Un día especial. El 10 de noviembre del 2006 seguiría marcando mi vida; sí, todavía más de lo que ya esta. Y es que estas etapas críticas en el país de pronto a más de uno le pueden hacer perder la esperanza. Un aferrado sistema que opera para robar lo mejor de nosotros, pero a pesar de ello hay un pueblo despertando su conciencia, algo que motiva, y la esperanza que no muere.
Desde pequeños hasta gente adulta, todos al parecer tenemos hambre y sed de justicia. Unas horas antes a penas se anunciaba en mi universidad que todo el viernes habrían actividades en apoyo a la lucha del pueblo oaxaqueño, igualmente recordé las palabras del presidente legítimo Andrés Manuel para que estuviéramos cooperando en las convocatorias de la APPO. Y así fue, así lo hice.
Lejos de poner pretextos, sin importar que es mi primer semestre y que desconozco muchos de los procedimientos para pedir permisos a las autoridades. Igualmente sin pasar por alto que mis recursos se limitan a invertir esfuerzo físico y tiempo, porque tengo el bolsillo “apretado”, como se dice, pero el corazón lo tengo bien puesto en el progreso del país. Me sume a la jornada de actividades y un día previo, el día 9 eran las 7 de la noche aún estábamos por el centro comprando la pintura y mantas para lo que se haría al día siguiente.
Son solo cinco años de vida los que tiene mi universidad aquí en la ciudad de México, por lo cual el esfuerzo de los compañeros para realizar esta actividad queda ya registrada en la historia como el primer acto político o actividad ligada a un problema de interés nacional. Hubo mucha indiferencia por parte de profesores, igualmente la desinformación en compañeros hizo ver limitado el apoyo a las actividades, pero se ha dejado un antecedente de que NO PODEMOS SER AJENOS A UN PROBLEMA COMO EL DE OAXA, QUE HOY SON ELLOS, PERO MAÑANA ¿PODRÍAMOS SER NOSOTROS?
Desde muy temprano estuvimos recortando los volantes para repartir por los alrededores de nuestro plantel, para nuestra fortuna se encuentra en el corazón de la ciudad, no tuvimos problema en repartir esos volantes. Preparamos un equipo de sonido y esperamos el arribo de un profesor miembro de la APPO que vendría del campamento del senado. Mientras seguimos invitando a los profesores y sus grupos a suspender no más de 20 minutos sus actividades y no falto el “supuesto profesor” que no quiso invertir unos cuantos minutos en la lucha por la democracia (sea de Oaxaca o de donde sea, es de todos). Pero las actividades ni mandadas a hacer.
Fue un momento donde recordé que la unidad es fundamental en esta lucha y repito, aunque fuimos pocos los que estuvimos involucrados fuimos los suficientes para marcar la historia de la universidad en un par de horas entre tres compañeros hicieron una de las mantas más chidas que he visto en mi vida. El esmero y empeño en realizarla son ejemplares y otros estuvimos mirando el video VENCEREMOS que explicaba el origen del conflicto oaxaqueño.
El profesor de la APPO hablaría a las 11 de la mañana y nos explicaría lo que sucede en esa entidad del país, se aguanto con huevos el no llorar porque nos explicaba que él ha perdido camaradas en medio de esta lucha. La verdad es que el nudo en la garganta en todos era inevitable y cuando fue mi turno de leer un discurso un coraje e impotencia estaba sobre de mi, sentía mi corazón acelerado, de pronto sentí que había estado en Oaxaca y que había padecido también junto con ellos. Me di cuenta que mi inconformidad por lo que viven nuestros hermanos de Oaxaca no es superficial, sino que lleve dentro de mi un rechazo al gobierno simulado, sea de Ulises, sea de FOX, sea de FECAL.
Es aquí donde se conjugan muchas cosas, porque no basta con dar un buen discurso y sentir impotencia, hay que tener valor para ir contra ese sistema, se trata DE HACER Y YA NO TANTO DE HABLAR. Y así lo hicimos cuando veíamos el video también el maestro oaxaqueño nos explicaría algunas cosas que pocos llegan a saber, tanto del origen y del futuro de la lucha. Y así se nos fue todo el día, pero todavía fuimos un poco más concretos y aterrizamos el ejemplo de la lucha oaxaqueña en nuestra comunidad universitaria. Estamos decididos a luchar para que los estudiantes seamos respetados y no se cometan atropellos sea quien sea la autoridad.
Debemos tomar esto como ejemplo estimados lectores, porque Oaxaca es modelo de lucha, de fuerza y determinación para hacer frente a los que chingan la nación. Si por algo queremos comenzar para cambiar el país ES COMENZANDO POR NUESTRA PROPIA CASA. En mi caso como miembro de la comunidad universitaria comenzaré en la universidad, llevaré desde el lunes cartulinas con información, las pegaré y si se requiere haré volantes para que la gente este informada, para que no salgan con el pretexto de que ES QUE YO NO SABÍA.
Fueron momentos gratos porque pudimos devorarnos juntos los que estuvimos chambeando desde temprano un pollo rostizado, fue sana convivencia y lo mejor, MUY PRODUCTIVA. Llegaba entonces la hora de salir rumbo al Ángel de la Independencia y ahí una vez más me daría cuenta QUE EL CORAZÓN DE LA PEJEPOLIS LATE INTENSAMENTE PENSANDO EN OAXACA.
Miles de gentes congregadas y entre ellos, me dio gusto verlos, muchos compañeros convencionistas. Justo a las 4 de la tarde minutos más, se dio inicio a la marcha más grande que se ha hecho en la capital en apoyo Oaxaca. El rostro de la mayoría de jóvenes que asistimos era de firmeza, de carácter sólido y de furia...
"Por que el color de la sangre jamás se olvida... Los masacrados serán vengados y ¿quién los vengará? El pueblo organizado... y ¿cómo? Luchando. Entonces: lucha, lucha, lucha, no dejes de luchar por un gobierno obrero, campesino y popular".
Y al detenernos frente al Hemiciclo y saludar con gritos y proclamas a los miembros de la APPO la figura de Juárez despertaría para sonreírnos, para recordarnos que EL PUEBLO QUE QUIERA SER LIBRE LO SERÁ. Uno, dos tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho... y fue cuando nuestro contingente a las 6 en punto ingresaba corriendo al Zócalo capitalino y todavía muchos compañeros seguían y seguían llegando de la marcha.
¿No puede México cambiar?, ¿son más fuertes los adversarios que el pueblo organizado?, ¿dejaremos seis años más de robos a un espurio?, ¿quedará impune Ulises Ruiz? ¡NO! SOY TESTIGO DE QUE LA HISTORIA DE MÉXICO ESTA CAMBIANDO Y MIS HIJOS EN UN FUTURO NO MUY LEJANO LEERÁN EN LOS LIBROS DE TEXTO: OAXACA Y TODOS LOS PUEBLOS CON DIGNIDAD FUERON LIBRES DE LAS MANOS DE LOS EXTRAÑOS.
Amén.
Opina: sonrievamosaganar@hotmail.com
Fotos cortesía de: Hilda
No hay comentarios.:
Publicar un comentario