“Diputados, vendepatrias por legislar a espaldas del Pueblo de México”
DE LA REDACCION, 27 de marzo (LA JORNADA).- Cientos de miles de personas, principalmente maestros de la disidente Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), manifestaron su repudio, en prácticamente todo el país, a la aprobación de las reformas a la ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) en el Senado de la República. Con marchas, plantones, mítines, “tomas” de edificios públicos y bancos, paros laborales, bloqueos a puentes internacionales y cierre de vialidades, miembros del propio instituto, del magisterio, sindicatos, instituciones educativas, organizaciones sociales y comerciantes rechazaron lo que consideran una “traición” a los trabajadores y “un buen negocio” para los banqueros. Por ello, advirtieron que no cesarán las movilizaciones y que están dispuestos a participar en un paro nacional para “echar abajo” la nueva ley del ISSSTE, por considerar que ésta llevará a la privatización del instituto y afectará a los empleados en lo económico, social y laboral. Expresiones de rechazo a Elba Esther Gordillo, presidenta del SNTE; a diputados del PAN, PRI, PVEM y Panal, a quienes calificaron de “vendepatrias” por legislar “a espaldas del pueblo de México” y votar a favor de la aprobación de dichas reformas, y a Felipe Calderón Hinojosa, fueron la constante en casi todas las protestas.”¡Felipe, entiende el ISSSTE no se vende! ¡No nos vamos a dejar del ISSSTE neoliberal! fueron algunas de las principales consignas en las manifestaciones, en las que además del SNTE y la CNTE, participaron integrantes de organizaciones como la Unión Nacional de Trabajadores, Frente Auténtico del Trabajo y Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca y la Asamblea Popular de los Pueblos de Jalisco. También se pronunciaron miembros de los sindicatos de la Universidad Nacional Autónoma de México, del Seguro Social y de telefonistas, así como estudiantes del Instituto Politécnico Nacional. Las movilizaciones más numerosas se efectuaron en los estados de Chihuahua, Guerrero Oaxaca y Chiapas. Más de cinco mil maestros pararon labores y después marcharon por las principales avenidas de la ciudad de Chihuahua, rumbo a la plaza del Angel, frente a palacio de Gobierno, dejando sin clases a por lo menos 50 mil estudiantes de educación básica. Después de dos horas de plantón en dicho edificio público, se trasladaron a las casetas de peaje ubicadas en el poblado de Sacramento; en la autopista Chihuahua-Ciudad Juárez; Chihuahua-Cuauthémoc y Delicias-Saucillo, donde permitieron el libre paso de automóviles durante dos horas. En Ciudad Cuauthémoc los inconformes “tomaron” varias sucursales bancarias, oficinas de la Comisión Federal de Electricidad y de Teléfonos de México. En Ciudad Juárez y municipios aledaños, más de 3 mil miembros de la sección 8 del SNTE pararon labores, marcharon y bloquearon el puente internacional Santa Fe, Más tarde, obstaculizaron la línea de importación de mercancías procedentes de Estados Unidos, en el puente internacional de Córdoba. Unos cuatro mil integrantes de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero -disidente a la sección 14 del SNTE- bloquearon la autopista del Sol por tres horas; irrumpieron en las oficinas del PRI estatal, a las que arrojaron huevos y piedras, rompiendo varias ventanas, y en las de la Secretaría de Educación local cuyo personal fue obligado a salir y unirse a la protesta. El magisterio oaxaqueño de la sección 22 del SNTE suspendió actividades y realizó manifestaciones en la capital y en las principales ciudades del estado, lo que afectó a más de un millón de escolares. Durante la protesta en el municipio de Jalapa del Marqués, perteneciente a la región del Istmo de Tehuantepec, los participantes en la misma aprovecharon la oportunidad para recuperar la escuela primaria José María Pino Suárez, desde hace cinco meses en poder del Consejo Central de Lucha, origen de la recién creada sección 59 del SNTE. En Chiapas, miles de maestros de las secciones 7 y 40 del SNTE, trabajadores del sector salud, y sindicalistas de dependencias federales, pararon labores y se inconformaron en distintas regiones de la entidad. Así, con la advertencia de que estallarán la huelga nacional, miles de docentes y trabajadores arrancaron la jornada de movilización contra la reforma del ISSSTE, con acciones que fueron desde el cierre de primarias y secundarias, la suspensión de clases en universidades como la Autónoma Metropolitana y la Pedagógica Nacional, el paro en dependencias de la máxima casa de estudios y el Politécnico Nacional hasta bloqueos en las principales avenidas de la capital del país. También, anunciaron que conformarán el Frente nacional contra la ley del ISSSTE, iniciarán un paro indefinido de labores y amagaron con endurecer sus acciones en caso de que no se dé marcha atrás a la nueva ley del instituto. Los sindicalistas acordaron además conformarse en una Coordinación Nacional de Huelga integrada por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), los sindicatos de Trabajadores de la UNAM, (STUNAM); de la UAM, (SITUAM); del Seguro Social (SNTS); de telefonistas y de electricistas, entre otros. Destacaron que dicho cambio a la ley es el principio de una cascada de reformas estructurales, por lo que subrayaron la importancia de mantener la unidad para hacer frente a esta lucha. “Espurio, entiende, el ISSSTE no se vende!”, “¡esta lucha va a llegar a la huelga nacional!”, fueron las consignas que se escucharon en una larga jornada que comenzó la CNTE en el primer cuadro de la ciudad, donde bloqueó el Eje Central por cinco horas y realizó una concurrida marcha hacia el Senado de la República. El magisterio disidente, acompañado por trabajadores de otras organizaciones como el Sindicato Único de Trabajadores del Gobierno del Distrito Federal, repudió también la política social y económica de Felipe Calderón y acusó a Elba Esther Gordillo de despojar, una vez más de sus garantías a la base trabajadora. A las 8 de la mañana en el Monumento a la Revolución un centenar de autobuses provenientes del interior del país tapizaron la plaza. Mentores de Chiapas, Oaxaca, Michoacán, Guerrero, Tlaxcala, Hidalgo, Durango, Chihuahua, Zacatecas formaron una de las columnas que más tarde ocuparía Insurgentes para dar vuelta por Puente de Alvarado para llegar a la avenida Hidalgo. Al mismo tiempo, se formó un segundo contingente del lado de la calle de Lafragua con los integrantes de las secciones del Distrito Federal, 9, 10, 11, y 36 del Valle de México y por los trabajadores del gobierno capitalino, que se encaminó hacia Reforma para entrar por la avenida Juárez. Así, desde los dos costados de la Alameda, se enfilaron hacia el Senado, en donde los aguardaban numerosos elementos de la Policía Federal Preventiva. Ante los miles de participantes, los profesores decidieron ocupar el Eje Central y las calles aledañas a la casona de Xicoténcatl. En el eje, que fue cerrado a la circulación, realizaron un mitin en el que participaron el secretario general de la sección 18 de Michoacán, Artemio Ortiz, el secretario del exterior del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), Fernando Amezcua y la profesora de la sección novena, María del Refugio Jiménez, entre otros. Los líderes magisteriales y sindicales coincidieron en que el “gobierno espurio” ha ido golpe tras golpe contra la clase trabajadora: la represión en Oaxaca, el aumento a la gasolina, la tortilla, el “pírrico” incremento del 3 por ciento a los salarios mínimos y ahora esta reforma. Después del mediodía se registró un conato de enfrentamiento en las inmediaciones del Senado, cuando los manifestantes hicieron un aparente intento de ingresar a las instalaciones y lanzaron algunos objetos a los policías, sin embargo, el incidente no pasó a mayores. Por la tarde, mientras se aprobaba la reforma en el Senado, inició una segunda marcha desde el Ángel de la Independencia hacia el zócalo capitalino, la cual fue encabezada por la dirigencia colegiada de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), con una numerosa participación de trabajadores del IPN, del sindicato del ISSSTE, de los sobrecargos, del hospital general, de Sedeso, del Monte de Piedad, del Banco Nacional de Comercio Exterior, de la Alianza de Tranviarios de México y de la industria nuclear, entre otros. Durante el mitin, el dirigente del SITUAM, Jorge Ramos, expresó que los cambios a la ley del ISSSTE no son una reforma sino la privatización del instituto. La verdadera finalidad es trasladar los fondos de los trabajadores a la “banca rapaz y agiotista”. El líder universitario propuso entonces crear la Coordinación Nacional de Huelga, la cual fue avalada por los miles de sindicalistas que colmaron el zócalo. En su turno, Martín Esparza, líder del SME, aseguró que la reforma no responde a una supuesta quiebra del ISSSTE sino a los dictados del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional, por lo cual este cambio en “nada beneficia a los trabajadores”. Advirtió que ante la embestida no hay otra opción más que la de la huelga. El secretario general del STUNAM, Agustín Rodríguez, manifestó que con la nueva ley se ha creado “un monstruo que es el primer paso para la imposición de las reformas estructurales”. Impacto en universidades y bloqueos. En la UNAM, las facultades de Economía y Trabajo Social suspendieron sus actividades, mientras que las facultades de Ciencias Políticas y Filosofía, así como el Colegio de Ciencias y Humanidades-Sur y las preparatorias 7 y 8 realizaron un paro parcial. Ante la ausencia de trabajadores, se suspendió por cuatro horas el funcionamiento del PUMA-BUS. En el caso de la UAM, las cuatro unidades académicas se sumaron a la convocatoria de los sindicalistas al paralizar las actividades, al igual que en la UPN, en donde desde un día antes, los trabajadores realizaron una labor de convencimiento para solidarizarse con el paro. Mientras, en el IPN, desde las siete de la mañana se efectuaron paros parciales en varias escuelas, entre ellas, la de Ciencias Biológicas, en donde los trabajadores expusieron que los cambios a la ley del ISSSTE afectan directamente a los 14 mil profesores de esa casa de estudios, cuyo promedio de edad es de 56 años. Los politécnicos de las vocacionales 4 y 8 realizaron bloqueos en el Eje 3 sur y 10 Sur y los estudiantes de la UNAM ocuparon la avenida Insurgentes a la altura de la torre de Rectoría, en el carril que va de sur a norte. |
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