiertas. Por ejemplo, falta por dictaminar la cuenta pública de 2006, el año de los excedentes petroleros más altos de nuestra historia. Sería muy lamentable descubrir que también formaron parte del desquite presidencial para hacer ganar a “mi candidato”. ¿El delito? Abuso de poder. Ayer mismo el gobernador de Coahuila, Humberto Moreira, aportó otra evidencia valiosísima en el mismo sentido. “En mi cara, en Los Pinos, me pidió que inventara delitos para otras personas” con el fin de encubrir al secretario del Trabajo y proteger a la empresa responsable de la tragedia minera de Pasta de Conchos. En la época virreinal existía una institución para hacer responder a los altos funcionarios del Rey por casos de abusos de poder. El “juicio de residencia”. Después de entregar el cargo, desde el virrey hacia abajo, los ex funcionarios deberían permanecer arraigados durante un año con el fin de escuchar todos aquellos agravios que, voluntaria o involuntariamente, habían cometido contra los gobernados. Se abría un periodo de pruebas, al final del cual el juez de la causa declaraba inocente o culpable al hombre de poder. Si el ex presidente desea realmente contribuir a la democracia y al combate del populismo, debería empezar por su propia causa. Que promueva su “juicio de residencia” en lugar de su canto al desquite. Que no confunda la libertad de expresión con la impunidad. Ni el civismo con el cinismo.

DEL CHISMOGRAFO DEL MIERDENIO:
nota original

Que, en efecto, está descartada la posibilidad de que el padre Marcial Maciel y el superior de los Legionarios de Cristo, Álvaro Corcuera, comparezcan el 8 de marzo en el Juzgado 19 de lo Civil del DF para aportar información sobre un presunto caso de abuso sexual a un menor en el Colegio Oxford.

Que la discusión sobre la reforma del ISSSTE está dando lugar a un choque frontal entre las federaciones sindicales que encabezan Elba Esther Gordillo y Joel Ayala, ya que la maestra no está dispuesta a dejar pasar el proyecto que presentó el líder de la FSTSE.

Ambos bandos midieron fuerzas ayer en la Cámara de Diputados, donde Miguel Ángel Yunes, director del ISSSTE, hombre de las confianzas de Elba Esther, pidió aprobar ya esa reforma, mientras que Joel Ayala hizo acto de presencia para recordar que su iniciativa está en comisiones, a la espera de ser dictaminada.

NOTA:La BRUJA MAGISTERIAL no esta dispuesta a dejarse perder una mina de oro mas.