MÁS RECLAMOS POR LO OCURRIDO EL 15 DE SEPTIEMBRE

Me llegó el siguiente e-mail de Resistencia de La Estrella:

Víctor, nosotros estuvimos allí, no solamente el 14 y 15, también el 1 y 2 de septiembre, resistimos el frio, los soldados (que una vez en persona más de 2000 elementos si te hacen mella) el hambre, necesidades fisiológicas, arriesgamos nuestra integridad física por defender nuestras ideas en un momento critico de la historia moderna mexicana, resistimos el ruido que llegaba a los decibeles de un campo de batalla en una guerra.

Nosotros pensábamos que nuestro fin era aguarle la fiesta a Fecal, impedirle al maldito gobierno espurio insultar la memoria de los hombres ilustres de nuestra nación, no permitirle burlarse de la independencia mexicana gritando sin meritos los “Vivas” que le sirven solo para limpiar sus porquerías en vez de glorificar la memoria de nuestros héroes. Por que nosotros, los que nos quedamos a sufrir las inclemencias del clima y las constantes movilizaciones de los soldados, eso era lo que hacíamos, revivir el orgullo mexicano, el sentimiento de la independencia, tratar de seguir el camino de los héroes que nos dieron patria, confrontarnos al gobierno usurpador que nos vende sin remordimientos.

Por eso, nosotros, los que nos quedamos el 15 y el 16, fuimos traicionados por Yescas y su cursilería del grito de los libres y quienes tomaron la decisión de irnos. Haya sido quien haya sido, por que nos engañaron para llevar a cabo una vez más una “Simulación”, nadie quería irse del zócalo, todos respondimos que nos quedábamos, y estamos mucho más enojados, por que la oportunidad que todos estábamos esperando de hacerle ver nuestro repudio se perdió. Sí, se perdió, la dejaron ir con una nueva traición al pueblo resistente de México que hemos soportado esperanzados todo por esos segundos de silencio en donde a fuerza debía saber que no lo queremos. Pero la traición no fue de la derecha, no, nosotros fuimos traicionado por los que pensábamos deseaban lo mismo que nosotros.

La oportunidad que tuvimos, no la tendremos jamás, y eso es lo que más nos enerva, junto con la traición.

¡RECUERDEN, EL PUEBLO NO ES TONTO, YA DEJEN DE COMPORTARSE COMO SI LO FUERA!

Como este e-mail han llegado varios.


UPDATE:
Otro más:

El DIA 14 de septiembre llegamos llenos de esperanza (y algo de temor) a acampar a la plancha del zócalo, con la seguridad de defenderlo con nuestros cuerpos, nuestro frió, nuestro temor. y asi lo hicimos, paso la larga y lenta noche, tan larga y lenta como lo puede hacer la defensa de una mínima barricada de huacales vacíos ante las oleadas de militares vestidos de civil que trataban de ganar el espacio defendido por nosotros sin un minuto de reposo, resistiendo la tentación de salir corriendo a cada rumor de que ya venían por nosotros cuando en orden de batalla salían piquetes de soldados equipados a intimidarnos con el pretexto de rodear las bocinas del DF.

Las caras de mis compañeras mostraban la angustia, el temor y el cansancio pero también mostraban la decisión de defender nuestras pequeñas y humildes barricadas con sus cuerpos cansados y sus ojos que mostraban temor pero también valentía y decisión.

Llego la fría mañana (nunca antes sentí tanto frió, me comento una compañera) la mañana en que pensamos llegarían refuerzos suficientes para tener algún reposo, pero estos no llegaron, llegaron mas oleadas aun de militares vestidos de civil y pasamos la mañana defendiendo nuestras pequeñas barricadas.

Asi paso la mañana, la tarde, con sed, con hambre con cansancio (llevábamos mas de 24 horas en pie y sin dormir), llego la indicación de levantar las tiendas, lo que hicimos con disgusto pero éramos pocos entre un mar de admiradores de los grupos musicales que actuaban en el templete. Aun asi después nos enteramos que volveríamos a tomar las vallas para mostrar nuestra manta (estuvimos dos horas cargándola) y gritar nuestras consignas y asi lo hicimos,

El zócalo lleno de la resistencia nos daba fuerzas, y nos despertó de nuestro cansancio de 36 horas en pie y nos anunciaba la victoria que nos hacia sonreír y asi felices esperábamos al usurpador para por primera vez mostrar nuestra manta y tener una gran victoria.

Paso el “grito de los libres” y la traición llego, entregamos al usurpador el zócalo defendido a costa de grandes esfuerzos, y le permitimos hacer su voluntad.

Otra vez se nos consulto y otra vez se ignoro nuestra decisión pues la Mayoría de nosotros voto por permanecer, y en una parodia que ensucia nuestro movimiento se nos impuso la derrota, la derrota cuando ya teníamos la victoria en nuestras manos.

Asi pues, lo que no logro el estado mayor presidencial, con sus oleadas de soldados y sus decibeles atronadores lo logro la traición de la dirigencia,

Y lo que me pareció más triste y doloroso, lo que no logro el gobierno usurpador lo logro nuestra dirigencia desde el templete, el llanto de la derrota. Pues las lagrimas de nuestras compañeras al entregar el zócalo tanto tiempo defendido serán siempre una mancha para los que vendieron nuestro movimiento.

Les queremos decir a los del templete, nos arrebataron la victoria, nos quieren arrebatar la esperanza, pero no nos arrebataran la dignidad.

Pues como decía el Cid

“DIOS QUE BUEN VASALLO, SI HUBIERA UN BUEN SEÑOR………….”

Una razón más para apoyar al peje en el 2007.