LOS HAMBREADORES.

REFORMA.

Miguel Ángel Granados Chapa.

Pactortilla, pacotilla.

Algunos de los sujetos a indagación por la CFC, Cargill entre ellos, estaban presentes en la firma del pacto inservible. Es difícil que prosperen acciones de fondo contra la carestía si los llamados a enfrentarla son sus beneficiarios.

Ante el alza en el precio de la tortilla, el alimento nacional por excelencia, el gobierno federal reaccionó tarde y mal: el acuerdo para estabilizar ese precio, firmado el jueves pasado, al mismo tiempo consagró un incremento y ha resultado insuficiente.

Detallistas que vendían el producto por debajo de los ocho pesos 50 centavos establecidos en el pacto, se sintieron autorizados para subir su precio. Y en cambio, miles de fabricantes en pequeño, deliberadamente no llamados a convenir el precio (pues las agrupaciones convocadas apenas representan una minúscula porción del mercado), anuncian su desacato al precio que, por lo demás, carece de fuerza pues se le asume voluntariamente.

O sea que el pactortilla es pacotilla, es decir, "de inferior calidad", "hecho sin esmero".La actual crisis es causada por circunstancias coyunturales y problemas de fondo, estructurales, derivados de decisiones políticas contrarias al interés de los pequeños productores de maíz y de los molinos de nixtamal, considerados unos y otros como remanentes de un México tradicional que debe ser erradicado.

En su lugar debe ser propiciada la modernidad que favorezca las importaciones para paliar la improductividad de los pequeños maiceros, elimine las tortillerías de la esquina en beneficio de las tiendas de departamentos y otorgue ventajas a los consorcios extranjeros como Cargill o al oligopolio de la harina de maíz.

Esa empresa trasnacional, Cargill, adquirió hace poco 600 mil toneladas de maíz a mil 650 pesos la tonelada y las vende en el valle de México a 3 mil 500 pesos. La altísima ganancia así obtenida (el ciento por ciento, aun considerando sus propios costos) revela una de las deformaciones del mercado, que se alteró también en los meses recientes por el incremento en el precio internacional del maíz, causado a su vez por la aplicación de este producto en Estados Unidos a la producción de etanol.

El 11 de enero la Comisión Federal de Competencia anunció que investiga si en algún eslabón de la cadena maíz-tortilla "se están registrando colusiones para manipular los precios, restringir las cantidades ofrecidas en el mercado o dividir mercados entre competidores". Algunos de los inevitables sujetos de esta indagación, Cargill entre ellos, estaban presentes en la solemne firma del pacto inservible. Es difícil que prosperen acciones de fondo contra la carestía si los llamados a enfrentarla son sus beneficiarios.

Sobresalieron en esa reunión los industriales de la harina de maíz y de las tortillas empacadas. Cada uno es protagonista de historias interesantes. El presidente del consejo de administración de Maíz Industrializado, Minsa, Raymundo Gómez Flores, fue un súbito adquiriente de empresas públicas, en el remate de bienes nacionales organizado por el presidente Carlos Salinas.

Además de Cremi y Dina, Gómez Flores compró los activos de Miconsa (Maíz Industrializado Conasupo) en 1993. En sus seis plantas en todo el país, Minsa produce 1 millón 150 mil toneladas de harina de maíz al año, una cuarta parte del consumo nacional.

Ex senador de la República (de minoría, pues en Jalisco el PRI perdió esa elección en 2000), su ficha oficial detalla la construcción de una persona que se hace a sí misma: "licenciatura inconclusa en derecho en la Universidad de Guadalajara... fue mozo, almacenista y cajero en el hotel Roma, donde su padre era director (65) encargado de una lavandería industrial propiedad de su familia (66), dedicado a negocios familiares de transporte turístico, donde tuvo diversos cargos hasta llegar a ser gerente de ventas y director general (78). Presidente y miembro de consejos de administración de empresas del ramo de autotransporte, la construcción, los alimentos y el turismo.

Entre sus principales actividades empresariales están: propietario del Grupo Inmobiliario G, del consorcio camionero Estrella Blanca y de Convertidora Industrial, SA, fabricante de plásticos para empaques; presidente del Grupo Geo Multimedia; accionista de Mexicana de Autobuses. Cuando se privatizó la banca, encabezó el grupo que adquirió Banca Cremi, de la que fue accionista mayoritario y que posteriormente vendió; participó en la creación del Banco Industrial de Jalisco (del que no dice que resultó fallido).

Con la venta de empresas estatales a particulares, se convirtió en propietario mayoritario de la armadora de camiones y autobuses Grupo Dina, y de Maíz Industrializado, SA, Minsa, industria fabricante de harina de maíz; en ambas empresas fue presidente del consejo. Renunció a los cargos administrativos en sus empresas en 2001". Y ahora, como se nota, los ha reocupado.

Es mucho más breve el currículum de Roberto González Barrera, cuya conspicua presencia en la firma del pacto quedó registrada en proximidad al presidente Calderón o dándole un abrazo. De los pequeños negocios que su abuelo y su padre iniciaron en Cerralvo, donde nació, González Barrera ha pasado a encabezar uno de los consorcios empresariales más vastos y poderosos de México. Sus piezas clave son Banorte y Gruma, Grupo Maseca.

Las operaciones internacionales de este último llegaron ya a China, donde el año pasado fue inaugurada una planta harinadora de maíz, la número 89 de las que la empresa tiene esparcidas por el mundo, principalmente en Estados Unidos, de donde procede la mitad de sus utilidades.En 2005, Gruma registró ventas por 27 mil millones de pesos. Sólo en el tercer trimestre del año pasado sus utilidades llegaron a 470 millones de pesos, seis por ciento más que en el mismo periodo del año anterior.

Las 18 plantas que opera en México Gimsa (Grupo Industrial Maseca), la empresa harinadora propiamente dicha, producen cada año 2.3 millones de toneladas de harina de maíz, la mitad del consumo nacional. Otra empresa del grupo, Productora y Distribuidora Azteca (Prodisa), cocina y empaca tortillas de la marca Misión.

Por esa ubicación en el mercado harinero, la Comisión Federal de Competencia "resolvió -según su comunicado del 11 de enero- no autorizar una concentración entre Gruma, SA de CV, y Agroinsa de México, SA de CV, por considerar que la operación concentraría excesivamente la compra de las cosechas de maíz blanco y daría a Gruma poder de mercado para afectar la competencia en la cadena maíz-tortilla. Para que esta fusión -que se llevó a cabo en contra de la resolución de la CFC- se revierta y se restablezcan las condiciones de mercado, es necesario que el Poder Judicial resuelva sobre una demanda de amparo que ha interpuesto Gruma".

Agroinsa (Agroindustrias Integradas del Norte) fue fundada en 1956 y modernizada en 1990. Cuenta con dos plantas, en Monterrey y en Celaya, y además de harina de maíz produce también harina de trigo. Los personeros de Gruma afirman que esta última condición es la que interesa al grupo de González Barrera. De cualquier modo, Agroinsa tiene capacidad para producir 110 mil toneladas de harina de maíz.Paralelamente a la construcción de su imperio industrial y financiero, González Barrera se ha interesado en la política, aunque no al grado de obtener cargos públicos, como lo hizo su consuegro Carlos Hank González.

Además de sus contribuciones a las campañas electorales de candidatos priistas, tanto en su natal Nuevo León como en el ámbito federal, González Barrera ha sido activo en conectar a los dirigentes del partido al que apoya con la nueva clase política.

Aunque no hiciera falta un intermediario, hace cuatro años reunió en su casa en la Ciudad de México al presidente Fox con el entonces líder del PRI Roberto Madrazo. Su participación en la firma del pactortilla tiene, en ese contexto, el doble carácter empresarial y político que deriva de su privilegiada situación en el mercado de la tortilla y de la pertinente proximidad que ahora logra con el nuevo Presidente.

Fueron pocos los fabricantes de tortilla convocados. Llamó la atención la presencia de la Unión Nacional de Industriales de Molinos y Tortillerías Cintéotl, Asociación Civil. No sólo porque en su nombre evoca a la divinidad mexica del maíz, sino porque es una de las agrupaciones del nuevo corporativismo blanquiazul, enlistada entre el vasto mundo de organizaciones, reales o ficticias, hacia las que diputados panistas de la legislatura anterior canalizaron buena parte del presupuesto de desarrollo social.