Y FOX VOLVIÓ A MENTIR.

Alvaro Delgado en Proceso:

Las falsas palabras de Vicente Fox.
alvaro delgado.
México, D.F., 22 de mayo (apro).-
El ciudadano presidente Vicente Fox exhibió otra vez congruencia en el mensaje a la nación de este lunes 22 de mayo: volvió a mentir.

Y tal como lo ha hecho a lo largo de toda su carrera política, iniciada en 1987, quedará impune, desde el punto de vista legal, algo muy distinto a la sanción moral, política y electoral que le infligirá la historia.

Sí, Fox se comprometió hoy a acatar el acuerdo de neutralidad del Instituto Federal Electoral (IFE), emitido el 19 de enero, para suspender 40 días, antes de la jornada del próximo 2 de julio, la promoción de obras y programas sociales, y dijo que cederá los tiempos oficiales en radio y televisión para que esa institución promueva el voto.

Sí, legalmente no le quedaba de otra. Hasta Carlos Salinas y Ernesto Zedillo lo hicieron, en buena medida por la presión ejercida desde la oposición en la que el propio Fox militaba y que dio lugar a crear condiciones de mayor equidad y certeza en los procesos electorales, principios débiles todavía.

Una prueba de tamaña debilidad es el propio acuerdo del IFE que, en el punto cuarto, establece que ese órgano se comunicará con los servidores públicos de los tres niveles de gobierno para que “la imagen y el contenido de la publicidad” de los mismos “evite realizar actos de proselitismo”, se apegue a las normas en la materia y sea congruente con “las condiciones que permitan el ejercicio libre y pacífico en condiciones de igualdad”.

Este cuarto punto del acuerdo de las reglas de neutralidad, que entró en vigor el propio 19 de febrero al ser publicado en el Diario Oficial de la Federación, es obligatorio para todo el proceso electoral, que para entonces ya estaba en marcha.

Para cualquier persona con sentido común es obvio que las campañas de propaganda del gobierno de Fox, lo mismo que sus discursos, no hacían y hacen otra cosa que proselitismo puro y en que, en el fondo, sólo tienen una premisa claramente autoritaria: No hay más ruta que la nuestra.

¿Qué hizo Ugalde con ese punto del acuerdo que él mismo promovió? Nada.

Jamás estableció “comunicación” con el ciudadano presidente ni con ningún servidor público del gobierno federal o de los otros dos niveles. Pura simulación. Por eso no es gratuito que Fox elogie y apoye las decisiones del timorato IFE, como lo reiteró hoy en su mensaje.“Les puedo asegurar que tendremos las elecciones más limpias de nuestra historia”, aseguró Fox, como si su actuación no hubiera ya machando el proceso electoral mediante su impune proselitismo multimillonario y acciones desde el inicio formal, y como si las elecciones fueran sólo el 2 de julio.

“Hoy quiero reiterar ante ustedes mi compromiso indeclinable con las leyes, las instituciones y los valores de la democracia. Tengan la certeza de que haré lo que me corresponde para que los resultados de los comicios sean el reflejo fiel de la voluntad política de la mayoría de los mexicanos”, expuso Fox a los mexicanos.

La misma expresión pronunció Fox, si bien con matices, al tomar posesión y en cada uno de los informes de gobierno, particularmente la víspera del proceso de 2003, articulado con su partido que, sin embargo, fue reprobado por los ciudadanos.En las elecciones que siguieron a este episodio, en el estado de México, en 2004, Fox y su mujer, Marta Sahagún --todavía con ínfulas de querer sustituir a su marido--, protagonizaron otra vez un hecho vergonzoso, pese al compromiso presidencial de imparcialidad. Una vez más les sobrevino la derrota

Omiso de que en un país con régimen constitucionalmente presidencialista, como el de México, el presidente es, al mismo tiempo, jefe de Estado, Fox ha ensuciado su investidura y ha incurrido en reiteradas faltas a la verdad --en mentiras, pues-- de manera permanente, y no hay ninguna razón de que cambiará su conducta con las melosas palabras de hoy.

Así es él: mentiroso, faccioso, irresponsable, desvergonzado, términos que, a menudo, se le achacan a candidatos de los partidos políticos, y que a él le son consustanciales por su fomento contumaz a inmiscuirse en asuntos electorales y su tolerancia a acciones proselitistas desde su gobierno.

No hay razón para creer que Fox ahora está diciendo la verdad, ya no por lo que hoy dijo en su discurso, sino hace unas horas, poco antes de la boda de su hija Paulina, en León. Apenas el viernes 19, en Ixtapan de la Sal, estado de México, aseguró que no habrá elecciones de Estado y que los mexicanos exigen elecciones equitativas y transparentes, pero más tarde, en su discurso en Lagos de Moreno, Jalisco, volvió a proclamar que los mexicanos deben votar por más de lo mismo: “Ya no estamos para inventar la rueda; la rueda ya está descubierta. Los mexicanos ya sabemos a dónde vamos y cómo vamos a llegar ahí.”

Y ahí en la ciudad natal de Ramón Muñoz, su faccioso consejero militante de El Yunque, Fox se retrató: “Por eso la importancia, y lo repito todos los días, ya me tachan de necio, pero seguiré repitiéndolo, porque estoy convencido de que éste es el camino de nuestro país y este es el mejor camino para que cada familia pueda plantearse un mejor futuro, para que mañana México sea mejor que ayer.”No es otro Fox --ni presidente ni candidato--, es el mismo. El mismo mentiroso. Pero volverá a perder, a pesar de su indeclinable conducta facciosa.

Apuntes.
Pruebas de la participación, encubierta y descarada, del gobierno de Fox en el proceso electoral hay muchas. El multimillonario gasto en propaganda oficial, transferencia de recursos públicos a fachadas del PAN o a organismos corporativos, muda de altos burócratas a la campaña de Felipe Calderón con información para usarla electoralmente…

Ahora la Secretaría de Hacienda manda publicar, en todos los diarios, inserciones para proteger al candidato panista de su complicidad con la legalización del Fobaproa. Se debe felicitar esta iniciativa de la tecnocracia, porque debe debatirse el tamaño del fraude que, por más de cien mil millones de dólares, tiene endeudado a los mexicanos por varias generaciones… Cierto, Jorge Emilio González Martínez no es confiable, pero procede investigar la oferta que le hizo Fox para aliarse con Calderón, con quien ya se había asociado… Lo dicho: Liberales o conservadores.

Dentro de tanta podredumbre y mentiras solo existe una certeza en este escenario, el proyecto alternativo de nación.

Una razón mas para votar por AMLO y la mayoría perredista al Congreso.