Manipulación mediática para apuntalar a Fecal

Los medios están haciendo un gran escándalo en torno a la pretendida agresión a Fecal, que al parecer no pasó de una patada a su camioneta blindada. En lo personal, creo que no hay que llegar a los golpes, porque se pueden producir incidentes mayores y dar pretextos para la represión, pero llevar pancartas y gritar en defensa del voto en los actos a donde va Fecal, no es una agresión sino una forma obligada de resistencia ante la manipulación mediática.
Sin embargo, la importancia que los medios están dando al hecho contrasta con la actitud de las cadenas de televisión, de no informar oportuna y verazmente sobre la marcha.
Esa estrategia fue secundada por cadenas de radio que el lunes por la noche evitaban referirse al conflicto poselectoral, y en sus noticieros breves, como el de Radiocentro, daban informaciones de nota roja (muy a tono con el discurso de Fecal sobre la "inseguridad", que tiende a crear un clima de represión)o totalmente anecdóticas, como el caso de dos pescadores a los que un rayo partió en altamar (!).
Hay otros aspectos que llaman la atención en el acto donde increparon a Fecal. Por un lado, este se refirió elogiosamente a Juárez, en la tónica panista de no cuestionar el respeto del pueblo por el juarismo, pero a la vez es un hecho, que en este blog documentamos en meses pasados, que panistas como Federico Doring están preparando modificaciones legislativas para apoyar la intervención política del clero.Sabemos, además, de las raíces cristeras de los panistas en el poder, como Fecal, Abascal y el propio Fox, por lo que es my evidente el carácter hipócrita de los elogios que hacen a Juárez.
El otro aspecto, que sí me parece escandaloso es que personajes que dicen representar a sindicatos obreros estén apoyando al gobierno derechista y a su candidato, pues algunos de esos líderes estuvieron en el acto del Club de Periodistas apoyando a Fecal. Es algo peor que el charrismo de los años 70, pues en este caso los dirigentes charros se están sumando a una agenda política radicalmente opuesta a los derechos de los trabajadores, y la única justificación que tienen es la de su propio beneficio personal.