La estrategia de Morris sirve para elegir mas no para gobernar.

fuREFORMA.
Juan Enríquez Cabot.

El poderoso...

El hombre más poderoso de México no ha sido ni Fox ni AMLO ni Calderón. Tampoco Slim o Azcárraga. Mucho menos la profesora o la Martiux. No. El hombre más poderoso de México, el que determinó en gran parte el resultado de esta elección presidencial y de la pasada, se llama Dick Morris.Controvertido estratega político empezó asesorando candidatos demócratas centristas como el gobernador Clinton.

Al igual que Castañeda, Morris brinca de partido en partido denigrando con libros toscos a sus antiguos jefes y colegas. No es un hombre ideológico o de convicciones firmes. Ha asesorado a los republicanos más conservadores, gente como Trent Lott, quien tuvo que dejar el liderazgo del Senado después de comentarios racistas.

Superestrella de la consultaría política, cayó un poquito de la gracia pública cuando se le descobijó en manos de una mujer de la vida alegre, dentro de elegante suite con vista a la Casa Blanca. Esto resultó en semanas penosas donde se soltaban detallitos como su predilección por dar besitos en los pies a la vez que discutía asuntos de seguridad nacional. Pero estos pequeños deslices no fueron suficientes para disuadir a los que aspiran a defender y definir la moral cristiana de los mexicanos.

Y por tanto, Fox no tuvo empacho alguno en contratar a Morris para manejar su campaña e imagen en 1999. Capaz que pensó que para combatir cochinadas se necesitaba alguien que supiera de cochineros. Pues finalmente le funcionó. Hay quienes dicen que Fox finalmente llegó por gracia de Morris...

Ahora la historia se repitió. Después de meses de no poder despegar, algo pasó en las últimas semanas de la campaña del Felipepinillo. De repente comenzaron los comerciales que ataban a AMLO a Castro y a Chávez. Y curiosamente el tono y tenor de estos anuncios fueron prácticamente idénticos al editorial publicado el 3 de abril del 2006 por el mismo Morris en el New York Post ("Menace in Mexico").

En este mismo artículo Morris declara abiertamente ser consultor político tanto de Fox como del PAN. Lo cual abiertamente viola el artículo 33 de la Constitución. Y no es que Morris no sepa o no se haya dado cuenta de que existe esta prohibición. Fue Morris quien aparentemente asesoró a Fox para utilizar este artículo constitucional para expulsar a los extranjeros que fueron violados sexualmente por policías en Atenco. Había que calmar todo escándalo antes de la elección...

El 10 de julio 2006, Morris no pudo mantener la discreción. Tuvo de nuevo que cacarear su victoria. Escribió editorial sobre las elecciones. ("Mexico Election: The Defeat of the Latin Left"). Reseña en detalle las condiciones sociodemográficas de México y detalla las divisiones electorales explícitas en términos de sexo, etnia y condición socioeconómica.

Erudito escrito generado por alguien que se pasó muchas semanas disecando los nichos de mercado que finalmente generaron minúscula victoria.La estrategia básica de Morris no varía mucho, ni por geografía ni por periodo electoral. Consiste en cinco mandamientos básicos: Usarás la televisión por encima de todo otro medio. Tus comerciales deben enfatizar lo negativo de tu opositor, no lo positivo de tu programa. Fortalecerás tu base creando odios contra tus opositores. Sembrarás dudas y escisiones dentro de tus oponentes para reducir el número de votantes. Manipularás el registro electoral y el acceso a casillas para que sea más difícil que lleguen a votar tus opositores. Pero por encima de cualquier otra cosa, el mandamiento non plus ultra de Morris, y de otros consultores políticos norteamericanos de hoy en día, es generarás miedo y enfatizarás la división entre nosotros y los otros.

Y vaya que lo logran.Este tipo de estrategia es factible y sostenible dentro de una sociedad con instituciones políticas bien estructuradas y relativamente pocas divisiones regionales. Pero cuando esta estrategia de "divide y vencerás, aunque sea por poquito" se aplica en una sociedad tan lastimada y dividida como lo es México... Pues el resultado final puede ser distinto.

Vivimos en sociedad plagada de instituciones débiles e ilegítimas. Es fácil dividir. Es fácil deshacer. El pequeño margen, margen que pudiera ser suficiente para sostenerse y gobernar exitosamente en Estados Unidos, se desmorona al cuestionarse de manera cada vez más agresiva y violenta en México.La estrategia de Morris sirve para elegir mas no para gobernar. Al contrario. Es estrategia que acelera y acentúa divisiones.

Morris ayudó a elegir a Yushchenko en Ucrania pero también dejó sembrados odios y divisiones que siguen deshaciendo al día de hoy la gobernabilidad del país. Pero esto no preocupa mucho a Morris. A él le pagan por ganar una elección. Y por eso al mismo tiempo que defendía a capa y espada la causa conservadora en México, ayudaba a elegir a la izquierda de De la Rúa en Argentina y de Battle en Uruguay. Usa el lema de Castañeda: "Izquierda, derecha no importa lo importante es estar".

A Morris no lo consultan ni le pagan por ayudar a establecer o mantener la gobernabilidad. Este enfoque se refleja en reciente entrevista con el conservador Bill O'Reilly; Morris dijo: "una guerra civil en Iraq es señal de progreso porque significa que ya no es una guerra contra nosotros (EU)".Morris ya cobró y regresó a casita.

Ahora sólo queda lo que los consultores típicamente llaman la fase de la ejecución. Detallitos.

El haber utilizado consultores políticos extranjeros como conductores de las últimas semanas de campaña fue señal del vacío de liderazgo e ideas dentro de una campaña gris cuya principal promesa era "Manos limpias". (Curiosa acusación/promesa obsequiada por miembro prominente del partido que alberga a la Marta y a sus hijos...).

En señal de desesperación finalmente le prestaron las llaves de la campaña a Morris. Y éste actuó, como siempre, de manera eficaz.

Finalmente, gracias a Morris, llegó candidato gris, candidato que no llegó gracias a mérito e ideas propias sino porque no es "el horroroso peje". Llegó porque supo utilizar el poder de la tele para asustar. Dividió. El único lío es que éste es Presidente electo que lleva décadas en el gobierno sin poder dar ejemplo de algo que pudo construir, terminar, institucionalizar. Es individuo que se ha peleado tanto con copartidarios y cogobernantes como con opositores. Ha brincado de puesto en puesto, cual chupamirto, denigrando a quien se le ponga enfrente para poder llegar. Su estrategia es y ha sido "yo tengo que ser porque la alternativa es peor". Pero ahora se va a tener que quedar en el mismo puesto, ejecutando, seis años. Ahora, gracias a Morris, lo único que le falta a Felipe es empezar a gobernar...