Calderón cedió a una de las principales exigencias de Washington en materia de lucha contra el narcotráfico: la extradición de jefes y principales operadores de los cárteles de la droga. (NTX) El viernes el gobierno mexicano "entregó en extradición" a Estados Unidos a 11 capos del narcotráfico y a otros cuatro delincuentes, según informó en un boletín la Procuraduría General de la República (PGR). (NTX) J. Jesús Esquivel El gobierno de Felipe Calderón cedió a una de las principales exigencias de Washington en materia de lucha contra el narcotráfico: la extradición de jefes y principales operadores de los cárteles de la droga. El viernes 19 el gobierno mexicano "entregó en extradición" a Estados Unidos a 11 capos del narcotráfico y a otros cuatro delincuentes, según informó en un boletín la Procuraduría General de la República (PGR). Entre ellos destacan Osiel Cárdenas Guillén, líder del cártel de Golfo; Héctor Palma Salazar, “El Güero Palma”, del cártel del Chapo Guzmán; y Gilberto Higuera, “El Güero Gil” e Ismael Higuera Guerrero, “El Mayel”, ambos del Cártel de los hermanos Arellano Félix. Desde el inicio del sexenio de Vicente Fox, Washington había pedido la extradición de éstos y otros capos, según declaró en febrero del 2006 Anthony Placido, jefe de Operaciones de Inteligencia de la DEA. Ahora, Calderón cumple con ese requerimiento. Y es que, según la DEA, la justicia mexicana enfrenta problemas para evitar que los líderes del narcotráfico que se encuentran detenidos escapen u operen desde la cárcel. "Tenemos que decir las cosas tal y como son: en México tienen algunos problemas en el sistema judicial, en el penal, y es por eso que escapan algunos de los criminales más peligrosos. Lamentablemente, esto ocurre después de todos los esfuerzos que hace el gobierno mexicano para presentar y sustentar el caso, y con ello lograr un exitoso enjuiciamiento de criminales. Tal situación no se produce aquí (en Estados Unidos), y eso es lo que verdaderamente atemoriza a los narcotraficantes, pues saben que si son atrapados irán a la cárcel y permanecerán ahí hasta que mueran", dijo Placido en aquella ocasión. Enfatizó: "Dios sabe que nosotros también tenemos nuestros problemas, pero la violencia, intimidación y corrupción no funcionan aquí. Los narcotraficantes que enjuiciamos aquí se van a la cárcel para siempre o por mucho, mucho tiempo, y eso es algo a lo que todos le tienen miedo". La extradición de los 11 narcotraficantes mexicanos -que fueron enviados a territorio estadounidense el viernes 19- ocurrió en el contexto de la molestia de Washington por las declaraciones que Calderón hizo al diario británico Financial Times -publicadas ese mismo día- en las que se quejó de la falta de interés de Washington para combatir el narcotráfico que afecta a los dos países. "Estados Unidos es conjuntamente responsable por lo que nos está pasando (...) En esa responsabilidad conjunta, el gobierno estadounidense tiene mucho trabajo pendiente. Solos no podemos confrontar a este problema", dijo el presidente de México. En Washington, un funcionario del Departamento de Justicia ilustró la molestia del gobierno de George W Bush: "Si Calderón Hinojosa quiere más cooperación de Estados Unidos para combatir al narcotráfico, su gobierno debe también hacer algunas concesiones", dijo el funcionario. Y entre dichas concesiones Washington esperaba la extradición de los capos de la droga que se encontraban detenidos, así como permitir que la DEA aumente el número de agentes que operan en México. De acuerdo con el boletín de la PGR, los narcos extraditados "agotaron el juicio de amparo al que tienen derecho y, en todos los casos, les fue negada en sentencia definitiva la protección de la justicia federal". En tal virtud, afirmó, "la extradición concedida se encuentra estrictamente apegada a derecho". En bandeja de plata Osiel Cárdenas Guillén, jefe del cártel del Golfo, es uno de los principales introductores de cocaína a Estados Unidos y, pese a estar encarcelado, siguió operando y estableciendo alianzas con otros grupos, como el Cártel de Tijuana. Apoyado desde el 2003 en su grupo armado “Los Zetas”, Cárdenas enfrentó a sus competidores, eliminó a sus enemigos y amplió sus zonas de control. Era requerido por el juez magistrado de la Corte Federal para el Distrito Sur de Texas por delitos contra la salud y amenazas a personal federal para la procuración de justicia. Gilberto Salinas Doria, alias “El Güero” Gil o Gilberto Garza García, del cártel de Juárez, cuenta con órdenes de aprehensión en los estados de Texas y Georgia por seis delitos graves, entre otros lavado de dinero, distribución de sustancias controladas y enervantes. Empresario de Cancún, acusado de encabezar las operaciones de traslado de cocaína a Estados Unidos, es el único sentenciado del famoso maxiproceso o Caso Cancún, con una pena de 27 años. Ismael Higuera Guerrero, “El Mayel”, lugarteniente de los hermanos Arellano Félix, del Cártel de Tijuana, tiene una orden de aprehensión librada por la Corte de Distrito del Sur de California por narcotráfico y lavado de dinero. Héctor Palma Salazar, “El Güero Palma”, fue líder del Cártel de Sinaloa, socio de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera y lugarteniente de Miguel Angel Félix Gallardo. Palma ya había logrado quedar absuelto de todos los cargos que la justicia mexicana le había imputado. Cuando estaba a punto de recobrar su libertad, en 2004, Estados Unidos solicitó su aprehensión con fines de extradición, por lo que el capo no pudo abandonar el penal federal de Puente Grande, en Jalisco. Sin embargo, entre los extraditados del viernes 19 no se encuentra el narcotraficante que más requiere la DEA: Mario Villanueva Madrid, exgobernador de Quintana Roo, quien está acusado de traficar 200 toneladas de cocaína a la región que abarca los estados de Nueva York, Nueva Jersey, Massachussets y Pensilvania, según lo estableció el 3 de enero de 2002 la Corte Federal de Distrito de Nueva York. Unos días después, el gobierno de Estados Unidos solicitó su extradición a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores. Según Placido, Villanueva conoce en detalle la manera de operar de organizaciones criminales tan importantes como la de los Carrillo Fuentes. Es "una mina de oro" que no ha sido explotada en México y que no podrá serlo, sencillamente por la capacidad de influencia y el poder de intimidación que ejercen sobre la justicia mexicana Vicente Carrillo Fuentes y ”El Chapo” Guzmán, quienes, de acuerdo con la DEA, serían los más afectados con la extradición de Villanueva. -¿Cuánto puede saber Villanueva Madrid de “El Chapo”? -preguntó el reportero a Placido. -Posiblemente no mucho, pero lo que sabe de la manera de operar del narcotráfico en México podría incluso ayudar a la captura de “El Chapo”. Obviamente, a la prensa no le voy a dar detalles de toda la información que, pensamos, posee el exgobernador... (APRO) |
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