Sam García, Revoluciones
Durante la semana presenté con mucha seguridad mi evaluación de la asignatura de Cultura Humana y no se si sea el destino o la voluntad divina, pero me cae que todos los temas que hemos abordado encajan perfectamente en mis planteamientos por la renovación de la mente y del espíritu dentro de nuestro movimiento. Algo que recuerdo muy seguido sobre la confianza de AMLO en nuestro triunfo es que se dice el triunfo de la derecha es moralmente imposible, le he dado también el enfoque de que es humanamente imposible.
¿Qué es lo que ha permitido que el Imperio yanqui domine en su territorio y se extienda a otras naciones con éxito -como la nuestra-? No es que los hombres tengan baja la moral, que anden por los suelos en ese sentido, es más bien por la ausencia de conciencia humana. El mexicano en su mayoría no se percibe como sujeto y al tiempo recibe los sustitutos materiales indicados para jugar el papel que otras cosas deberían de hacerlo en su vida. Por ejemplo, es evidente, que el hombre prefiere más veces aplastarse en el sofá a ver televisión que salir a caminar o correr a algún parque y así beneficiar su salud y mejorar la convivencia social. Lo que es peor hay tarados que piensan que correr en un parque no sirve, que es más útil “ponerse a trabajar”, ¡sí hay quien lo afirma así! (intente platicarlo con un fecalienigena y ya verá).
Por muy estúpido que parezca pero ya todos somos tan ajenos al de a lado que si se tira un “gas” nos incómoda, y bien, no es necesario que nos agrade esa parte de la gente (que se tiren gases, je, je, sería cómico). más bien voy en el sentido de tolerancia, de respeto, de naturaleza misma (entre los gases y otras cosas). Lo que somos, por ser sujetos sociales debe de ir ligado a los demás, no estar apartados de lo que al otro le sucede. ¿Qué ha hecho que los diputados y senadores actúen con impunidad y no rindan cuentas? Pues que como vecinos no tenemos una red solidaria, no hay comunicación, vemos los problemas pero pasamos de largo como la historia bíblica del buen samaritano.
De lo aprendido en las aulas he deducido que se debe educar y en cierto modo formatear el disco duro para deshacer el “mundo”, entendiendo por mundo aquel sistema que se nos ha hecho creer es tal cual se nos presenta, pero que en realidad traducido significa nuestra desgracia. No es necesario caer en la complejidad, porque ello conduciría irremediablemente a la frustración, pero podemos partir desde bases sencillas y ejemplos prácticos. Como por ejemplo el tiempo y la organización, lo que hace estresante el andar por la ciudad, el uso del transporte público, nuestra informalidad respecto al tiempo, ¿qué hacer al respecto?
Como persona debo de dejarme de creer que comprarme un carro con mensualidades de a mil varitos (más I.V.A.) - a veces hasta menos de mil - me va a solucionar la vida. Debo quizás si tengo la necesidad de comprarlo sí, adquirir un auto pero primero debo ser administrador de mi tiempo. ¿No se ha topado con automovilistas que mientan y mientan la madre con su vehículo por llevar prisa?, ¿de que le sirvió el auto? Podemos y debemos calcular lo que nos tardamos en llegar a determinado lugar, calcular un posible retraso y ser puntuales. Ya escucho a muchos ¿eso que tiene que ver con la resistencia y la lucha que emprendemos?, bueno ni es psicología barata, ni el choro mareador, les recuerdo, es parte del sentido humano, si tenemos reloj con manecillas hay que aprovechar, si se nos dice a tal hora, pues a tal hora hay que llegar y antes si se puede (uno no sabe que imprevisto pueda surgir).
Este será un ejemplo propiamente de moral, claro que sí, pero mucho más de humanidad, revolucionar una nación no es sinónimo de matar a los saqueadores de las riquezas nacionales, es sinónimo de cambios en lo individual y colectivo. Nos hemos vuelto sujetos productos del mundo globalizado, neoliberal, del mundo tejido por algunos cuantos cerebros que constituyeron un programa para cada sociedad y les ha resultado, ellos han preferido los bienes materiales a costa de nuestro bienestar y revisemos sus jugosos negocios y robos ¿quién se ha opuesto tajantemente a ello?, a penas vemos en Latinoamérica un despertar de las conciencias, pero ojo, apenas comienza. Claro, no lo digo en sentido negativo, ni de desánimo, sino como observación, para estar atentos al desarrollo de esto dentro y fuera del país ya que como AMLO también ha repetido en numerosas ocasiones “enfrentamos poderes más allá de nuestras fronteras”.
Lo anterior hay que revertirlo, debemos ser buenos mayordomos de nuestro tiempo y tener bien planificado que haremos durante una semana, incluso tener una agenda diaria, es más –para los que temen producir textos propios- llevemos un registro de lo que hacemos y formemos un patrimonio familiar y personal, el ejemplo se hereda -bueno o malo-. Se puede ser organizado, en anteriores épocas las familias salían adelante sin necesidad de tanto estrés, sin necesidad de auto, de computadora ¡¡¡cuánto más ahora nosotros si tenemos la tecnología a favor nuestro!!! Es cosa de querer hacerlo, de tener voluntad y se hará. No importa así seas comerciante, hijo de casa, abogado, pintor, escultor, obrero, empresario, profesor, todos estamos condicionados por la naturaleza, por la labor y la acción (de lo cual en futuros textos hablaré por separado).
Es pues necesario deshacernos del “mundo”, no se si usted quiere seguirse chutando todas las notas del universo, seguir conociendo todas las teorías sociales, históricas y demás cosas, seguir culpando a la ultraderecha y seguir criticando a AMLO, al PRD o gastar saliva en "qué debo hacer". Yo en lo personal he preferido hacer cosas, producir cambios, por muy mínimos e insignificantes que parezcan –al menos para mi no lo son- han dado resultado... ¿lo duda? Haga el intento y dejará de dudar... ¡Deshaga el “mundo” fingido que le rodea hágase el suyo, moral y humanamente para finalmente vencer al Imperio!
Comentarios: revolucionesmx@gmail.com
Durante la semana presenté con mucha seguridad mi evaluación de la asignatura de Cultura Humana y no se si sea el destino o la voluntad divina, pero me cae que todos los temas que hemos abordado encajan perfectamente en mis planteamientos por la renovación de la mente y del espíritu dentro de nuestro movimiento. Algo que recuerdo muy seguido sobre la confianza de AMLO en nuestro triunfo es que se dice el triunfo de la derecha es moralmente imposible, le he dado también el enfoque de que es humanamente imposible.
¿Qué es lo que ha permitido que el Imperio yanqui domine en su territorio y se extienda a otras naciones con éxito -como la nuestra-? No es que los hombres tengan baja la moral, que anden por los suelos en ese sentido, es más bien por la ausencia de conciencia humana. El mexicano en su mayoría no se percibe como sujeto y al tiempo recibe los sustitutos materiales indicados para jugar el papel que otras cosas deberían de hacerlo en su vida. Por ejemplo, es evidente, que el hombre prefiere más veces aplastarse en el sofá a ver televisión que salir a caminar o correr a algún parque y así beneficiar su salud y mejorar la convivencia social. Lo que es peor hay tarados que piensan que correr en un parque no sirve, que es más útil “ponerse a trabajar”, ¡sí hay quien lo afirma así! (intente platicarlo con un fecalienigena y ya verá).
Por muy estúpido que parezca pero ya todos somos tan ajenos al de a lado que si se tira un “gas” nos incómoda, y bien, no es necesario que nos agrade esa parte de la gente (que se tiren gases, je, je, sería cómico). más bien voy en el sentido de tolerancia, de respeto, de naturaleza misma (entre los gases y otras cosas). Lo que somos, por ser sujetos sociales debe de ir ligado a los demás, no estar apartados de lo que al otro le sucede. ¿Qué ha hecho que los diputados y senadores actúen con impunidad y no rindan cuentas? Pues que como vecinos no tenemos una red solidaria, no hay comunicación, vemos los problemas pero pasamos de largo como la historia bíblica del buen samaritano.
De lo aprendido en las aulas he deducido que se debe educar y en cierto modo formatear el disco duro para deshacer el “mundo”, entendiendo por mundo aquel sistema que se nos ha hecho creer es tal cual se nos presenta, pero que en realidad traducido significa nuestra desgracia. No es necesario caer en la complejidad, porque ello conduciría irremediablemente a la frustración, pero podemos partir desde bases sencillas y ejemplos prácticos. Como por ejemplo el tiempo y la organización, lo que hace estresante el andar por la ciudad, el uso del transporte público, nuestra informalidad respecto al tiempo, ¿qué hacer al respecto?
Como persona debo de dejarme de creer que comprarme un carro con mensualidades de a mil varitos (más I.V.A.) - a veces hasta menos de mil - me va a solucionar la vida. Debo quizás si tengo la necesidad de comprarlo sí, adquirir un auto pero primero debo ser administrador de mi tiempo. ¿No se ha topado con automovilistas que mientan y mientan la madre con su vehículo por llevar prisa?, ¿de que le sirvió el auto? Podemos y debemos calcular lo que nos tardamos en llegar a determinado lugar, calcular un posible retraso y ser puntuales. Ya escucho a muchos ¿eso que tiene que ver con la resistencia y la lucha que emprendemos?, bueno ni es psicología barata, ni el choro mareador, les recuerdo, es parte del sentido humano, si tenemos reloj con manecillas hay que aprovechar, si se nos dice a tal hora, pues a tal hora hay que llegar y antes si se puede (uno no sabe que imprevisto pueda surgir).
Este será un ejemplo propiamente de moral, claro que sí, pero mucho más de humanidad, revolucionar una nación no es sinónimo de matar a los saqueadores de las riquezas nacionales, es sinónimo de cambios en lo individual y colectivo. Nos hemos vuelto sujetos productos del mundo globalizado, neoliberal, del mundo tejido por algunos cuantos cerebros que constituyeron un programa para cada sociedad y les ha resultado, ellos han preferido los bienes materiales a costa de nuestro bienestar y revisemos sus jugosos negocios y robos ¿quién se ha opuesto tajantemente a ello?, a penas vemos en Latinoamérica un despertar de las conciencias, pero ojo, apenas comienza. Claro, no lo digo en sentido negativo, ni de desánimo, sino como observación, para estar atentos al desarrollo de esto dentro y fuera del país ya que como AMLO también ha repetido en numerosas ocasiones “enfrentamos poderes más allá de nuestras fronteras”.
Lo anterior hay que revertirlo, debemos ser buenos mayordomos de nuestro tiempo y tener bien planificado que haremos durante una semana, incluso tener una agenda diaria, es más –para los que temen producir textos propios- llevemos un registro de lo que hacemos y formemos un patrimonio familiar y personal, el ejemplo se hereda -bueno o malo-. Se puede ser organizado, en anteriores épocas las familias salían adelante sin necesidad de tanto estrés, sin necesidad de auto, de computadora ¡¡¡cuánto más ahora nosotros si tenemos la tecnología a favor nuestro!!! Es cosa de querer hacerlo, de tener voluntad y se hará. No importa así seas comerciante, hijo de casa, abogado, pintor, escultor, obrero, empresario, profesor, todos estamos condicionados por la naturaleza, por la labor y la acción (de lo cual en futuros textos hablaré por separado).
Es pues necesario deshacernos del “mundo”, no se si usted quiere seguirse chutando todas las notas del universo, seguir conociendo todas las teorías sociales, históricas y demás cosas, seguir culpando a la ultraderecha y seguir criticando a AMLO, al PRD o gastar saliva en "qué debo hacer". Yo en lo personal he preferido hacer cosas, producir cambios, por muy mínimos e insignificantes que parezcan –al menos para mi no lo son- han dado resultado... ¿lo duda? Haga el intento y dejará de dudar... ¡Deshaga el “mundo” fingido que le rodea hágase el suyo, moral y humanamente para finalmente vencer al Imperio!
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